domingo, 11 de agosto de 2013

SENCILLAS VIVENCIAS

EJERCICIOS ESPIRITUALES  
PARA NIÑOS



De Don Manuel Palacios, Párroco de Barruelo de Santullán, aprendí, como vengo escribiendo en estos recuerdos, muchas cosas de la vida pastoral de la parroquia. 

Con la paciencia y sabiduría, propias de un sacerdote con muchos años y mucha experiencia a sus espaldas , nos fue enseñando a servir a los feligreses, mayores y pequeños.

Hoy quiero recordar un encargo que me encomendó en la Cuaresma. “Se trata –me dijo- que des unos ejercicios espirituales a un grupo de niños de la escuela. Siguiendo este esquema: una meditación por la mañana y otra por la tarde”.

Me pareció genial. En el Seminario había dedicado mucho de mi tiempo libre, a aprender a tratar a los niños en la Catequesis. Era esta, una feliz oportunidad de demostrarme a mí mismo y, a la vez, al propio Párroco, que lo que había aprendido en el Seminario servía para algo.

Estos ejercicios espirituales duraron tres días. Dos para exponer algunas verdades de la fe cristiana y su aplicación en la vida, y un día más dedicado a confesar, previa preparación.

El primer día hablé de Dios creador, de Dios Redentor y de Dios Santificador, de la oración, el trabajo. El segundo, hablé de la Iglesia, de la Misa, de los Sacramentos y de la Virgen María.

Entre otras anécdotas conté la "del sabio y el barquero", que se resume en estos versos:  "La ciencia más acabada // es que el hombre en gracia acabe, // pues al fin de la jornada, // aquél que se salva, sabe, // y el que no, no sabe nada".

Aquellos ejercicios fueron todo un éxito.