ESTAMOS EN TUS MANOS
PARA VER Y ESCUCHAR
https://www.youtube.com/watch?v=PyOhpYMxjLE
Estoy
viendo, desde mi ventana, siete contenedores de basura, con sus escritos,
especificando lo que cada uno de estos contenedores está dispuesto a recibir. Ha
sido un gran avance en la recogida de basura de las ciudades. Lejos quedan
aquellos montones de basura, pequeños a primeras horas de la mañana pero que
luego iban creciendo hasta convertirse en pequeñas montañas.
Veo
también, desde mi ventana, dos contenedores acampanados, que admiten solo
vidrio. Tiene cierta gracias oír desde dentro de nuestras casas el desalojo de
botellas que al ritmo del aire y con el sonido especial van cayendo en el lugar
para ellas reservado.
Pero no
quiero escribir sobre estos adelantos y estas exquisiteces de la recogida de la
basura ciudadana. Quisiera escribir unas lineas para recoger una escena que
veo repetida muchas veces.
Tres
personas. Dos hombres y una mujer. Los tres relativamente jóvenes. Los tres,
por su presencia, parecen extranjeros. Los tres acuden a los contenedores
habidos de presa. Llegan, me cuesta escribirlo, ilusionados.
En esto, uno
de ellos, tras abrir un contenedor se introduce en su interior. Ya no se le ve.
De repente saca la cabeza y muestra a los otros dos, que esperan fuera, un
tesoro. Un tesoro que son dos cajas y una bolsa.
No voy a
seguir. Solo un breve suspiro: ¡¡¡Dios mío, Dios mío, porque tanta pobreza!!! Y
una oración: ¡¡¡Todo lo dejo en tus manos!!!
PARA VER Y ESCUCHAR
https://www.youtube.com/watch?v=PyOhpYMxjLE