SANTA MARÍA,
ASUNTA A LOS CIELOS
Ayer, 15 de Agosto, celebramos la Solemnidad
de la Asunción de la Virgen María. Día de fiesta en los Cielos y día de fiesta
en la tierra. En los Cielos, cánticos angélicos y alabanzas beatificas. En la
tierra, alegría y gozo, acompañados del caminar
diario de los hombres.
Numerosos pueblos de España honraron a Santa
María, la Virgen, bajo este singular título: “Asunta a los cielos”, Nuestra
Señora de la Asunción.
Villasarracino, el pueblo que me vio nacer,
tiene como Patrona y titular de la Parroquia a Nuestra Señora d la Asunción. Una
hermosa imagen preside desde el retablo neoclásico, dorado en 1779, al pueblo
que le honra y le venera.
“En esta
solemnidad de la Asunción contemplamos a María: ella nos abre a la esperanza, a
un futuro lleno de alegría y nos enseña el camino para alcanzarlo: acoger en la
fe a su Hijo; no perder nunca la amistad con él, sino dejarnos iluminar y guiar
por su Palabra; seguirlo cada día, incluso en los momentos en que sentimos que
nuestras cruces resultan pesadas. María, el arca de la alianza que está en el
santuario del cielo, nos indica con claridad luminosa que estamos en camino
hacia nuestra verdadera Casa, la comunión de alegría y de paz con Dios”. Homilía de Benedicto XVI (2010)
Oración: “Señor, tu quiste que tu Madre te
acompañara en cuerpo y alma al Cielo. Espero compartir con los dos y todos los
santos, esa gloria después de mi paso por este mundo, siguiendo su ejemplo de
amor, de pureza y fe”. Así sea.
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