EL INVIERNO, ENTRE NOSOTROS
Hoy ha salido un día plomizo, invernal,
triste. Nada extraño, pues estamos en pleno invierno. Pero cuando se dice que
el día está invernal, plomizo, triste es que el invierno se le nota más que en otros
días. Hoy es un día de esos.
Y se nota al mirar a la calle. Lo estoy
haciendo ahora. Contemplo el cielo color panza de burra (1), triste, aburrido. Los
árboles cabizbajos y silenciosos. Las fachadas de las casas apagadas y
encogidas. El color rojo o azulado de los coches diluido. Sólo los coches color
blanco dejan un punto de alegría.
Las gentes caminan embozadas, deprisa,
mirando constantemente al suelo. Hasta los suelos de las calles y de las plazas
despiden monotonía. Son, sin duda ninguna, reflejo de los cielos obscuros.
No se ven apenas niños correteando por las
calles, los mayores andan despacio, serios, encovados. Hasta las farolas se
arrugan y callan. Todo es plomizo, invernal, triste.
(1) Aplicado al cielo cuando presenta un color entre gris y blanquecino, propio de los momentos previos a las nevadas o granizadas.
PARA VER Y ESCUCHAR