viernes, 15 de julio de 2011

DESDE MI VENTANA


Nuestras almas, como la hierba del jardín, necesitan el riego del Espíritu, para permanecer firmes en la fe, de modo especial en estos tiempos de dificultades. Abramos nuestro corazón a la gracia.


DÍA 15 DE JULIO DE 2011

Aunque estamos a mediados de julio, a un escaso mes del comienzo del verano, los fuertes calores de estos últimos días han hecho que los jardines de mi barrio pierdan fuerza y lozanía. Para mantenerlos en buenas condiciones, los cuidadosos jardineros del lugar, todas las mañanas, apenas se levanta el sol, abren las llaves de riego por aspersión, estratégicamente colocadas, y desde sus bocas comienzan a estender una fina lluvia por el cesped sediento y reseco. Lo veo hacer muchos días.  

Pero hoy me he fijado detenidamente en esta operación tan monótona como necesaria. Una lluvia fina y constante cae con suavidad y elegancia sobre la hierba un tanto sedienta y angustiada. Y así permanecen durante el tiempo anteriormente programado. Y la tierra, compañera de la hierba, se va empapando de agua, para después, mandarla a las raíces que la irán bebiendo poco a poco. Y de este modo, con esfuerzo y mucha paciencia, el aspecto apagado y triste de los jardines, se transforma en agradable y joven. En estas cosas iba pensando esta mañana, cuando me dirigía al templo a rezar. Y mientras sorteaba las finas gotas de agua que caían sobre la calzada, me decía a mi mismo: Tambien nosotros necesitamos de un riego sereno y fuerte del espíritu para mantenernos lozanos y fuertes en el duro estío de la vida. Y me vinieron a la memoria aquellas frases de la Secuencia de la fiesta del Espíritu Santo: "¡Oh luz santísima!, llena lo más íntimo de los corazones de tus fieles. Sin tu ayuda, nada hay en el hombre, nada que sea bueno. Lava lo que está manchado, riega lo que está árido, sana lo que está enfermo, Doblega lo que está rígido, calienta lo que está frío, endereza lo que está extraviado. Concede a tus fieles que en Ti confían tus siete sagrados dones". Y en silencio musité: Confio en ti Señor, pues Tú nos dijiste que nuestro Padre celestial, "hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos”.

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http://www.opusdei.es/art.php?p=31118

1 comentario:

Mercedes dijo...

Muy bien buenos mensajes me gustaria poder ser un poquito de lo que nos comenta
voy ahora a mirar el vidio de San Josemaria
perdonemi desorde de comentarios estos dias estoy con muchas cosas
su feligresa meme