viernes, 17 de octubre de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS

 EL PAPA PABLO VI SERÁ BEATIFICADO 
EL PRÓXIMO 19 DE OCTUBRE 

"De niño era un pequeño travieso"

Por Renzo Allegri

ROMA, 16 de octubre de 2014 (Zenit.org) - Pablo VI será beatificado por el papa Francisco el domingo 19 de octubre, a las 10.30 horas, durante la misa conclusiva del Sínodo extraordinario sobre la familia, en la plaza de San Pedro. Bresciano, nacido el 26 de septiembre de 1987, Giovanni Battista Enrico Antonio Maria Montini, pertenecía a una familia burguesa. El padre, Giorgio Montini, era un abogado, y fue durante varios años director del periódico católico “Il cittadino di Brescia”, y durante tres legislaturas, diputado en el parlamento italiano en el partido de Don Sturzo. Tenía dos hermanos, Ludovico, abogado y hombre político y Francesco, médico.

Montino fue elegido Papa el 21 de junio de 1963, sucediendo a Juan XXIII. Estuvo en el trono de Pedro hasta el 6 de agosto de 1978, cuando murió en Castel Gandolfo. Tenía 80 años.

Es uno de los grandes papas de la historia. No muy popular entre el gran público, porque se conoce poco. Era por naturaleza humilde y reservado, y a muchos le parecía "frío y calculador", "un intelectual despegado". Pero aquellos que tuvieron la suerte de verlo de cerca y conocerlo bien, lo consideraban de otra manera. Un hombre muy amable, sensible y extremadamente culto. Generoso, listo para hacer las cosas con total discreción y como un don. Un hombre de un grandísimo afecto. Cultivador de la amistad. "La vida de la amistad es una segunda vida", afirmaba. Jean Guitton, el gran académico francés que fue su amigo, lo definió como "un aristócrata del espíritu, un verdadero artista".

Los historiadores están de acuerdo en afirmar que su importancia en el mundo, para su cultura, sus documentos de gran valor también social y para ser el timonel del Concilio Vaticano II, ha sido gigantesca. Lo han definido "Papa de la Iglesia", "Papa de la humanidad", "Papa de la paz". Es el Papa que ha inaugurado el "ministerio itinerante", exaltado después por Karol Wojtyla. Pablo VI realizó nueve peregrinaciones fuera de Italia, entre las que destaca el viaje a Tierra Santa en 1964. Ningún Pontífice, excepto San Pedro, había estado nunca en le tierra donde nació Jesús.

Por el hecho de que era humilde y reservado, nunca tuvo la gran popularidad de masa, que afecta a las personas en los vértices de la visibilidad mundial, como sucede en general también a los Papas. Desde un punto de vista humano, de la persona privada de Giovanni Battista Montini se conoce muy poco. A lo largo de los años, como periodista me he interesado en varias ocasiones en él, entrevistando a quien lo conocía bien por haber estado cerca suyo, y encontrando cada vez detalles interesantísimos e inéditos, que me fascinaban.

En 1968, supe que estada aún vivo el maestro de la escuela elemental de Pablo VI. El que le había enseñado los primeros elementos de la escritura, de la lectura, que le había abierto al mundo del saber. Lo busqué y fui a verlo.
Se llamaba Ezechiele Malizia, vivía en Camignone, en la provincia de Brescia. Era septiembre, y el señor Malizia había cumplido recientemente 89 año, pero no aparentaba  más de 70. Mente lúcida, sonrisa deslumbrante y la pipa siempre encendida en la boca. Hablaba enunciando claramente todas las palabras y buscando con insistencia los vocablos más apropiados. Recordaba meticulosamente los sucesos a los que había asistido durante su larga existencia y los contaba con gran detalle. Caminaba derecho, sin cansancio, y su mano, cuando encendía la pipa o se llevaba a los labios un vaso de vino, estaba quieta como la de un jovencito.

"Tenía 24 años cuando la madre de Giambattista Montini me llevó a su niño que debía comenzar la primera clase de elemental", me dijo Ezechiele Malizia. "Era maestro en el Colegio Arici, en Brescia. Conocía la familia Montini porque había tenido como alumno también al hermano mayor de Giovanni Battista, Ludovico. El futuro Papa hizo conmigo la primera y la segunda elemental".

Las preguntas que le hice a lo largo de la larga conversación eran las lógicas para esa circunstancia. Le pregunté cómo se comportaba en la escuela, si era bueno, inteligente, disciplinado y si por casualidad desde entonces se podía intuir que comenzaría una carrera eclesiástica.

Ezechiele Malizia me sorprendió afirmando categóricamente: "Oh no, no habría pensado nunca que se haría sacerdote y después Papa. Desde cuando lo vi por primera vez han pasado exactamente 65 años. Y, después de tanto tiempo, no es fácil recordar todo. Por tanto, el pequeño Giambattista no lo he olvidado nunca. ¿Y sabe por qué? Porque se distinguía entre todos, y no por ser un niño tranquilo. Era un pequeño travieso. Muy delgado, esquelético, parecía tener azogue. Era muy vivaz, de una vivacidad que casi preocupaba. La madre, cuando lo llevó a la escuela, vino a confiármelo. Temía que ninguno consiguiera ponerle freno. Debo decir que me costó también a mí, tanto que para tenerlo quieto y para que estuviera atento a las clases, me vi obligado a sentarle en primera fila, delante del encerado: así está bajo control continuamente".

"Los niños, en aquella época, entraban en clase a las nueve de la mañana y salían a medio día, retomaban a las 2 y volvían a casa a las 4. No había ninguna pausa durante las clases. Fui el primero en trasgredir el reglamento y llevar a mis alumnos, después de una hora y media de clase, al patio de la escuela para que, jugando, descargaran su tensión y después estuvieran más atentos. Yo también jugaba con ellos. Giambattista era uno de los más revoltosos. Le dejaba correr como una peonza, así se descargaba y después en el aula estaba atento".

"Diría que los resultados fueron óptimos, al menos así fueron juzgados por la madre de Giambattista que, después, para darme las gracias, me invitó una semana en su villa en Verola Vecchina. Creo que Giambattista también entendió que el método usado por mí era apropiado para él".
"Después de la elemental no vi más a Giambattista, pero él no se olvidó de mí. Cuando fue elegido Papa fui a verlo, y él, recordando los tiempo de la escuela elemental me dijo: 'Querido maestro, ¿se acuerda cuando me tiraba de las orejas porque estaba siempre distraído?'"

"Estaba conmovido y también confuso. No pensaba que el Papa se acordara de mí. Sin embargo fue muy amable. Continuaba hablando y recordando y, por la emoción, me parecía estar dormido y soñar. Me quedé con el Papa más de media hora. Y en un momento, me puso en el cuello un collar con un escudo y me dijo algunas cosas. No entendí nada. Cuando salí, los monseñores que me había acompañado, me llamaron 'comendador'. Me infor­mé, y supe que el Papas, dándome ese collar, me había nombrado 'Comendador de San Silvestre'".

"No podía creerlo. '¡Yo, comendador! El colmo para mí, que soy hijo de un campesino. Mi padre, hasta los 20 años, trabajaba para los condes Duco. Después partió, para combatir con el ejército de Víctor Manuel II. Hizo las campañas del 1859, del 1860 del 1861. Comenzó como soldado sencillo y volvió a casa con el grado de capitán. Durante la guerra de 1915, yo quise imitar a mi padre. Era hijo único y por tanto exento de hacer el servicio militar, pero me uní como voluntario. Volví a casa con el grado de capitán yo también. Son glorias de familia a las cuales siempre he estado muy unido, pero este honor que me dio el Papa, recordando los días de su infancia, cuando venía a la escuela y yo le "tiraba de las orejas"  para que estuviera atento y no se equivocara al escribir las letras del alfabeto, es el título honorífico del que estoy más orgulloso".



jueves, 16 de octubre de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS

De la patrona de los escritores españoles, con ocasión de su festividad

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 (Tomado de religión en libertad)

Sí señores, porque si ayer veíamos la estrecha relación que tiene con el patronazgo ni más ni menos que de la patria común de todos (pinche aquí si se lo perdió), toca hoy conocer otro de los patronazgos que caben a la excelente escritora Teresa de Cepeda y Ahumada, a la sazón Santa Teresa de Jesús, que no es otro que, precisamente, el de los escritores españoles.

Y lo es, patrona de los escritores españoles, porque así lo proclama el 14 de octubre de 1965, el Papa Pablo VI mediante el breve pontificio “Lumen Hispaniae” (Luz de España), en el que escribe:

Luz de España y de toda la Iglesia se llama justamente a Santa Teresa de Jesús, no sólo por haber coronado las cumbres de la santidad y fecundísima de espíritu haber sido madre de los carmelitas, varones y mujeres, que practican la regla primitiva de su orden, sino porque, además, escribió libros llenos de admirable sabiduría. Todavía hoy con estas obras y con el fulgor nunca atenuado de su vida, continúa siendo aventajadísima maestra.

Con oportuno recuerdo los escritores católicos de España, cuya profesión, ciertamente nobilísima, debe emplearse cada día más y más en la salvación y bien de los hombres, sobre todo en estos tiempos en que un aluvión tenebroso de libros y revistas influye tanto en la ruina de las almas, han manifestado el deseo de acogerse a su patrocinio. Y así, todos lo señores cardenales, arzobispos y obispo de España los ministros de Justicia e Información y Turismo, los presidentes y los miembros de las reales academias, los recotres de las universidades `pontificias y civiles, los directores de ateneso, sociedades y entidades literarias, buen número y selectísimo de escritores espñaoles, recordando el reciente Cuarto Centenario de la Reforma Teresiana, Nos han rogado que nombremos patrona de los escritores españoles católicos a esta ilustrísima virgen.

Para que aquellos en quienes recae la mayor responsabilidad de los libros y revistas que se publican tengan a quien volver los ojos en tan importante tarea y encuentren refugio en donde ampararse, Nos accedemos gustosamente a este ruego. Así pues, oído el parecer de la Sagrada Congregación de ritos tras conocimiento cierto y madura deliberación, con la plenitud de nuestra Autoridad Apostólica, en vigor de este breve y de una vez para siempre, nombramos y declaramos a la virgen Santa Teresa de Jesús patrona principal de los escritores españoles católicos, con todos los honores y privilegios litúrgicos que corresponden a los patronos principales de organizaciones y asociaciones”


Así pues, felicidades a todos los escritores españoles, entre los cuales, malo o bueno, me cuento también, en el día de su patrona. Y a todos ellos, como a Vds., mis mejores deseos de que también hoy, hagan Vds. mucho bien y no reciban menos.


PARA ESCUCHAR
https://www.youtube.com/watch?v=AgcPzd8UeRY&list=PLD5BEAEF419D8A615&index=8

miércoles, 15 de octubre de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS

Mensaje del Papa Francisco a Monseñor Jesús García Burillo
Obispo de Ávila



PRECIOSO DOCUMENTO. MERECE LA PENA MEDITARLO. 
LOS LADILLOS SON MÍOS. 

Querido Hermano:

El 28 de marzo de 1515 nació en Ávila una niña que con el tiempo sería conocida como santa Teresa de Jesús. Al acercarse el quinto centenario de su nacimiento, vuelvo la mirada a esa ciudad para dar gracias a Dios por el don de esta gran mujer y animar a los fieles de la querida diócesis abulense y a todos los españoles a conocer la historia de esa insigne fundadora, así como a leer sus libros, que, junto con sus hijas en los numerosos Carmelos esparcidos por el mundo, nos siguen diciendo quién y cómo fue la Madre Teresa y qué puede enseñarnos a los hombres y mujeres de hoy.
En la escuela de la santa andariega aprendemos a ser peregrinos. La imagen del camino puede sintetizar muy bien la lección de su vida y de su obra. Ella entendió su vida como camino de perfección por el que Dios conduce al hombre, morada tras morada, hasta Él y, al mismo tiempo, lo pone en marcha hacia los hombres.  ¿Por qué caminos quiere llevarnos el Señor tras las huellas y de la mano de santa Teresa? Quisiera recordar cuatro que me hacen mucho bien: el camino de la alegría, de la oración, de la fraternidad y del propio tiempo.

PRIMER CAMINO: EL CAMINO DE LA ALEGRÍA

Teresa de Jesús invita a sus monjas a «andar alegres sirviendo» (Camino 18,5). La verdadera santidad es alegría, porque "un santo triste es un triste santo". Los santos, antes que héroes esforzados, son fruto de la gracia de Dios a los hombres. Cada santo nos manifiesta un rasgo del multiforme rostro de Dios. En santa Teresa contemplamos al Dios que, siendo «soberana Majestad, eterna Sabiduría» (Poesía 2), se revela cercano y compañero, que tiene sus delicias en conversar con los hombres: Dios se alegra con nosotros. Y, de sentir su amor, le nacía a la Santa una alegría contagiosa que no podía disimular y que transmitía a su alrededor. Esta alegría es un camino que hay que andar toda la vida. No es instantánea, superficial, bullanguera. Hay que procurarla ya «a los principios» (Vida 13,l). Expresa el gozo interior del alma, es humilde y «modesta» (cf.  Fundaciones 12,l). No se alcanza por el atajo fácil que evita la renuncia, el sufrimiento o la cruz, sino que se encuentra padeciendo trabajos y dolores (cf. Vida 6,2; 30,8), mirando al Crucificado y buscando al Resucitado (cf. Camino 26,4). De ahí que la alegría de santa Teresa no sea egoísta ni autorreferencial. Como la del cielo, consiste en «alegrarse que se alegren todos» (Camino 30,5), poniéndose al servicio de los demás con amor desinteresado. Al igual que a uno de sus monasterios en dificultades, la Santa nos dice también hoy a nosotros, especialmente a los jóvenes: «¡No dejen de andar alegres!» (Carta 284,4). ¡El Evangelio no es una bolsa de plomo que se arrastra pesadamente, sino una fuente de gozo que llena de Dios el corazón y lo impulsa a servir a los hermanos!

SEGUNDO CAMINO: EL CAMINO DE LA ORACIÓN

La Santa transitó también el camino de la oración, que definió bellamente como un «tratar de amistad estando muchas veces a solas con quien sabernos nos ama» (Vida 8,5). Cuando los tiempos son "recios", son necesarios «amigos fuertes de Dios» para sostener a los flojos (Vida 15,5). Rezar no es una forma de huir, tampoco de meterse en una burbuja, ni de aislarse, sino de avanzar en una amistad que tanto más crece cuanto más se trata al Señor, «amigo verdadero» y «compañero» fiel de viaje, con quien «todo se puede sufrir», pues siempre «ayuda, da esfuerzo y nunca falta» (Vida 22,6). Para orar «no está la cosa en pensar mucho sino en amar mucho» (Moradas IV,1,7), en volver los ojos para mirar a quien no deja de mirarnos amorosamente y sufrirnos pacientemente (cf. Camino 26,3-4). Por muchos caminos puede Dios conducir las almas hacia sí, pero la oración es el «camino seguro» (Vida 213). Dejarla es perderse (cf. Vida 19,6). Estos consejos de la Santa son de perenne actualidad. ¡Vayan adelante, pues, por el camino de la oración, con determinación, sin detenerse, hasta el fin! Esto vale singularmente para todos los miembros de la vida consagrada. En una cultura de lo provisorio, vivan la fidelidad del «para siempre, siempre, siempre» (Vida1,5); en un mundo sin esperanza, muestren la fecundidad de un «corazón enamorado» (Poesía 5); y en una sociedad con tantos ídolos, sean testigos de que «solo Dios basta» (Poesía 9).

TERCER CAMINO: EL CAMINO DE LA FRATERNIDAD

Este camino no podemos hacerlo solos, sino juntos. Para la santa reformadora la senda de la oración discurre por la vía de la fraternidad en el seno de la Iglesia madre. Esta fue su respuesta providencial, nacida de la inspiración divina y de su intuición femenina, a los problemas de la Iglesia y de la sociedad de su tiempo: fundar pequeñas comunidades de mujeres que, a imitación del "colegio apostólico", siguieran a Cristo viviendo sencillamente el Evangelio y sosteniendo a toda la Iglesia con una vida hecha plegaria. «Para esto os junto El aquí, hermanas» (Camino 2,5) y tal fue la promesa: «que Cristo andaría con nosotras» (Vida32,11). ¡Que linda definición de la fraternidad en la Iglesia: andar juntos con Cristo como hermanos! Para ello no recomienda Teresa de Jesús muchas cosas, simplemente tres: amarse mucho unos a otros, desasirse de todo y verdadera humildad, que «aunque la digo a la postre es la base principal y las abraza todas» (Camino 4,4). ¡Cómo desearía, en estos tiempos, unas comunidades cristianas más fraternas donde se haga este camino: andar en la verdad de la humildad que nos libera de nosotros mismos para amar más y mejor a los demás, especialmente a los más pobres! ¡Nada hay más hermoso que vivir y morir como hijos de esta Iglesia madre!

CUARTO CAMINO: EL CAMINO DEL PROPIO TIEMPO

Precisamente porque es madre de puertas abiertas, la Iglesia siempre está en camino hacia los hombres para llevarles aquel «agua viva» (cf. Jn 4,10) que riega el huerto de su corazón sediento. La santa escritora y maestra de oración fue al mismo tiempo fundadora y misionera por los caminos de España. Su experiencia mística no la separo del mundo ni de las preocupaciones de la gente. Al contrario, le dio nuevo impulso y coraje para la acción y los deberes de cada día, porque también «entre los pucheros anda el Señor» (Fundaciones 5,8). Ella vivió las dificultades de su tiempo -tan complicado- sin ceder a la tentación del lamento amargo, sino más bien aceptándolas en la fe como una oportunidad para dar un paso más en el camino. Y es que, «para hacer Dios grandes mercedes a quien de veras le sirve, siempre es tiempo» (Fundaciones 4,6). Hoy Teresa nos dice: Reza más para comprender bien lo que pasa a tu alrededor y así actuar mejor. La oración vence el pesimismo y genera buenas iniciativas (cf. Moradas VII, 4,6). ¡Éste es el realismo teresiano, que exige obras en lugar de emociones, y amor en vez de ensueños, el realismo del amor humilde frente a un ascetismo afanoso! Algunas veces la Santa abrevia sus sabrosas cartas diciendo: «Estamos de camino» (Carta 469,7.9), como expresión de la urgencia por continuar hasta el fin con la tarea comenzada. Cuando arde el mundo, no se puede perder el tiempo en negocios de poca importancia. ¡Ojalá contagie a todos esta santa prisa por salir a recorrer los caminos de nuestro propio tiempo, con el Evangelio en la mano y el Espíritu en el corazón!

«¡Ya es tiempo de caminar! » (Ana de San Bartolomé, Últimas acciones de la vida de santa Teresa). Estas palabras de santa Teresa de Ávila a punto de morir son la síntesis de su vida y se convierten para nosotros, especialmente para la familia carmelitana, sus paisanos abulenses y todos los españoles, en una preciosa herencia a conservar y enriquecer.

Querido Hermano, con mi saludo cordial, a todos les digo: ¡Ya es tiempo de caminar, andando por los caminos de la alegría, de la oración, de la fraternidad, del tiempo vivido como gracia! Recorramos los caminos de la vida de la mano de santa Teresa. Sus huellas nos conducen siempre a Jesús.

Les pido, por favor, que recen por mí, pues lo necesito. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide.

Fraternalmente,


FRANCISCO

PARA ESCUCHAR

https://www.youtube.com/watch?v=l1EPqKRFZj4


martes, 14 de octubre de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS

GRANDE y PEQUEÑO




Te ofrezco hoy, un breve comentario a este gran pensamiento de Camino: 821: “No me olvides que en la tierra todo lo grande ha comenzado siendo pequeño. —Lo que nace grande es monstruoso y muere”. (nm. 821)

Con frecuencia, olvidamos este sabio consejo y nos lanzamos, atolondrados, a conseguir de inmediato cosas grandes. Y nos olvidamos que entre nosotros, las cosas grandes siempre nacen pequeñas.  Lo que nace grande es monstruoso.
De un grano de trigo, una espiga; de una pequeña cepa, miles de racimos. 

Acabo. Dime si lo entiendes.


lunes, 13 de octubre de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS


COMENZAR Y RECOMENZAR


Hoy voy a empezar de nuevo a escribir en mi blogg. Mejor, voy a recomenzar. 

Todo en la vida es recomenzar. Recomenzamos a vivir cada mañana, cuando al sonar el despertador, nos tiramos de la cama. Recomenzamos, cuando salimos al pasillo y pulsamos el botón del ascensor. Recomenzamos, cuando pisamos de nuevo la calle mil veces transitada. Todo es recomenzar.

También vale esto para la vida interior. Me venía a la memoria el número 292 de Camino: Precisamente tu vida interior debe ser eso: comenzar... y recomenzar”.

En una ocasión, le decían a san Josemaría. “Padre, Usted en "Camino" dice que "comenzar una y otra vez es cosa de santos". Yo, Padre, muchas veces dudo si el Señor no se cansará de ese comenzar nuestro, una y otra vez. 

Y respondía el santo: “No, no se cansa, se pone muy contento. Cada vez que tu recomienzas y que yo recomienzo, porque yo tengo que recomenzar también - yo soy un pobre hombre pecador - cada vez que recomenzamos tu y yo, el Señor se pone muy alegre como en la parábola del hijo pródigo. De modo que quítate esos pensamientos nebulosos, y que vaya la claridad a tu cabeza y que sepas con alegría que el Señor está con los brazos abiertos para recibirte cada vez que vuelves.


Venga, pues, a comenzar de nuevo.

martes, 10 de junio de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS



SAN MIGUEL DE ARALAR 
EN LA PARROQUIA 
DE SANTA TERESA DE JESUS



Letrillas actuales (4) < Letrillas tradicionales  < Centro de espiritualidad <    

1. ARCÁNGEL MIGUEL

MIGUEL, MIGUEL
ARCÁNGEL MIGUEL,
GUARDAD, GUARDAD
A ESTE PUEBLO FIEL
Por Pascua nos llega
el Ángel Miguel;
se alegra la tierra,
los hombres también.
Un fuego en la noche
la Pascua anunció,
y un Ángel anuncia:
“Ya resucitó”
La fe renovada
en tiempo pascual
nos hace testigos
de vida inmortal
Miguel nos enseña
de Cristo la Cruz;
el leño sagrado
será nuestra luz
Venció en la batalla
Miguel al dragón;
y en la Cruz de Cristo
la muerte murió
Hoy llega a nosotros
el Angel de paz
trayendo mensajes
de amor y unidad



Abuelos y nietos,
el hoy y el ayer
veneran gozosos
al mismo Miguel
La fe que nos guardas
desde Aralar
produzca en nosotros
frutos de verdad
Queremos pedirte,
Arcángel Miguel,
Que el pueblo navarro
Sea siempre fiel
El pueblo navarro
Quiere, en tu honor,
Tener como lema:
"Nadie como Dios"
Bendice a Navarra,
Arcángel Miguel,
Defiende a esta tierra,
Protege su fe
Pidamos al Angel
Miguel de Aralar
Que juntos vivamos
En la eternidad







2. MIKEL GUREA
MIKEL, MIKEL,
MIKEL GUREA,
GORDE, GORDE
EUSKAL HERRIA
Goazen, euskalduna,
Aralarrera
Mikel Aingerua
bisitatzera
Aralartik zatoz,
herririk herri,
sinismenez zahar
animaz berri.
Urtero zatozu
gure artera
Kristoren fedean
gu sendotzera.
Euskalen lurrean
ginen gu jaio,
gure sinismena
bizirik dago.
Ongi etorria
gaur denok zuri
zu zaitugulako
gure zaindari.
Euskaldun guztien
zaindari zara
orregatik gatoz
zu agurtzera.
Gurekin zaude hemen,
Aingeru Deuna
bizkor guregan
itxaropena
Denok pozik gaude,
zaindari umil,
aiton-amonak
eta neska mutil

Gure ama lurra
bedeinkatzera
zatozkigu lagun
gure elizara
Biziaren zainak
sendo itzazu,
fede argiz inor
ez dadin antzu.
Gogoz elkarturik
hainbeste jende
ez gaitezen eror
etsaien mende
Bizia dakardu
jaunak emana,
horregatik gatoz
gu zuregana.
“Jainko aina nor da?
eginez galde,
sasi-jauntxoei esan
zenien: “Alde!”
Zinezko kristauak
bedeinkatzera
urtero etorri
zaitez honera.
Herriko gaixoei
eman osasun.
horixe eskatzen
dizugu egun.
Jaunaren aingeru
leial ta zintzo,
bidez-bide eraman
gu zeruraino.
Nor Jainko aina
zeru-lurretan?
berari gorapen
gizaldietan!






3. ADIOS MIGUEL ARCÁNGEL

ADIOS, MIGUEL ARCÁNGEL
MINISTRO GENERAL,
SEA SIEMPRE TU TRONO
LA CUMBRE DE ARALAR
Escucha de esta tierra
la cálida oración,
concédenos la gracia
de ser fieles a Dios
Queremos ser testigos
del Reino de tu Amor:
una fe y un bautismo
y un solo corazón
Si nuestra vida siente
el peso del dolor,
despierta la esperanza,
danos tu protección.
Que nuestra fe esté cerca
del pobre en su aflicción,
y sean los cristianos
testigos de tu amor.



4. AGUR MIKEL AINGERU
AGUR , MIKEL AINGERU
AGINTARI AUNDIA,
IZAN BETI TRONUTZAT
ARALAR MENDIA
Bakarrikan nahi dugu
gure Jaungoikoa,
fede bat, bataio bat,
bihotz bat osoa
Goiaingeru ahaltsua,
jarrai gu laguntzen!
bazoaz baina gurekin
zu zara gelditzen.
Guregana etorri
zu zarenez gero,
zuregana igorik,
hor gaituzu gero!

PARA ESCUCHAR

Zeruetan betiko
elkartu gaitezen,
santutasun bidetik
jo dezagun hemen!
Buruzagi zoriontsu
Mikel Goiaingeru!
gutaz oroitu eta
gu beti babestu!
Bazoaz Aralarra
Aingeru Santua
zerua iristeko
ema















https://www.youtube.com/watch?v=3-27lBEntHg


lunes, 9 de junio de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS

SERMÓN DE LA MONTAÑA


Las Bienaventuranzas o beatitudes, expresan cómo debe ser la vida del cristiano, dónde está su verdadera realización y cómo logrará obtener no sólo la felicidad, sino la vida eterna. No en vano las bienaventuranzas han sido llamadas "El compendio del Plan de Dios para el Hombre".

"Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los mansos porque ellos poseern la tierra. Bienaventurados los hambrientos y sedientos de Santidad, porque ellos serán saciados.

 Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos conseguirán la misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos a causa de la santidad, porque de ellos es el reino de los cielos.

Bienaventurados ustedes cuando los maldijeren y persiguieren y dijeren, mintiendo, todo mal contra ustedes por mi causa. Alégrense, porque la recompensa de ustedes será grande en los cielos". (Mt 5,3-12).


PARA ESCUCHAR

sábado, 7 de junio de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS

SI YO QUIERO QUE ÉSTE PERMANEZCA HASTA QUE YO VENGA, ¿A TI QUÉ? 
TÚ SÍGUEME



Este relato corresponde al ultimo capitulo del Evangelio según San Juan. Por la confrontación de textos se ve que el evangelista es el discípulo al que amaba Jesús, del mismo modo, es el mismo que en la cena descansó sobre el pecho del Señor.

Pedro y Juan aparecen frecuentemente en amistad, leemos en hechos 3:1 “Subían un día Pedro y Juan al templo”… Hechos 3:3-4; “Pues como este viese a Pedro y a Juan…Pedro entonces fijando con Juan la vista..” 3:11 “Teniendo, pues, él de la mano a Pedro y a
Juan.”

Por eso Pedro, que debió de comprender que Cristo aludía a su muerte, se interesó por la suerte de su amigo Juan con relación a su muerte. 

Pero Cristo le respondió: “Si Yo quisiera que éste permaneciese hasta que yo venga, ¿a ti qué (te importa)? Tú sígueme” Si la amistad llevaba a Pedro a querer saber esto, eran planes de Dios, en los que él no debía introducirse. Es la actitud de Cristo en los evangelios.

La pregunta que Pedro plantea, a continuación, a Jesús sobre la suerte del discípulo amado recibe de parte del Maestro una respuesta que no deja lugar a equívocos, en la que afirma la libertad soberana de Dios respecto a cada hombre.


PARA ESCUCHAR

viernes, 6 de junio de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS

PEDRO, 
¿ME QUIERES? 
APACIENTA MIS OVEJAS


También en el ministerio de Pedro se manifiesta, por una parte, la debilidad propia del hombre, pero a la vez también la fuerza de Dios: el Señor manifiesta su fuerza precisamente en la debilidad de los hombres, demostrando que él es quien construye su Iglesia mediante hombres débiles. (...) La tercera referencia al Primado se encuentra en el evangelio de san Juan. El Señor ha resucitado y, como Resucitado, encomienda a Pedro su rebaño. También aquí se compenetran mutuamente la cruz y la resurrección. Jesús predice a Pedro que su camino se dirigirá hacia la cruz. En esta basílica, erigida sobre la tumba de Pedro, una tumba de pobres, vemos que el Señor precisamente así, a través de la cruz, vence siempre. No ejerce su poder como suele hacerse en este mundo. Es el poder del bien, de la verdad y del amor, que es más fuerte que la muerte. Sí, como vemos, su promesa es verdadera: los poderes de la muerte, las puertas del infierno no prevalecerán contra la Iglesia que él ha edificado sobre Pedro y que él, precisamente de este modo, sigue edificando personalmente. Benedicto XVI, 29 de junio de 2006. 


PARA ESCUCHAR

jueves, 5 de junio de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS

PARA QUE EL MUNDO CREA 
QUE TÚ ME HAS ENVIADO


Hoy, encontramos en el Evangelio un sólido fundamento para la confianza: «Padre santo, no ruego sólo por éstos, sino también por aquellos que (...) creerán en mí» (Jn 17,20). Es el Corazón de Jesús que, en la intimidad con los suyos, les abre los tesoros inagotables de su Amor. Quiere afianzar sus corazones apesadumbrados por el aire de despedida que tienen las palabras y gestos del Maestro durante la Última Cena. Es la oración indefectible de Jesús que sube al Padre pidiendo por ellos. ¡Cuánta seguridad y fortaleza encontrarán después en esta oración a lo largo de su misión apostólica! En medio de todas las dificultades y peligros que tuvieron que afrontar, esa oración les acompañará y será la fuente en la que encontrarán la fuerza y arrojo para dar testimonio de su fe con la entrega de la propia vida.

La contemplación de esta realidad, de esa oración de Jesús por los suyos, tiene que llegar también a nuestras vidas: «No ruego sólo por éstos, sino también por aquellos que (...) creerán en mí». Esas palabras atraviesan los siglos y llegan, con la misma intensidad con que fueron pronunciadas, hasta el corazón de todos y cada uno de los creyentes.

En el recuerdo de la última visita de Juan Pablo II a España, encontramos en las palabras del Papa el eco de esa oración de Jesús por los suyos: «Con mis brazos abiertos os llevo a todos en mi corazón —dijo el Pontífice ante más de un millón de personas—. El recuerdo de estos días se hará oración pidiendo para vosotros la paz en fraterna convivencia, alentados por la esperanza cristiana que no defrauda». Y ya no tan cercano, otro Papa hacía una exhortación que nos llega al corazón después de muchos siglos: «No hay ningún enfermo a quien le sea negada la victoria de la cruz, ni hay nadie a quien no le ayude la oración de Cristo. Ya que si ésta fue de provecho para los que se ensañaron con Él, ¿cuánto más lo será para los que se convierten a Él?» (San León Magno).


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miércoles, 4 de junio de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS

TARSICIO DE AZCONA, 
PREMIO PRÍNCIPE DE VIANA



El sacerdote e historiador Jesús Morrás Santamaría (Tarsicio Azcona) ha recibido este mediodía, de manos de los príncipes de Asturias y Viana, el Premio Príncipe de Viana 2014, que concede el Gobierno de Navarra para reconocer la trayectoria de personas o entidades relevantes en el mundo de la cultura, tanto en los ámbitos de las artes plásticas o la literatura, como en los de la ciencia, la técnica o la investigación.

Tarsicio Azcona es el pseudónimo literario y nombre religioso de Jesús Morrás Santamaría, sacerdote e historiador de reconocido prestigio intelectual, especializado en historia de la iglesia española en tiempos de Enrique IV y de los Reyes Católicos, y en algunos personajes históricos. Es autor, entre otras, de una biografía numerosas veces reeditada y muy reconocida de la reina Isabel la Católica.

Estudió Humanidades en el seminario de Capuchinos de Alsasua, Filosofía en Estella y Teología en Pamplona. Fue ordenado sacerdote en 1946. Cursó estudios superiores de Historia de la Iglesia en Roma, donde obtuvo el título de doctor en Historia de la Iglesia junto con dos diplomas de Biblioteconomía y Archivística en la Escuela del Vaticano.

El Gobierno de Navarra había recibido en esta edición 8 candidaturas para optar a este galardón, las de José María Goicoechea Aizcorbe, Juan Cruz Labeaga Mendiola, Ramón Macías Mora, Ana Mari Marín, Francisco Javier Martínez Bernal, María Ángeles Mezquíriz Irujo, Santiago Montobbio y Jesús Morrás Santamaría.

El premio ha sido otorgado por el Gobierno foral a la vista de la propuesta realizada por el jurado, que está integrado por el Consejo
Integran además el Consejo Navarra de Cultura la presidenta de la Sociedad de Estudios Históricos de Navarra, Mercedes Galán; el deán y archivero-bibliotecario de la Catedral de Pamplona, Julio Gorricho; el abogado, profesor universitario y escritor Pedro Charro; el periodista e investigador, Gabriel Imbuluzqueta Alcasena; el historiador, Javier Itúrbide; la historiadora, Carmen Jusué; el cineasta, Koldo Lasa; el documentalista, Joaquím Llansó; el escenógrafo, Tomás Muñoz; el editor Ricardo Pita; el gerente del Orfeón Pamplonés, Joaquín Romero; la presidenta de la Sociedad de Conciertos Santa Cecilia y vicepresidencia de la Fundación Pablo Sarasate, María Jesús Artaiz y la gestora cultural, Nieves Beloqui.

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martes, 3 de junio de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS

Carlos Luanga y compañeros, Santos

Mártires en Uganda


Esa mañana, cuando el rey Mwanga reunió la corte, vibraba en el aire una espasmódica espera. En la sala se notaba la presencia insólita de algunos energúmenos, mientras el grupo de los pajes reales, espléndidos ejemplares de belleza negra, se agolpaban alrededor del trono. Mwanga les dio una orden extraña: “Todos los que no quieran rezar pueden quedarse aquí cerca del trono; en cambio, los que quieran rezar reúnanse allá contra la pared”. El jefe de los pajes, Carlos Lwanga, fue el primero en apartarse, y luego lo siguieron otros quince. “¿Pero ustedes rezan de verdad?”, preguntó el rey. “Sí, señor mío, nosotros rezamos de verdad” contestó Carlos en nombre de todos sus compañeros cristianos, que habían pasado toda la noche anterior rezando. “¿Y están resueltos a seguir rezando?” insistió el rey. “Sí, señor mío, siempre, hasta la muerte”. “Entonces, mátenlos” les dijo bruscamente el rey a los verdugos. En efecto, “rezar” equivalía a “ser cristianos” en ese reino de Mwanga, rey de Buganda, una región que actualmente pertenece a Uganda. Y en el reino de Mwanga rezar, es decir, ser cristianos, estaba absolutamente prohibido.

Los comienzos, en realidad, habían sido buenos. El rey Mutesa al principio había acogido bien, en 1879, a los Padres Blancos de Lavigérie, que después tuvieron que retirarse por las intrigas de algunos jefes. Después, en 1885, fueron llamados nuevamente por Mwanga, y encontraron cristianos comprometidos que ocupaban cargos de responsabilidad. El “katikiro”, una especie de canciller, había tramado una conjuración contra el rey, pero fue descubierto por los cristianos. Entonces este se alió con los notables y brujos, y esta alianza fue fatal para los cristianos. José Mukasa Balikuddembe, consejero del rey, fue decapitado el 15 de noviembre de 1885; en mayo de 1886 fueron muertos Dionisio Sbuggwawo, Ponciano Ngondwe, Andrés Kaggwa, Atanasio Bazzekuketta, Gonzaga Gonga, Matías Kalemba, Noé Mwaggali.

Después les tocó el turno a los pajes de los que hablábamos; pero tres se salvaron, según el uso, sacados a suerte. Entre los trece “mártires” se encontraba Mbaga Tuzinda, hijo del jefe de los verdugos. Naturalmente trató repetidamente de salvarlo, pero él no quiso separarse de sus compañeros. Entre ellos también había un niño de trece años, Kizito. Los veintidós mártires de Uganda fueron beatificados por Benedicto XV, y canonizados por Pablo VI el 18 de octubre de 1964, en presencia de los Padres del Concilio Vaticano II; y el mismo Pablo VI consagró en 1969 el altar del grandioso santuario construido en Namugongo, en donde los trece pajes, dirigidos por Carlos Lwanga, quisieron “rezar hasta la muerte”

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lunes, 2 de junio de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS

BUENAS NOTICIAS


Hoy podemos tener la sensación de que el mundo de la fe en Cristo se debilita. Hay muchas noticias que van en contra de la fortaleza que querríamos recibir de la vida fundamentada íntegramente en el Evangelio. Los valores del consumismo, del capitalismo, de la sensualidad y del materialismo están en boga y en contra de todo lo que suponga ponerse en sintonía con las exigencias evangélicas. No obstante, este conjunto de valores y de maneras de entender la vida no dan ni la plenitud personal ni la paz, sino que sólo traen más malestar e inquietud interior. ¿No será por esto que, hoy, las personas van por la calle enfurruñadas, cerradas y preocupadas por un futuro que no ven nada claro, precisamente porque se lo han hipotecado al precio de un coche, de un piso o de unas vacaciones que, de hecho, no se pueden permitir?

Las palabras de Jesús nos invitan a la confianza: «¡Ánimo!: yo he vencido al mundo» (Jn 16,33), es decir, por su Pasión, Muerte y Resurrección ha alcanzado la vida eterna, aquella que no tiene obstáculos, aquella que no tiene límite porque ha vencido todos los límites y ha superado todas las dificultades. 

Los de Cristo vencemos las dificultades tal y como Él las ha vencido, a pesar de que en nuestra vida también hayamos de pasar por sucesivas muertes y resurrecciones, nunca deseadas pero sí asumidas por el mismo Misterio Pascual de Cristo. ¿Acaso no son “muertes” la pérdida de un amigo, la separación de la persona amada, el fracaso de un proyecto o las limitaciones que experimentamos a causa de nuestra fragilidad humana?

Pero «sobre todas estas cosas triunfamos por Aquel que nos amó» (Rom 8,37). Seamos testigos del amor de Dios, porque Él en nosotros «ha hecho (...) cosas grandes» (Lc 1,49) y nos ha dado su ayuda para superar toda dificultad, incluso la muerte, porque Cristo nos comunica su Espíritu Santo.


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