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“ALSERDELAPALABRA” presenta a sus seguidores, breves reflexiones nacidas de la experiencia de la vida ordinaria. Las escribiré con la frescura de lo sencillo y con la esperanza de lo sublime. Espero que mi pluma sea dócil y vuestra aceptación generosa.
lunes, 24 de noviembre de 2014
SENCILLAS VIVENCIAS
domingo, 23 de noviembre de 2014
SENCILLAS VIVENCIAS
Iesu Communio pide ayuda para terminar la nueva iglesia... y sus dulces
de Navidad son una idea
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"Nos
parece un sueño ver alzarse ya la nueva iglesia en nuestra casa. Nuestro
deseo es que en este templo consagrado al Señor, Él sea amado y bendecido;
que sea un lugar de oración, donde se pueda celebrar la liturgia y
los sacramentos con dignidad", explican las religiosas de Iesu
Communio en su solicitud de ayuda para terminar la construcción del
templo.
"La construcción de este nuevo templo era yaapremiante tanto para
nosotras, las hermanas que pasamos largas horas del día en la iglesia,
como para vosotros, que os acercáis sedientos de Cristo y de su Palabra a
nuestras celebraciones y oraciones", añaden.
Pudieron iniciarlo gracias al apoyo inicial de un bienhechor, pero aún queda
mucho: "Hemos tratado de hacer todo con sobriedad, pero con
la dignidad propia de una casa de Dios. Después de pagar la construcción
de la Iglesia, todavía necesitaríamos ayuda para bancos, confesionarios,
megafonía, calefacción, etc. Por eso nos atrevemos a pedirte, si es posible,
tu aportación económica –aunque sea pequeña, es mucho–, y sobre todo tu
oración para que perseveremos en el amor a Cristo y a su Iglesia".
Una vía es la transferencia bancaria a través de los datos que proponen en su
página web. Y una vía complementaria es que
los dulces que adornen la mesa esta Navidad sean los que fabrican
en su obrador con la maestría propia de tantos conventos de
monjas y religiosas.
PARA ESCUCHAR
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sábado, 22 de noviembre de 2014
SENCILLAS VIVENCIAS
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viernes, 21 de noviembre de 2014
SENCILLAS VIVENCIAS
Jesús lloró ante
Jerusalén y llora ante aquellos que no se dejan sorprender por Él, dice el Papa
Jesús llora
también hoy cuando las puertas de nuestro corazón, de los pastores, de la
Iglesia, se cierran a sus sorpresas no reconociendo a Aquel que trae la paz.
Fue el tema central
de la homilía del Papa Francisco enla Misa matutina celebrada en la capilla de
la Casa de Santa Marta este jueves 20 de noviembre.
Jesús llora por Jerusalén, porque no ha reconocido a Aquel que trae la paz. Comentando el Evangelio del día, el Papa explicó que el Señor llora por “la cerrazón del corazón” de la “ciudad elegida,del pueblo elegido. Porque ¡no tenía tiempo de abrirle la puerta! Estaba demasiado ocupada y muy satisfecha de sí misma. Y Jesús sigue llamando a las puertas, como ha llamado a la puerta del corazón de Jerusalén: a las puertas de sus hermanos, de sus hermanas; a nuestras puertas, a las puertas de nuestro corazón, a las puertas de su Iglesia. Jerusalén se sentía contenta, tranquila con su vida y no tenía necesidad del Señor: no se había dado cuenta de la necesidad de salvación que tenía. Y por esta razón cerró su corazón ante el Señor”. “El llanto de Jesús” por Jerusalén – afirmó Francisco – es “el llanto por su Iglesia, hoy, por nosotros”.
“¿Y por qué Jerusalén no había recibido al Señor? Porque estaba tranquila con lo que tenía, no quería problemas. Pero también – lo dice el Señor en el Evangelio – ‘si hubieras comprendido también tú, en este día, lo que te trae la paz. No has reconocido el tiempo en el que has sido visitada’. Tenía miedo de ser visitada por el Señor; tenía miedo de la gratuidad de la visita del Señor. Estaba segura en las cosas que ella podía administrar. Estamos seguros en las cosas que nosotros podemos administrar… Pero nosotros no podemos administrar la visita del Señor, sus sorpresas”.
A lo que el Papa Francisco añadió: “Y de esto tenía miedo Jerusalén: de ser salvada por el camino de las sorpresas del Señor. Tenía miedo del Señor, de su Esposo, de su Amado. Y así Jesús llora. Cuando el Señor visita a su pueblo, nos trae la alegría, nos trae la conversión. Y todos nosotros tenemos miedo no de la alegría, ¡no! – pero sí de la alegría que trae el Señor, porque no podemos controlarla. Tenemos miedo de la conversión, porque convertirse significa dejar que el Señor nos conduzca”.
“Jerusalén estaba tranquila, contenta – prosiguió diciendo el Papa –, el templo funcionaba. Los sacerdotes hacían sacrificios, la gente iba en peregrinación, los doctores de la ley habían organizado todo, ¡todo! ¡Todo claro! Todos los mandamientos claros… Y con todo esto Jerusalén tenía la puerta cerrada”. La cruz, “precio de aquel rechazo” – observó Francisco – nos muestra el amor de Jesús, lo que lo lleva “a llorar también hoy – tantas veces – por su Iglesia”.
“Yo me pregunto: hoy nosotros los cristianos, que conocemos la fe, el catecismo, que vamos a Misa todos los domingos, nosotros los cristianos, nosotros los pastores, ¿estamos contentos de nosotros? Porque tenemos todo ordenado y no tenemos necesidad de nuevas visitas del Señor… Y el Señor sigue llamando a la puerta, de cada uno de nosotros y de su Iglesia, de los pastores de la Iglesia. Eh, sí, la puerta de nuestro corazón, de la Iglesia, de los pastores no se abre: el Señor llora, también hoy”.
Por último el Papa invitó a hacer un examen de conciencia: “Pensemos en nosotros – dijo –, ¿cómo estamos en este momento ante Dios?”
PARA ESCUCHAR
jueves, 20 de noviembre de 2014
SENCILLAS VIVENCIAS
Texto completo de la catequesis del Santo Padre en la audiencia
general
"Queridos
hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Un gran don del
Concilio Vaticano II ha sido el de haber recuperado una visión de Iglesia
fundada en la comunión, y de hacer entendido de nuevo también el principio
de la autoridad y de la jerarquía en esta perspectiva. Este nos ha
ayudado a entender mejor que todos los cristianos, en cuanto bautizados, tienen
igual dignidad delante del Señor y están unidos por la misma vocación, que es
la de la santidad. Ahora nos preguntamos: ¿en qué consiste esta vocación
universal a ser santos? ¿Y cómo podemos realizarla?
En primer lugar
debemos tener muy presente que la santidad no es algo que conseguimos nosotros,
que obtenemos nosotros con nuestras cualidades y nuestras capacidades. La
santidad es un don, es el don que nos hace el Señor Jesús, cuando nos toma
consigo y nos reviste de sí mismo, nos hace como Él. En la Carta a los Efesios,
el apóstol Pablo afirma que "Cristo ha amado a la Iglesia y se ha dado a
sí mismo por ella, para hacerla santa". Así es, realmente la santidad es
el rostro más bello de la Iglesia, el rostro más bello: es descubrirse de nuevo
en comunión con Dios, en la plenitud de su vida y de su amor. Se entiende, por
tanto, que la santidad no es una prerrogativa solamente de algunos: la santidad
es un don que es ofrecido a todos, ningún excluido, por lo que constituye el
carácter distintivo de cada cristiano.
Todo esto nos hace
comprender que, para ser santos, no es necesario por fuerza ser obispo,
sacerdote o religioso… No ¡Todos estamos llamados a ser santos! Muchas veces,
antes o después, estamos tentados a pensar que la santidad está reservada
solamente a los que tienen la posibilidad de despegarse de los quehaceres
diarios, para dedicarse exclusivamente a la oración. ¡Pero no es así! Alguno
piensa que la santidad es cerrar ojos, poner cara de estampita, así. No, no es
esa la santidad. La santidad es algo más grande, más profundo que nos da Dios.
Es más, es
precisamente viviendo con amor y ofreciendo el propio testimonio cristiano en
las ocupaciones de cada día que estamos llamados a ser santos. Y cada uno en
las condiciones y en el estado de vida en el que se encuentra. ¿Eres
consagrado, consagrada? Sé santo viviendo con alegría tu donación y tu
ministerio. ¿Estás casado? Sé santo amando y cuidando a tu marido o a tu mujer,
como Cristo ha hecho con su Iglesia. ¿Eres un bautizado no casado? Sé santo
cumpliendo con honestidad y competencia tu trabajo ofreciendo tiempo al
servicio de los hermanos 'Pero padre, yo trabajo en una fábrica, yo trabajo
como contable, siempre con los números, allí no se puede ser santo'. ¡Sí, se
puede! Allí donde trabajas, puedes ser santo. Dios te da la gracia para ser
santo Dios se comunica contigo, siempre, en cualquier lugar se puede ser santo.
Abrirse a esta gracia que trabaja dentro y nos lleva a la santidad. ¿Eres padre
o abuelo? Sé santo enseñando con pasión a los hijos y a los nietos a conocer y
a seguir a Jesús. Y es necesaria mucha paciencia para esto, para ser buen
padre, o un buen abuelo, una buena madre, una buena abuela, es necesaria mucha
paciencia. Y en esta paciencia viene la santidad, ejercitando la
paciencia. ¿Eres catequista, educador o voluntario? Sé santo convirtiéndote en
signo visible del amor de Dios y de su presencia junto a nosotros. Así es: cada
estado de vida lleva a la santidad, siempre. En tu casa, en la calle, en el
trabajo, en la Iglesia, en ese momento, en el estado de vida que tienes
se ha abierto el camino a la santidad. No os desaniméis de ir sobre este
camino, es precisamente Dios quien te da la gracia. Y lo único que pide el
Señor es que estemos en comunión con Él y al servicio de los hermanos
En este punto, cada
uno de nosotros puede hacer un poco examen de conciencia. Y ahora podemos
hacerlo, cada uno se responde así mismo, dentro, en silencio. ¿Cómo hemos
respondido hasta ahora a la llamada del Señor a la santidad? ¿Tengo ganas
de hacerme un poco mejor, de ser más cristiano, más cristiana? Este es el
camino a la santidad. Cuando el Señor nos invita a ser santos, no nos llama a
algo pesado, triste. ¡Todo lo contrario! ¡Es la invitación a compartir su
alegría, a vivir y a ofrecer con alegría cada momento de nuestra vida,
haciéndolo convertirse al mismo tiempo en un don de amor por las personas que
están cerca de nosotros. Si comprendemos esto, todo cambia y adquiere un
significado nuevo, un significado hermoso, comenzando por las pequeñas cosas de
cada día. Un ejemplo: una señora va al mercado a hacer la compra y encuentra a
una vecina y empiezan a hablar y después llegan los chismorreos. Y esta señora
dice, no, yo no hablaré mal de nadie. Esto es un paso a la santidad, esto te
ayuda a ser más santo. Después en tu casa, el hijo te pide hablar un poco de
sus cosas fantasiosas, 'estoy cansado, he trabajado mucho hoy'. Pero tú,
acomódate y escucha tu hijo, que lo necesita, te pones cómodo, le escuchas con
paciencia. Esto es un paso a la santidad. Después termina el día, estamos todos
cansados, pero la oración, hacemos la oración. Eso es un paso a la santidad.
Después llega el domingo, vamos a misa a tomar la comunión, a veces antes una
confesión que nos limpie un poco. Y después la Virgen, tan buena, tan hermosa,
tomo el rosario y la rezo. Esto es un paso a la santidad. Y tantos pasos a la
santidad, pequeños. Después voy por la calle veo un pobre, un necesitado, me
paro y le pregunto algo. Es un paso a la santidad. Pequeñas cosas. Son pequeños
pasos hacia la santidad. Cada paso a la santidad nos hará personas mejores,
libres del egoísmo y de la clausura en sí mismos, y abiertos a los hermanos y a
sus necesidades.
Queridos amigos, en la
Primera Lectura de san Pedro se nos dirige esta exhortación: "Cada uno
viva según la gracia recibida, poniéndola al servicio de los otros, como buenos
administradores de una multiforme gracia de Dios. Quien habla, lo haga como con
palabras de Dios; quien ejercita un oficio, lo haga con la energía recibida de
Dios, para que en todo sea glorificado Dios por medio de Jesucristo".
¡Es esta la invitación
a la santidad! Acojámosla con alegría, y apoyémonos los unos a los otros,
porque el camino hacia la santidad no se recorre solos, cada uno por su cuenta
no puede hacerlo, sino que se recorre juntos, en ese único cuerpo que es la Iglesia,
amada y hecha santa por el Señor Jesús.
Vamos adelante con
valentía en este camino de la santidad".
(Traducido y
transcrito del audio por ZENIT)
PARA ESCUCHAR
miércoles, 19 de noviembre de 2014
martes, 18 de noviembre de 2014
SENCILLAS VIVENCIAS
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lunes, 17 de noviembre de 2014
SENCILLAS VIVENCIAS
"Necesitamos
como pueblo una regeneración moral"
Lunes, 17 de Noviembre de 2014
Discurso inauguración Asamblea Plenaria
En el discurso de inauguración de la
Asamblea Plenaria, que se celebra desde hoy y hasta el próximo viernes en
Madrid, el Arzobispo de Valladolid y Presidente de la Conferencia Episcopal
Española ha abordado cuestiones de actualidad social y eclesial, entre las que
destacan sus palabras sobre la corrupción y el derecho a la vida de los más
débiles.
Mons. Blázquez ha afirmado que “no
podemos inhibirnos de la situación de la sociedad de la que formamos parte y a
la que queremos servir. Es una convicción generalizada y un clamor que resuena
en todos los rincones, el que necesitamos como pueblo una regeneración moral.
La noticia de tantos hechos que nos abochornan, desmoralizan y entristecen debe
llevarnos a detectar las causas y a cambiar el curso de las cosas (…) Sin
conducta moral, sin honradez, sin respeto a los demás, sin servicio al bien
común, sin solidaridad con los necesitados, nuestra sociedad se degrada (…)
¡Cuánto despiertan, vigorizan y rearman moralmente la conciencia, el
reconocimiento y el respeto de Dios!”.
No es un tumor, sino un
hijo
Sobre la retirada por parte del
Gobierno del proyecto de ley en defensa del niño concebido y no nacido, y de la
ayuda a la madre que se siente angustiada ante el nacimiento de su hijo en
gestación, el Presidente de la CEE ha señalado que en su día fue un hecho que
nos entristeció y desconcertó, y que hoy “continuamos padeciendo el mismo
desconcierto y reclamando lo prometido en el programa electoral” (…) “¿Cómo es
posible –se ha preguntado Mons. Blázquez- que el Tribunal Constitucional no
haya respondido todavía al recurso que hace cuatro años le fue presentado
contra la segunda ley del aborto? Los cristianos, junto con otras muchas
personas, queremos que la persona nunca sea considerada como medio, sino como
fin. (…) Con predilección queremos defender la vida de los más débiles,
entre los que se encuentran los niños concebidos y no nacidos. También a estos
debe llegar la defensa de los pobres y excluidos. La ciencia enseña que desde
la concepción hay un tercer ser humano distinto de los padres. No es un tumor,
sino un hijo. Deseo que cuanto antes sea cambiada eficazmente la legislación en
el sentido de defender la vida de los niños en camino y de ayudar a las madres
para llevar a término el embarazo”.
Ante nuevos desafíos, actitudes
renovadas
El Arzobispo de Valladolid ha
dedicado una parte de su discurso a informar sobre el Sínodo Extraordinario de
los Obispos que se acaba de celebrar en El Vaticano sobre la familia en el
marco de la evangelización. Como miembro de la Asamblea, Mons. Blázquez ha
contextualizado lo que allí se ha trabajado. “Los riesgos que corren el
matrimonio y la familia – ha apuntado-, y la esperanza que debemos mantener en
estas realidades básicas, reclamaban un esfuerzo renovado e intenso”.
El Presidente de la CEE ha
destacado que, como ha sucedido en el Sínodo, “cuando se invita a participar
desde el principio se propicia la atención al recorrido posterior”. Ha ido
desgranando las distintas etapas y la perspectiva en que debe ser interpretada
la Relación final, de cara a la Asamblea Ordinaria que, sobre el mismo tema
general, se celebrará en octubre de 2015.
Mons. Blázquez ha querido
poner el acento en que la Asamblea debe ser vista como “un ejercicio de
colegialidad y sinodalidad (…) Debemos caminar juntos: la gente, los obispos y
el Papa”. Y en este sentido, ha explicado como el Sínodo “se ha acercado
compasivamente a las llagas de las familias, que necesitan samaritanos para
curarlas con el aceite del consuelo y el vino de la esperanza (…) El Evangelio
muestra con claridad la diferencia entre el dinamismo legalista y el dinamismo
de la misericordia. Fidelidad al Evangelio y compasión con los que sufren son
inseparables (…) No se trataba tanto de repetir la doctrina católica sobre la
familia cuanto de escuchar los desafíos pastorales que plantean determinadas
situaciones de las familias”.
Así, por ejemplo, Mons.
Blázquez ha subrayado la importancia de tomarse en serio la profunda crisis
cultural que atraviesa la familia y revisar los motivos por los cuáles ha
descendido entre nosotros el número de matrimonios canónicos y de matrimonios
en general. “Es necesario ahondar en la relación entre fe cristiana y
sacramento del matrimonio”, como se pide en la Relación del Sínodo. “Si la
identidad cristina está oscurecida, lo estará obviamente el sacramento del
matrimonio”.
Los desafíos que nos plantean
las nuevas situaciones son muchos y es necesario abordarlos con “actitudes
renovadas”, entendiendo, como muestra el estilo de la propia Relación final del
Sínodo, que estamos ante documento que no está cerrado, “sino abierto al
estudio y a la reflexión”.
Mons. Blázquez se ha referido,
por último, al V Centenario del nacimiento de santa Teresa de Jesús, que se
inició con la celebración de una Eucaristía en Ávila el pasado 15 de octubre.
Con palabras de Santa Teresa, “¡ya es tiempo de caminar!”. Recordar hoy a Santa
Teresa, una mujer del siglo XVI, “nos enseña a aprender del pasado, si le
diéramos la espalda, recortaríamos las posibilidades de nuestro presente y de
nuestro futuro”.
El Presidente de la CEE ha
recordado que los obispos peregrinarán a Ávila al final de la próxima Asamblea
Plenaria, en abril de 2015, y se ha mostrado confiado en que durante la
efeméride del V Centenario, el Papa Francisco pueda visitar la cuna de santa
Teresa, en Ávila, y su sepulcro, en Alba de Tormes (Salamanca).
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domingo, 16 de noviembre de 2014
SENCILLAS VIVENCIAS
La Manif Pour Tous'
denuncia el proyecto de 'deconstrucción' de la familia
La presidenta del
colectivo, Ludovine Dutheil de la Rochère, interviene en el XVI Congreso
Católicos y Vida Pública. Afirma que 'la Ley Taubira es aberrante y debe ser
combatida'
La
presidenta de "La Manif Pour Tous", Ludovine
Dutheil de la Rochère, ha advertido este sábado que "en Francia
ya no se habla de la familia sino de familias". "Se dice que hay
muchos tipos de familia, que esto es maravilloso y que no tiene repercusiones,
cuando es absolutamente falso", ha señalado. "Los niños y los jóvenes
lo están pasando mal", ha asegurado, y este hecho no puede
desconectarse de la crisis que sufre el concepto de familia como resultado de
su equiparación con otros modelos de convivencia.
Durante su intervención en el XVI Congreso Católicos y
Vida Pública, que se está celebrando estos días en Madrid, la presidenta de
"La Manif Pour Tous" ha lamentado que el gobierno francés asuma
"todas las reivindicaciones de la ideología de género". En esta
línea, ha criticado "el proyecto de deconstrucción de la
familia" que trata de llevar a término el ejecutivo galo. "Los
jóvenes son los primeros en valorar la familia, pero no hay propuestas
políticas para la familia exceptuando la de la deconstrucción", ha
reiterado. Ante esta situación, ha pedido a las familias que reaccionen
contra "el individualismo, el materialismo y el libertinaje".
La activista francesa ha constado también la necesidad
que tiene cada niño de disfrutar de la protección y acompañamiento de un padre
y una madre. "Más que un derecho, es una necesidad, y el legislador ha
aceptado de forma consciente la privación de este derecho", ha dicho en
alusión a la denominada Ley Taubira, por la que se legalizan las uniones
homosexuales. Pese a la aprobación de dicha norma, Dutheil de la
Rochère ha apuntado que "La Manif Pour Tous" está lejos de
anunciar el fin de la lucha, y ha insistido en que este movimiento cívico
"sigue su camino". "La Ley Taubira es una ley aberrante que no
se basa en la realidad y que debe ser combatida", ha explicado.
Asimismo, la líder de este colectivo se ha referido a
la cuestión de los vientres de alquiler como uno de los flancos en los que se
puede plantar batalla. "El reconocimiento de la filiación a las parejas
homosexuales requerirá de la práctica de este bricolaje de la concepción",
ha expuesto. "Si actuamos rápidamente, podremos llegar a impedir que se
utilicen vientres de alquiler y quizás podremos cambiar el rumbo de las
cosas". Sobre este tema también ha querido dejar claro que "no hay un
vientre de alquiler ético". Por lo general, esta práctica supone "una
explotación de las mujeres pobres". "Los vientres de alquiler --ha
añadido-- convierten a la mujer en un mero instrumento y al niño en un producto
comercial". "Por eso nos apoyan algunos grupos feministas y
ecologistas", ha revelado.
Duthiel de la Rochère ha sido presentada por la
exministra de Medio Ambiente, Isabel Tocino, que ha prevenido del "efecto
contagio" que generan este tipo de normas "contra natura".
Además, la actual miembro del Consejo de Estado ha llamado a la
movilización de los que creen en la familia. "No dejemos que los que se
manifiestan sean sólo los que piensan de forma distinta a nosotros, pienso que
somos una mayoría demasiado silenciosa", ha concluido.
PARA ESCUCHAR
http://www.romereports.com/pg159099-ocho-consejos-del-papa-francisco-para-mejorar-la-vida-en-familia-es
CURIOSIDAD
http://www.romereports.com/pg159101-guardia-suizo-publica-libro-de-cocina-con-las-recetas-favoritas-de-francisco-y-benedicto-xvi-es
sábado, 15 de noviembre de 2014
SENCILLAS VIVENCIAS
Francisco en Sta. Marta:
para transmitir la fe a los niños es necesario el ejemplo
En la homilía de este
viernes, el Santo Padre ha predicado a un grupo de niños y adolescentes de una
parroquia de Roma
¿Cómo
enseñar la fe a los niños y jóvenes de hoy en día? Es la pregunta que el papa
Francisco se ha hecho esta mañana en la homilía de la misa de Santa Marta, a la
que han asistido un grupo de niños y adolescentes de una parroquia romana. Y
para transmitir la fe y ayudarles a hacer experiencia de la verdad y del amor
-ha afirmado- los adultos deben dar ejemplo más que palabras.
El Papa ha preguntado a los pequeños ¿qué dejamos al
futuro? "¿Enseñamos lo que hemos escuchado en la primera lectura: caminar
en el amor y en la verdad? ¿O lo enseñamos con las palabras, pero nuestra vida
va por otra parte? ¡Pero para nosotros mirar a los niños es una
responsabilidad! Un cristiano debe cuidar a los adolescentes, a los niños y
transmitir la fe, transmitir lo que vive, que está en su corazón. ¡No podemos
ignorar las plantas que crecen!", ha exclamado el Santo Padre.
Tal y como ha afirmado el Papa en la homilía, todo
depende de asumir la actitud justa con los jóvenes. Y nuevamente se ha
preguntado "¿cómo es mi actitud? ¿Es la actitud de un hermano, de padre,
de madre, de hermana, que lo hace crecer o es una actitud de desapego: 'ellos
crecen, yo hago mi vida...?"
Por eso, el Pontífice ha asegurado que "todos
nosotros tenemos una responsabilidad de dar lo mejor que tenemos y lo mejor que
tenemos es la fe: dársela a ellos, ¡pero darla con el ejemplo!" Y es que
-ha indicado- con las palabras no sirve, con las palabras... ¡Hoy las palabras
no sirven! En este mundo de la imagen, todos estos tienen móviles y las
palabras no sirven... ¡Ejemplo, ejemplo! ¿Qué les doy?
El Papa ha preguntado a los niños por qué estaban en
misa y alguno se ha animado a responder "para verte". A lo que el
Papa ha respondido: "también yo estoy contento de veros". Y así les
ha preguntado quién de ellos había recibido la primera comunión, la
confirmación y a continuación ha recordado que el bautismo "abre la puerta
a la vida cristiana" y que justo después comienza un "camino a lo
largo de toda la vida". Caminar en la verdad y en el amor, como se ha
escuchado en la pasaje de la Carta de Juan. Más adelante, llegarán otros
sacramentos como el matrimonio. Este camino -ha precisado- es importarte saber
vivirlo, saber vivirlo como Jesús.
Finalmente, prosiguiendo el diálogo, Francisco ha
añadido: "en estos sacramentos, ¿la oración es un sacramento?...
¡Fuerte!... ¡No! ¡Es verdad, no! La oración no es un sacramento pero debemos
rezar. ¿No sabéis si debéis rezar? Vale, bien... ¡Sí! Rezar al Señor, rezar a
Jesús, rezar a la Virgen para que nos ayuden en este camino de la verdad y del
amor. ¿Habéis entendido?"
Y así ha concluido: "habéis venido para verme,
¿quién lo había dicho? Tú, es verdad. Pero también para ver a Jesús. ¿De
acuerdo? ¿O dejamos a Jesús aparte?" Pregunta a la que los niños han
respondido: "¡No!"
De este modo, el Pontífice ha recordado a los
pequeños: ahora viene Jesús al altar. ¡Y lo veremos todos! ¡Es Jesús! En este
momento debemos pedir a Jesús que nos enseñe a caminar en la verdad y en el
amor. ¿Lo decimos juntos? (todos juntos) 'Caminar en la verdad y en el
amor'".
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