SABER PARARNOS A PENSAR
Casi todos los días, cuando me dirijo a la Parroquia, me
encuentro con alguien por la calle: un señor que pasea a su perro; un chico que
cruza en bicicleta la plaza; una señora que arrastra el carro de la
compra; dos empleadas comerciales que depositan “desperdicios” en los contenedores; una
joven que se acerca la Caja Rural... Así podría seguir señalando otros encuentros mañaneros. Hoy, sin embargo, no ha sido así. Hoy, cuando he salido a la calle y
he echado una ojeada a lo largo y ancho de la plaza, no he visto a nadie: ni
animal (las palomas son frecuentes), ni ser humano alguno. Nadie. Sólo he
sentido el suave roce de unas gotas de agua que caían de las nubes. Y para
ser exactos, también ha llegado a mis oídos, el ronco ruido producido por el
levantamiento de una persiana de uno de los pisos más
cercanos. Y nada más.
Entonces fue cuando me vinieron a la
memoria unas palabras de Benedicto XVI que había leído la tarde anterior y que escribo: “Cierto: a veces es difícil
percibir esta profunda realidad porque el mal hace más ruido que el bien; un
homicidio feroz, extendidas violencias, graves injusticias son noticia; al
contrario, los gestos de amor y de servicio, la fatiga cotidiana soportada con
fidelidad y paciencia, se quedan a menudo en la sombra, no emergen. Es motivo
también para que no nos quedemos sólo en las noticias si queremos entender el
mundo y la vida; debemos ser capaces de detenernos en el silencio, en la
meditación, en la reflexión serena y prolongada; debemos saber pararnos a
pensar”. Debo advertir: hoy era domingo.
PARA ESCUCHAR
2 comentarios:
Efectivamernte, el mal suena , el bien no es noticia y sin embargo no tenemos que cansarnos de hacer el bien; algún día saldrá a la luz y con letras muy grandes.
Los destellos iluminarán el gran titular.
No te canses de hacer el bien.
Me he quedado con el consejo
No os cansemos en la vida de hacer el bien
me parece muy bien su comentario
su feligresa
Meme
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