jueves, 24 de enero de 2013

SENCILLAS VIVENCIAS


UN BUEN CONSEJO

Recuerdo que mi padre, que en paz descanse, cuando éramos pequeños, para animarnos a vencer momentos de alguna dificultad, nos solía decir: “Agarraros a la orejas, que la cosa es difícil”. Y entendíamos perfectamente lo que nos quería advertir: Que había que poner los cinco sentido en lo que estábamos haciendo.  No cabe duda que la frase tiene su gracia y encierra su mensaje.

Si me he acordado hoy de este dicho paterno, ha sido porque cuando salía de casa y transitaba por la calle llena de nieve y agua, hubo un momento en que me resbalé y tambaleó mi cuerpo como un junco. Y como no me podía agarrar a ningún sitio, me vino a la cabeza el dicho de mi padre.

Ello hizo que pusiese más cuidado en el andar, que me fijase más donde pisaba y sortease las dificultades con destreza. Luego, cuando llegué al lugar de destino me hice la siguiente reflexión: “Que hermosos son los consejos de los mayores  y que eficaces cuando se poner por obra”. No pude menos de agradecer a mi padre el gracioso consejo de agarrarse a las orejas.

Nota: En la India, agarrarse la oreja es signo de sinceridad o de arrepentimiento, ya que los oídos son considerados sagrados.

PARA ESCUCHAR

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Efectivamente aceptar el consejo de los mayores nos evita muchas veces el arrepentimiento.
Buen consejo el del padre, pero edificante, sobre todo en estos días, el del hijo que lo pone en práctica.

Meme dijo...

Que consejo tan bueno de su padre yo tengo el recuerdo de mi padre que tambien nos decia refranes y tambien consejos
su feligresa
Meme