BODAS DE ORO SACERDOTALES
Ayer, 29 de junio,
solemnidad de san Pedro y de y San Pablo, celebré los 50 años de mi ordenación
sacerdotal. Por circunstancias, que no son del caso, tuve que celebrar tres
Misas. Lo consideré un regalo de Dios. En las tres me fijé de modo especial en
la oración que después del Cordero de
Dios, o mientras
los fieles lo recitan, reza el sacerdote en secreto.
Es está:
“Señor Jesucristo, Hijo de Dios vivo, que por voluntad
del Padre, cooperando el Espíritu Santo, diste con tu muerte la vida al mundo,
líbrame, por la recepción de tu Cuerpo y de tu Sangre, de todas mis culpas y de
todo mal. Concédeme cumplir siempre tus mandamientos y jamás permitas que me
separe de ti.”
2 comentarios:
Don José María: enhorabuena.Que el Señor le bendiga. rezaré por Vd. ¡Qué bella oración!
´
Podría compartir con los lectores de su blogg cuándo y dónde cantó su primera Misa. Gracias.
MUCHAS FELICIDADES EN SU DIA ENHORABUENA YO PUEDO DECIRLE QUE ME ACUERDO DE SU DIA TAN FELIZ Y EMOCIONANTE
HE REZADO POR USTED Y REZARE PARA QUE DIOS LE DE FUERZAS
QUE BONITA ORACION
SU FELIGRESA
MEME
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