EL H. BERNARDO,
MARTIR EN BARRUELO
Muy pronto, Don Manuel Palacios, nuestro
querido Párroco, nos puso al día, a los dos coadjutores, de los lugares que deberíamos
atender, como sacerdotes, a lo largo de las semanas. Nos informó, en primer lugar, sobre el Colegio de los Hermanos
Maristas. Y nos habló con verdadero entusiasmo del Hermano Bernado.
Recordemos algunas cosas del Hermano Bernardo:
Recordemos algunas cosas del Hermano Bernardo:
El 6 de octubre del año 1934, el hermano Bernardo fue
asesinado en Barruelo, Palencia, (España). Tenía 45 años.
La
revolución en Barruelo: La revolución en Barruelo, que se
extendió por la región minera de la provincia de Palencia, ha de ser situada en
el contexto de la llamada revolución de Asturias del mes de octubre de 1934. La
villa de Barruelo tenía las minas de carbón más importantes de la región.
La organización socialista había caldeado el ánimo de los
mineros de las cuencas mineras en especial la de Barruelo. En el verano de 1934
los rumores de un levantamiento era insistentes y con la acumulación de armas y
la fabricación casera de bombas y cócteles Molotov en la sede socialista
estaban dispuestos y preparados para la lucha.
El periódico El Socialista, el 4 de octubre, había dado la consigna: "Jamás un paso atrás. Todos adelante”, los socialistas de Barruelo esperaban órdenes. Convocada la huelga general, la adhesión fue total. El 5 de octubre, Barruelo estaba ya dispuesta y preparada. El primer ataque fue dirigido contra dos guardias civiles que tuvieron que refugiarse en el Ayuntamiento, éste fue pasto de las llamas. Hubo más ataques, seguidos de desfiles a los sones de La Internacional. El 6 de octubre, la revolución prosiguió. El cuartel de la guardia civil y la iglesia parroquial fueron incendiados.
El periódico El Socialista, el 4 de octubre, había dado la consigna: "Jamás un paso atrás. Todos adelante”, los socialistas de Barruelo esperaban órdenes. Convocada la huelga general, la adhesión fue total. El 5 de octubre, Barruelo estaba ya dispuesta y preparada. El primer ataque fue dirigido contra dos guardias civiles que tuvieron que refugiarse en el Ayuntamiento, éste fue pasto de las llamas. Hubo más ataques, seguidos de desfiles a los sones de La Internacional. El 6 de octubre, la revolución prosiguió. El cuartel de la guardia civil y la iglesia parroquial fueron incendiados.
Hacia las cuatro de la madrugada uno de los primeros
objetivos de los revolucionarios fue la escuela de los hermanos, que se
encontraba al lado de la iglesia parroquial, y sobre la que lanzaron algún
cóctel Molotov. No pudieron detener a los hermanos ya que éstos, por indicación
de su director, habían huido, pero sí que prendieron al director, hermano
Bernardo, que fue asesinado.
Ser un mártir no se improvisa. En Bernardo latía un
corazón de apóstol. En todos los lugares por donde pasó, sus iniciativas se
multiplicaban: coros, Asociación de Exalumnos, Grupos de Acción Católica,
Movimientos de Jóvenes Apóstoles entre los alumnos, puertas abiertas a la
cultura, entronización de imágenes del Sagrado Corazón, vigilias de oración,
círculos de estudio, conferencias culturales y religiosas, clases para la
enseñanza de adultos, cajas de ahorro para los hijos de los mineros, becas de
estudio, biblioteca itinerante, grupos de teatro, actividades folklóricas,
visitas a las familias de los trabajadores de la mina, visitas a enfermos,
trabajo vocacional, acompañamiento de hermanos jóvenes, sin dejar el trabajo
propio de director y de profesor en el Colegio. Nueve horas de clase diarias,
escribía a un ex alumno suyo, horas que me parecen minutos, porque me encuentro
feliz entre los niños y ¡me parece poco todo lo que hago por ellos !Todo lo que
aquí describimos maduraba en una intensa vida de intimidad con el Señor y con
la Buena Madre. Bueno, sin olvidar la “mortificación” y hasta el cilicio.
Decía: ¿Qué bien puedo hacer a los alumnos si no soy yo el primero en vivir lo
que les digo?
En una página, toda una vida. 1889. 18 de febrero, el hermano
Bernardo Fàbrega Julià nace en Camallera, cerca de Girona. En el bautismo
recibe los nombres de Plácido Juan, José.1901. El 9 de marzo, entra en el
juniorado, donde uno de sus hermanos le había precedido.1905. El 8 de
septiembre hace los primeros votos y en 1910 los votos perpetuos.
Recorre todas las etapas que los hermanos de aquella
época conocían en las comunidades maristas: cocinero de la comunidad, estudios,
profesor de primaria, después en la enseñanza secundaria, subdirector de la
escuela, superior de la comunidad y director del colegio.1910. Enseña en el
colegio de Igualada y en 1916 se encuentra entre los fundadores del colegio de
San José de Barcelona. 1925. Es nombrado director de la escuela de las minas de
carbón de Vallejo de Orbó donde su apostolado se centró en la formación de los
hijos de los mineros. Ama apasionadamente a este pueblo trabajador, pobre y
mentalizado por las ideas del marxismo. Consciente de la pobreza de estas
familias, quiere ofrecer a sus hijos oportunidades de un futuro mejor. 1931.
Los superiores le piden asumir la dirección de la escuela
de Barruelo de Santullán, pueblo también situado en una zona minera.1934. El 6
octubre, hacia las 4 de la mañana, fue asesinado. Su cuerpo fue objeto de
insultos, mutilado, arrastrado por los pies hasta la huerta de los hermanos,
donde quedó abandonado durante 24 horas.Sus restos reposan en la iglesia
parroquial de Barruelo de Santullán.
Testimonios: Si el hermano Bernardo llegó a ser un
educador eficaz de la fe de sus jóvenes alumnos, ello no se debió solamente a
sus lecciones de catequesis sino, sobre todo, a su experiencia de Dios. Fue un
maestro extraordinario, de fuerte voluntad, de carácter enérgico, serio y
profundo en todo lo que emprendía. Por otra parte, se mostraba respetuoso,
afable, delicado en su forma de trato y muy caritativo. Su sinceridad y
rectitud eran notables.
Un hermano joven fue enviado a la comunidad del hermano
Bernardo. El Provincial sólo le dio este consejo: Trate de ir siempre con
Bernardo. Después de algunos días el Hermano comprendió. Era como si le
hubieran dicho: te puedo aconsejar que seas piadoso, mortificado, que tengas
mucho celo apostólico, en una palabra, que seas santo. Pero todo esto te lo
recomiendo de una sola vez al decirte que vivas muy cerca del buen hermano
Bernardo. En efecto, será para ti un modelo de piedad y un espejo de abnegación
y de regularidad; un ejemplo de celo apostólico y una luz de santidad. Una
copia y un resumen de todas las virtudes religiosas y maristas. Encontrarás en
él un guía, un amigo, un padre y un hermano.
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