miércoles, 4 de marzo de 2015

VIEJOS ESCRTOS

Y ME HABLÓ LA MADERA
El taller en cuestión tenía unos portales de madera vieja en la que aparecían de forma destacada muchos herrajes. Uno de los jóvenes dio tres aldabonazos con gran fuerza.
Al poco rato, apareció el hombre del calzón verde y blusa negra que se había adelantado de nosotros en un negro caballo de raza árabe. Saludó a los jóvenes con palabras amables y a mi me miró con ojos complacidos. Enseguida ordenó la forma de trasladarse del carro al interior del taller. Para ello, volvieron a utilizar el tablón de madera sujeto a seis ruedas. La operación de descargue fue similar a la de cargue. Todo salió con exquisita perfección. Se ve que aquellas personas además de habilidad tenían una gran experiencia en estas cosas.

Situado otra vez sobre el tablero colocado sobre ruedas y tirado de la manilla por los jóvenes me fueron introduciendo hasta el salón amplio. El salón era rectangular. estaba lleno de cosas: tallas terminadas, otras a medio hacer; troncos en el suelo, muchas herramientas pequeñas colgadas en otra pared; algunos bancos de carpintería y por el suelo virutas y trozos de madera. En un rincón había un furgón, es esos momentos, apagado. Junto a él varios badiles y un fuelle para dar aire.
PARA ESCUCHAR
https://www.youtube.com/watch?v=qSrwEVqzyvk

martes, 3 de marzo de 2015

VIEJOS ESCRITOS



Y ME HABLÓ LA MADERA...

Así fuimos caminando durante un tiempo, hasta que llegáramos a la entrada de la ciudad. La calle por donde cruzamos estaba llena de gentes. Unos albergaban las paredes de las fachadas de sus casas; otros limpiaban la calle de restos de basuras. algunas mujeres colgaban en las ventanas adornos, al día siguiente iba a pasar por allí la Procesión del Corpus y querían tener todo a punto. 

Tal vez por eso, cuando el carro en el que yo iba cruzó por aquella calle, las personas mayores nos miraban con cierta extrañeza y hasta con rechazo. Quizás pensaban que la limpieza que ellos procuraban se iría al traste con nuestro paso.

Procuramos pasar con la mayor rapidez que pudimos por aquella calle. Al fondo de la misma, giramos a la izquierda y nos metimos por la que se encontraban los talleres de imágenes, a uno de los cuales nos dirigíamos.
PARA ESCUCHAR

lunes, 2 de marzo de 2015

VIEJOS ESCRITOS

Y ME HABLÓ LA MADERA ...

Al fin, a la voz de arre, los bueyes, animales obedientes, a una voz conocida comenzaron a andar. 
Las ruedas chirriaron en un primer momento, pero enseguida desapareció aquel ruido y sólo se oía la voz de mi amo que desde su casa, me decía: hasta siempre, hasta siempre.
Yo no pude decir nada, pero internamente pensé que quizás algún día volveríamos a vernos.

El pisar de los bueyes se oía claramente. Los jóvenes que caminaban detrás comenzaron a cantar. A duras penas entendí la letra, porque seguía conmovido, aunque si recuerdo que uno de los jóvenes el más alto cantaba: el aire cruza los montes/ las emociones el alma/ olores lloran las flores/ y los ojos lloran lágrimas.
PARA ESCUCHAR
https://www.youtube.com/watch?v=3yuTYg58MCw

domingo, 1 de marzo de 2015

VIEJOS ESCRITOS

Y ME HABLÓ LA MADERA ...

Así lo hicieron los jóvenes y el resultado fue todo un éxito. Plataforma y tronco y los dos jóvenes estaban arriba en el carro; otros dos abajo sujetando los bueyes, el hombre del calzón verde hablando con mi amo y yo tranquilo, sereno, contento.
Antes de arrancar de aquel lugar carro y caballeros, mi amo se llegó hasta mí, pasó su mano por encima de mi superficie y dijo en voz baja: Adiós, que seas útil y que te miren muchos ojos a lo largo de los siglos. Yo es posible que sea la última vez que te mire. Aunque quien sabe las vueltas que pueden dar las cosas.

A lo que yo respondí: hasta siempre o hasta que la providencia nos depare un nuevo encuentro. De los ojos de mi amo cayeron dos lágrimas. Yo también lloré para adentro.
PARA ESCUCHAR
https://www.youtube.com/watch?v=xpRvnBS98IE