2 DE MARZO DE 2020
De forma que nos incluyó en sí mismo cuando quiso verse tentado por Satanás. Nos
acaban de leer que Jesucristo, nuestro Señor, se dejó tentar por el diablo. ¡Nada menos
que Cristo tentado por el diablo! Pero en Cristo estabas siendo tentado tú, porque Cristo
tenía de ti la carne, y de él procedía para ti la salvación; de ti procedía la muerte para él, y
de él para ti la vida; de ti para él los ultrajes, y de él para ti los honores; en definitiva, de
ti para él la tentación, y de él para ti la victoria.
Si hemos sido tentados en él, también en él vencemos al diablo. Te fijas en que Cristo
fue tentado, y no te fijas en que venció? Reconócete a ti mismo tentado en él, y
reconócete también vencedor en él. Podía haber evitado al diablo; pero, si no hubiese sido
tentado, no te habría aleccionado para la victoria cuando tú fueras tentado.
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