miércoles, 15 de octubre de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS

Mensaje del Papa Francisco a Monseñor Jesús García Burillo
Obispo de Ávila



PRECIOSO DOCUMENTO. MERECE LA PENA MEDITARLO. 
LOS LADILLOS SON MÍOS. 

Querido Hermano:

El 28 de marzo de 1515 nació en Ávila una niña que con el tiempo sería conocida como santa Teresa de Jesús. Al acercarse el quinto centenario de su nacimiento, vuelvo la mirada a esa ciudad para dar gracias a Dios por el don de esta gran mujer y animar a los fieles de la querida diócesis abulense y a todos los españoles a conocer la historia de esa insigne fundadora, así como a leer sus libros, que, junto con sus hijas en los numerosos Carmelos esparcidos por el mundo, nos siguen diciendo quién y cómo fue la Madre Teresa y qué puede enseñarnos a los hombres y mujeres de hoy.
En la escuela de la santa andariega aprendemos a ser peregrinos. La imagen del camino puede sintetizar muy bien la lección de su vida y de su obra. Ella entendió su vida como camino de perfección por el que Dios conduce al hombre, morada tras morada, hasta Él y, al mismo tiempo, lo pone en marcha hacia los hombres.  ¿Por qué caminos quiere llevarnos el Señor tras las huellas y de la mano de santa Teresa? Quisiera recordar cuatro que me hacen mucho bien: el camino de la alegría, de la oración, de la fraternidad y del propio tiempo.

PRIMER CAMINO: EL CAMINO DE LA ALEGRÍA

Teresa de Jesús invita a sus monjas a «andar alegres sirviendo» (Camino 18,5). La verdadera santidad es alegría, porque "un santo triste es un triste santo". Los santos, antes que héroes esforzados, son fruto de la gracia de Dios a los hombres. Cada santo nos manifiesta un rasgo del multiforme rostro de Dios. En santa Teresa contemplamos al Dios que, siendo «soberana Majestad, eterna Sabiduría» (Poesía 2), se revela cercano y compañero, que tiene sus delicias en conversar con los hombres: Dios se alegra con nosotros. Y, de sentir su amor, le nacía a la Santa una alegría contagiosa que no podía disimular y que transmitía a su alrededor. Esta alegría es un camino que hay que andar toda la vida. No es instantánea, superficial, bullanguera. Hay que procurarla ya «a los principios» (Vida 13,l). Expresa el gozo interior del alma, es humilde y «modesta» (cf.  Fundaciones 12,l). No se alcanza por el atajo fácil que evita la renuncia, el sufrimiento o la cruz, sino que se encuentra padeciendo trabajos y dolores (cf. Vida 6,2; 30,8), mirando al Crucificado y buscando al Resucitado (cf. Camino 26,4). De ahí que la alegría de santa Teresa no sea egoísta ni autorreferencial. Como la del cielo, consiste en «alegrarse que se alegren todos» (Camino 30,5), poniéndose al servicio de los demás con amor desinteresado. Al igual que a uno de sus monasterios en dificultades, la Santa nos dice también hoy a nosotros, especialmente a los jóvenes: «¡No dejen de andar alegres!» (Carta 284,4). ¡El Evangelio no es una bolsa de plomo que se arrastra pesadamente, sino una fuente de gozo que llena de Dios el corazón y lo impulsa a servir a los hermanos!

SEGUNDO CAMINO: EL CAMINO DE LA ORACIÓN

La Santa transitó también el camino de la oración, que definió bellamente como un «tratar de amistad estando muchas veces a solas con quien sabernos nos ama» (Vida 8,5). Cuando los tiempos son "recios", son necesarios «amigos fuertes de Dios» para sostener a los flojos (Vida 15,5). Rezar no es una forma de huir, tampoco de meterse en una burbuja, ni de aislarse, sino de avanzar en una amistad que tanto más crece cuanto más se trata al Señor, «amigo verdadero» y «compañero» fiel de viaje, con quien «todo se puede sufrir», pues siempre «ayuda, da esfuerzo y nunca falta» (Vida 22,6). Para orar «no está la cosa en pensar mucho sino en amar mucho» (Moradas IV,1,7), en volver los ojos para mirar a quien no deja de mirarnos amorosamente y sufrirnos pacientemente (cf. Camino 26,3-4). Por muchos caminos puede Dios conducir las almas hacia sí, pero la oración es el «camino seguro» (Vida 213). Dejarla es perderse (cf. Vida 19,6). Estos consejos de la Santa son de perenne actualidad. ¡Vayan adelante, pues, por el camino de la oración, con determinación, sin detenerse, hasta el fin! Esto vale singularmente para todos los miembros de la vida consagrada. En una cultura de lo provisorio, vivan la fidelidad del «para siempre, siempre, siempre» (Vida1,5); en un mundo sin esperanza, muestren la fecundidad de un «corazón enamorado» (Poesía 5); y en una sociedad con tantos ídolos, sean testigos de que «solo Dios basta» (Poesía 9).

TERCER CAMINO: EL CAMINO DE LA FRATERNIDAD

Este camino no podemos hacerlo solos, sino juntos. Para la santa reformadora la senda de la oración discurre por la vía de la fraternidad en el seno de la Iglesia madre. Esta fue su respuesta providencial, nacida de la inspiración divina y de su intuición femenina, a los problemas de la Iglesia y de la sociedad de su tiempo: fundar pequeñas comunidades de mujeres que, a imitación del "colegio apostólico", siguieran a Cristo viviendo sencillamente el Evangelio y sosteniendo a toda la Iglesia con una vida hecha plegaria. «Para esto os junto El aquí, hermanas» (Camino 2,5) y tal fue la promesa: «que Cristo andaría con nosotras» (Vida32,11). ¡Que linda definición de la fraternidad en la Iglesia: andar juntos con Cristo como hermanos! Para ello no recomienda Teresa de Jesús muchas cosas, simplemente tres: amarse mucho unos a otros, desasirse de todo y verdadera humildad, que «aunque la digo a la postre es la base principal y las abraza todas» (Camino 4,4). ¡Cómo desearía, en estos tiempos, unas comunidades cristianas más fraternas donde se haga este camino: andar en la verdad de la humildad que nos libera de nosotros mismos para amar más y mejor a los demás, especialmente a los más pobres! ¡Nada hay más hermoso que vivir y morir como hijos de esta Iglesia madre!

CUARTO CAMINO: EL CAMINO DEL PROPIO TIEMPO

Precisamente porque es madre de puertas abiertas, la Iglesia siempre está en camino hacia los hombres para llevarles aquel «agua viva» (cf. Jn 4,10) que riega el huerto de su corazón sediento. La santa escritora y maestra de oración fue al mismo tiempo fundadora y misionera por los caminos de España. Su experiencia mística no la separo del mundo ni de las preocupaciones de la gente. Al contrario, le dio nuevo impulso y coraje para la acción y los deberes de cada día, porque también «entre los pucheros anda el Señor» (Fundaciones 5,8). Ella vivió las dificultades de su tiempo -tan complicado- sin ceder a la tentación del lamento amargo, sino más bien aceptándolas en la fe como una oportunidad para dar un paso más en el camino. Y es que, «para hacer Dios grandes mercedes a quien de veras le sirve, siempre es tiempo» (Fundaciones 4,6). Hoy Teresa nos dice: Reza más para comprender bien lo que pasa a tu alrededor y así actuar mejor. La oración vence el pesimismo y genera buenas iniciativas (cf. Moradas VII, 4,6). ¡Éste es el realismo teresiano, que exige obras en lugar de emociones, y amor en vez de ensueños, el realismo del amor humilde frente a un ascetismo afanoso! Algunas veces la Santa abrevia sus sabrosas cartas diciendo: «Estamos de camino» (Carta 469,7.9), como expresión de la urgencia por continuar hasta el fin con la tarea comenzada. Cuando arde el mundo, no se puede perder el tiempo en negocios de poca importancia. ¡Ojalá contagie a todos esta santa prisa por salir a recorrer los caminos de nuestro propio tiempo, con el Evangelio en la mano y el Espíritu en el corazón!

«¡Ya es tiempo de caminar! » (Ana de San Bartolomé, Últimas acciones de la vida de santa Teresa). Estas palabras de santa Teresa de Ávila a punto de morir son la síntesis de su vida y se convierten para nosotros, especialmente para la familia carmelitana, sus paisanos abulenses y todos los españoles, en una preciosa herencia a conservar y enriquecer.

Querido Hermano, con mi saludo cordial, a todos les digo: ¡Ya es tiempo de caminar, andando por los caminos de la alegría, de la oración, de la fraternidad, del tiempo vivido como gracia! Recorramos los caminos de la vida de la mano de santa Teresa. Sus huellas nos conducen siempre a Jesús.

Les pido, por favor, que recen por mí, pues lo necesito. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide.

Fraternalmente,


FRANCISCO

PARA ESCUCHAR

https://www.youtube.com/watch?v=l1EPqKRFZj4


martes, 14 de octubre de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS

GRANDE y PEQUEÑO




Te ofrezco hoy, un breve comentario a este gran pensamiento de Camino: 821: “No me olvides que en la tierra todo lo grande ha comenzado siendo pequeño. —Lo que nace grande es monstruoso y muere”. (nm. 821)

Con frecuencia, olvidamos este sabio consejo y nos lanzamos, atolondrados, a conseguir de inmediato cosas grandes. Y nos olvidamos que entre nosotros, las cosas grandes siempre nacen pequeñas.  Lo que nace grande es monstruoso.
De un grano de trigo, una espiga; de una pequeña cepa, miles de racimos. 

Acabo. Dime si lo entiendes.


lunes, 13 de octubre de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS


COMENZAR Y RECOMENZAR


Hoy voy a empezar de nuevo a escribir en mi blogg. Mejor, voy a recomenzar. 

Todo en la vida es recomenzar. Recomenzamos a vivir cada mañana, cuando al sonar el despertador, nos tiramos de la cama. Recomenzamos, cuando salimos al pasillo y pulsamos el botón del ascensor. Recomenzamos, cuando pisamos de nuevo la calle mil veces transitada. Todo es recomenzar.

También vale esto para la vida interior. Me venía a la memoria el número 292 de Camino: Precisamente tu vida interior debe ser eso: comenzar... y recomenzar”.

En una ocasión, le decían a san Josemaría. “Padre, Usted en "Camino" dice que "comenzar una y otra vez es cosa de santos". Yo, Padre, muchas veces dudo si el Señor no se cansará de ese comenzar nuestro, una y otra vez. 

Y respondía el santo: “No, no se cansa, se pone muy contento. Cada vez que tu recomienzas y que yo recomienzo, porque yo tengo que recomenzar también - yo soy un pobre hombre pecador - cada vez que recomenzamos tu y yo, el Señor se pone muy alegre como en la parábola del hijo pródigo. De modo que quítate esos pensamientos nebulosos, y que vaya la claridad a tu cabeza y que sepas con alegría que el Señor está con los brazos abiertos para recibirte cada vez que vuelves.


Venga, pues, a comenzar de nuevo.

martes, 10 de junio de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS



SAN MIGUEL DE ARALAR 
EN LA PARROQUIA 
DE SANTA TERESA DE JESUS



Letrillas actuales (4) < Letrillas tradicionales  < Centro de espiritualidad <    

1. ARCÁNGEL MIGUEL

MIGUEL, MIGUEL
ARCÁNGEL MIGUEL,
GUARDAD, GUARDAD
A ESTE PUEBLO FIEL
Por Pascua nos llega
el Ángel Miguel;
se alegra la tierra,
los hombres también.
Un fuego en la noche
la Pascua anunció,
y un Ángel anuncia:
“Ya resucitó”
La fe renovada
en tiempo pascual
nos hace testigos
de vida inmortal
Miguel nos enseña
de Cristo la Cruz;
el leño sagrado
será nuestra luz
Venció en la batalla
Miguel al dragón;
y en la Cruz de Cristo
la muerte murió
Hoy llega a nosotros
el Angel de paz
trayendo mensajes
de amor y unidad



Abuelos y nietos,
el hoy y el ayer
veneran gozosos
al mismo Miguel
La fe que nos guardas
desde Aralar
produzca en nosotros
frutos de verdad
Queremos pedirte,
Arcángel Miguel,
Que el pueblo navarro
Sea siempre fiel
El pueblo navarro
Quiere, en tu honor,
Tener como lema:
"Nadie como Dios"
Bendice a Navarra,
Arcángel Miguel,
Defiende a esta tierra,
Protege su fe
Pidamos al Angel
Miguel de Aralar
Que juntos vivamos
En la eternidad







2. MIKEL GUREA
MIKEL, MIKEL,
MIKEL GUREA,
GORDE, GORDE
EUSKAL HERRIA
Goazen, euskalduna,
Aralarrera
Mikel Aingerua
bisitatzera
Aralartik zatoz,
herririk herri,
sinismenez zahar
animaz berri.
Urtero zatozu
gure artera
Kristoren fedean
gu sendotzera.
Euskalen lurrean
ginen gu jaio,
gure sinismena
bizirik dago.
Ongi etorria
gaur denok zuri
zu zaitugulako
gure zaindari.
Euskaldun guztien
zaindari zara
orregatik gatoz
zu agurtzera.
Gurekin zaude hemen,
Aingeru Deuna
bizkor guregan
itxaropena
Denok pozik gaude,
zaindari umil,
aiton-amonak
eta neska mutil

Gure ama lurra
bedeinkatzera
zatozkigu lagun
gure elizara
Biziaren zainak
sendo itzazu,
fede argiz inor
ez dadin antzu.
Gogoz elkarturik
hainbeste jende
ez gaitezen eror
etsaien mende
Bizia dakardu
jaunak emana,
horregatik gatoz
gu zuregana.
“Jainko aina nor da?
eginez galde,
sasi-jauntxoei esan
zenien: “Alde!”
Zinezko kristauak
bedeinkatzera
urtero etorri
zaitez honera.
Herriko gaixoei
eman osasun.
horixe eskatzen
dizugu egun.
Jaunaren aingeru
leial ta zintzo,
bidez-bide eraman
gu zeruraino.
Nor Jainko aina
zeru-lurretan?
berari gorapen
gizaldietan!






3. ADIOS MIGUEL ARCÁNGEL

ADIOS, MIGUEL ARCÁNGEL
MINISTRO GENERAL,
SEA SIEMPRE TU TRONO
LA CUMBRE DE ARALAR
Escucha de esta tierra
la cálida oración,
concédenos la gracia
de ser fieles a Dios
Queremos ser testigos
del Reino de tu Amor:
una fe y un bautismo
y un solo corazón
Si nuestra vida siente
el peso del dolor,
despierta la esperanza,
danos tu protección.
Que nuestra fe esté cerca
del pobre en su aflicción,
y sean los cristianos
testigos de tu amor.



4. AGUR MIKEL AINGERU
AGUR , MIKEL AINGERU
AGINTARI AUNDIA,
IZAN BETI TRONUTZAT
ARALAR MENDIA
Bakarrikan nahi dugu
gure Jaungoikoa,
fede bat, bataio bat,
bihotz bat osoa
Goiaingeru ahaltsua,
jarrai gu laguntzen!
bazoaz baina gurekin
zu zara gelditzen.
Guregana etorri
zu zarenez gero,
zuregana igorik,
hor gaituzu gero!

PARA ESCUCHAR

Zeruetan betiko
elkartu gaitezen,
santutasun bidetik
jo dezagun hemen!
Buruzagi zoriontsu
Mikel Goiaingeru!
gutaz oroitu eta
gu beti babestu!
Bazoaz Aralarra
Aingeru Santua
zerua iristeko
ema















https://www.youtube.com/watch?v=3-27lBEntHg


lunes, 9 de junio de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS

SERMÓN DE LA MONTAÑA


Las Bienaventuranzas o beatitudes, expresan cómo debe ser la vida del cristiano, dónde está su verdadera realización y cómo logrará obtener no sólo la felicidad, sino la vida eterna. No en vano las bienaventuranzas han sido llamadas "El compendio del Plan de Dios para el Hombre".

"Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los mansos porque ellos poseern la tierra. Bienaventurados los hambrientos y sedientos de Santidad, porque ellos serán saciados.

 Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos conseguirán la misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos a causa de la santidad, porque de ellos es el reino de los cielos.

Bienaventurados ustedes cuando los maldijeren y persiguieren y dijeren, mintiendo, todo mal contra ustedes por mi causa. Alégrense, porque la recompensa de ustedes será grande en los cielos". (Mt 5,3-12).


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sábado, 7 de junio de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS

SI YO QUIERO QUE ÉSTE PERMANEZCA HASTA QUE YO VENGA, ¿A TI QUÉ? 
TÚ SÍGUEME



Este relato corresponde al ultimo capitulo del Evangelio según San Juan. Por la confrontación de textos se ve que el evangelista es el discípulo al que amaba Jesús, del mismo modo, es el mismo que en la cena descansó sobre el pecho del Señor.

Pedro y Juan aparecen frecuentemente en amistad, leemos en hechos 3:1 “Subían un día Pedro y Juan al templo”… Hechos 3:3-4; “Pues como este viese a Pedro y a Juan…Pedro entonces fijando con Juan la vista..” 3:11 “Teniendo, pues, él de la mano a Pedro y a
Juan.”

Por eso Pedro, que debió de comprender que Cristo aludía a su muerte, se interesó por la suerte de su amigo Juan con relación a su muerte. 

Pero Cristo le respondió: “Si Yo quisiera que éste permaneciese hasta que yo venga, ¿a ti qué (te importa)? Tú sígueme” Si la amistad llevaba a Pedro a querer saber esto, eran planes de Dios, en los que él no debía introducirse. Es la actitud de Cristo en los evangelios.

La pregunta que Pedro plantea, a continuación, a Jesús sobre la suerte del discípulo amado recibe de parte del Maestro una respuesta que no deja lugar a equívocos, en la que afirma la libertad soberana de Dios respecto a cada hombre.


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viernes, 6 de junio de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS

PEDRO, 
¿ME QUIERES? 
APACIENTA MIS OVEJAS


También en el ministerio de Pedro se manifiesta, por una parte, la debilidad propia del hombre, pero a la vez también la fuerza de Dios: el Señor manifiesta su fuerza precisamente en la debilidad de los hombres, demostrando que él es quien construye su Iglesia mediante hombres débiles. (...) La tercera referencia al Primado se encuentra en el evangelio de san Juan. El Señor ha resucitado y, como Resucitado, encomienda a Pedro su rebaño. También aquí se compenetran mutuamente la cruz y la resurrección. Jesús predice a Pedro que su camino se dirigirá hacia la cruz. En esta basílica, erigida sobre la tumba de Pedro, una tumba de pobres, vemos que el Señor precisamente así, a través de la cruz, vence siempre. No ejerce su poder como suele hacerse en este mundo. Es el poder del bien, de la verdad y del amor, que es más fuerte que la muerte. Sí, como vemos, su promesa es verdadera: los poderes de la muerte, las puertas del infierno no prevalecerán contra la Iglesia que él ha edificado sobre Pedro y que él, precisamente de este modo, sigue edificando personalmente. Benedicto XVI, 29 de junio de 2006. 


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jueves, 5 de junio de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS

PARA QUE EL MUNDO CREA 
QUE TÚ ME HAS ENVIADO


Hoy, encontramos en el Evangelio un sólido fundamento para la confianza: «Padre santo, no ruego sólo por éstos, sino también por aquellos que (...) creerán en mí» (Jn 17,20). Es el Corazón de Jesús que, en la intimidad con los suyos, les abre los tesoros inagotables de su Amor. Quiere afianzar sus corazones apesadumbrados por el aire de despedida que tienen las palabras y gestos del Maestro durante la Última Cena. Es la oración indefectible de Jesús que sube al Padre pidiendo por ellos. ¡Cuánta seguridad y fortaleza encontrarán después en esta oración a lo largo de su misión apostólica! En medio de todas las dificultades y peligros que tuvieron que afrontar, esa oración les acompañará y será la fuente en la que encontrarán la fuerza y arrojo para dar testimonio de su fe con la entrega de la propia vida.

La contemplación de esta realidad, de esa oración de Jesús por los suyos, tiene que llegar también a nuestras vidas: «No ruego sólo por éstos, sino también por aquellos que (...) creerán en mí». Esas palabras atraviesan los siglos y llegan, con la misma intensidad con que fueron pronunciadas, hasta el corazón de todos y cada uno de los creyentes.

En el recuerdo de la última visita de Juan Pablo II a España, encontramos en las palabras del Papa el eco de esa oración de Jesús por los suyos: «Con mis brazos abiertos os llevo a todos en mi corazón —dijo el Pontífice ante más de un millón de personas—. El recuerdo de estos días se hará oración pidiendo para vosotros la paz en fraterna convivencia, alentados por la esperanza cristiana que no defrauda». Y ya no tan cercano, otro Papa hacía una exhortación que nos llega al corazón después de muchos siglos: «No hay ningún enfermo a quien le sea negada la victoria de la cruz, ni hay nadie a quien no le ayude la oración de Cristo. Ya que si ésta fue de provecho para los que se ensañaron con Él, ¿cuánto más lo será para los que se convierten a Él?» (San León Magno).


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miércoles, 4 de junio de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS

TARSICIO DE AZCONA, 
PREMIO PRÍNCIPE DE VIANA



El sacerdote e historiador Jesús Morrás Santamaría (Tarsicio Azcona) ha recibido este mediodía, de manos de los príncipes de Asturias y Viana, el Premio Príncipe de Viana 2014, que concede el Gobierno de Navarra para reconocer la trayectoria de personas o entidades relevantes en el mundo de la cultura, tanto en los ámbitos de las artes plásticas o la literatura, como en los de la ciencia, la técnica o la investigación.

Tarsicio Azcona es el pseudónimo literario y nombre religioso de Jesús Morrás Santamaría, sacerdote e historiador de reconocido prestigio intelectual, especializado en historia de la iglesia española en tiempos de Enrique IV y de los Reyes Católicos, y en algunos personajes históricos. Es autor, entre otras, de una biografía numerosas veces reeditada y muy reconocida de la reina Isabel la Católica.

Estudió Humanidades en el seminario de Capuchinos de Alsasua, Filosofía en Estella y Teología en Pamplona. Fue ordenado sacerdote en 1946. Cursó estudios superiores de Historia de la Iglesia en Roma, donde obtuvo el título de doctor en Historia de la Iglesia junto con dos diplomas de Biblioteconomía y Archivística en la Escuela del Vaticano.

El Gobierno de Navarra había recibido en esta edición 8 candidaturas para optar a este galardón, las de José María Goicoechea Aizcorbe, Juan Cruz Labeaga Mendiola, Ramón Macías Mora, Ana Mari Marín, Francisco Javier Martínez Bernal, María Ángeles Mezquíriz Irujo, Santiago Montobbio y Jesús Morrás Santamaría.

El premio ha sido otorgado por el Gobierno foral a la vista de la propuesta realizada por el jurado, que está integrado por el Consejo
Integran además el Consejo Navarra de Cultura la presidenta de la Sociedad de Estudios Históricos de Navarra, Mercedes Galán; el deán y archivero-bibliotecario de la Catedral de Pamplona, Julio Gorricho; el abogado, profesor universitario y escritor Pedro Charro; el periodista e investigador, Gabriel Imbuluzqueta Alcasena; el historiador, Javier Itúrbide; la historiadora, Carmen Jusué; el cineasta, Koldo Lasa; el documentalista, Joaquím Llansó; el escenógrafo, Tomás Muñoz; el editor Ricardo Pita; el gerente del Orfeón Pamplonés, Joaquín Romero; la presidenta de la Sociedad de Conciertos Santa Cecilia y vicepresidencia de la Fundación Pablo Sarasate, María Jesús Artaiz y la gestora cultural, Nieves Beloqui.

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martes, 3 de junio de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS

Carlos Luanga y compañeros, Santos

Mártires en Uganda


Esa mañana, cuando el rey Mwanga reunió la corte, vibraba en el aire una espasmódica espera. En la sala se notaba la presencia insólita de algunos energúmenos, mientras el grupo de los pajes reales, espléndidos ejemplares de belleza negra, se agolpaban alrededor del trono. Mwanga les dio una orden extraña: “Todos los que no quieran rezar pueden quedarse aquí cerca del trono; en cambio, los que quieran rezar reúnanse allá contra la pared”. El jefe de los pajes, Carlos Lwanga, fue el primero en apartarse, y luego lo siguieron otros quince. “¿Pero ustedes rezan de verdad?”, preguntó el rey. “Sí, señor mío, nosotros rezamos de verdad” contestó Carlos en nombre de todos sus compañeros cristianos, que habían pasado toda la noche anterior rezando. “¿Y están resueltos a seguir rezando?” insistió el rey. “Sí, señor mío, siempre, hasta la muerte”. “Entonces, mátenlos” les dijo bruscamente el rey a los verdugos. En efecto, “rezar” equivalía a “ser cristianos” en ese reino de Mwanga, rey de Buganda, una región que actualmente pertenece a Uganda. Y en el reino de Mwanga rezar, es decir, ser cristianos, estaba absolutamente prohibido.

Los comienzos, en realidad, habían sido buenos. El rey Mutesa al principio había acogido bien, en 1879, a los Padres Blancos de Lavigérie, que después tuvieron que retirarse por las intrigas de algunos jefes. Después, en 1885, fueron llamados nuevamente por Mwanga, y encontraron cristianos comprometidos que ocupaban cargos de responsabilidad. El “katikiro”, una especie de canciller, había tramado una conjuración contra el rey, pero fue descubierto por los cristianos. Entonces este se alió con los notables y brujos, y esta alianza fue fatal para los cristianos. José Mukasa Balikuddembe, consejero del rey, fue decapitado el 15 de noviembre de 1885; en mayo de 1886 fueron muertos Dionisio Sbuggwawo, Ponciano Ngondwe, Andrés Kaggwa, Atanasio Bazzekuketta, Gonzaga Gonga, Matías Kalemba, Noé Mwaggali.

Después les tocó el turno a los pajes de los que hablábamos; pero tres se salvaron, según el uso, sacados a suerte. Entre los trece “mártires” se encontraba Mbaga Tuzinda, hijo del jefe de los verdugos. Naturalmente trató repetidamente de salvarlo, pero él no quiso separarse de sus compañeros. Entre ellos también había un niño de trece años, Kizito. Los veintidós mártires de Uganda fueron beatificados por Benedicto XV, y canonizados por Pablo VI el 18 de octubre de 1964, en presencia de los Padres del Concilio Vaticano II; y el mismo Pablo VI consagró en 1969 el altar del grandioso santuario construido en Namugongo, en donde los trece pajes, dirigidos por Carlos Lwanga, quisieron “rezar hasta la muerte”

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lunes, 2 de junio de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS

BUENAS NOTICIAS


Hoy podemos tener la sensación de que el mundo de la fe en Cristo se debilita. Hay muchas noticias que van en contra de la fortaleza que querríamos recibir de la vida fundamentada íntegramente en el Evangelio. Los valores del consumismo, del capitalismo, de la sensualidad y del materialismo están en boga y en contra de todo lo que suponga ponerse en sintonía con las exigencias evangélicas. No obstante, este conjunto de valores y de maneras de entender la vida no dan ni la plenitud personal ni la paz, sino que sólo traen más malestar e inquietud interior. ¿No será por esto que, hoy, las personas van por la calle enfurruñadas, cerradas y preocupadas por un futuro que no ven nada claro, precisamente porque se lo han hipotecado al precio de un coche, de un piso o de unas vacaciones que, de hecho, no se pueden permitir?

Las palabras de Jesús nos invitan a la confianza: «¡Ánimo!: yo he vencido al mundo» (Jn 16,33), es decir, por su Pasión, Muerte y Resurrección ha alcanzado la vida eterna, aquella que no tiene obstáculos, aquella que no tiene límite porque ha vencido todos los límites y ha superado todas las dificultades. 

Los de Cristo vencemos las dificultades tal y como Él las ha vencido, a pesar de que en nuestra vida también hayamos de pasar por sucesivas muertes y resurrecciones, nunca deseadas pero sí asumidas por el mismo Misterio Pascual de Cristo. ¿Acaso no son “muertes” la pérdida de un amigo, la separación de la persona amada, el fracaso de un proyecto o las limitaciones que experimentamos a causa de nuestra fragilidad humana?

Pero «sobre todas estas cosas triunfamos por Aquel que nos amó» (Rom 8,37). Seamos testigos del amor de Dios, porque Él en nosotros «ha hecho (...) cosas grandes» (Lc 1,49) y nos ha dado su ayuda para superar toda dificultad, incluso la muerte, porque Cristo nos comunica su Espíritu Santo.


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domingo, 1 de junio de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS

¿QUÉ NOS ENSEÑA LA ASCENSIÓN?
 

Debemos luchar por ser perfectos y buenos para poder ir al Cielo con Jesús. Él vivió como todos nosotros su proyecto y lo fue perfeccionando día a día. Su proyecto no terminó con la Muerte, sino que siguió con su Resurrección y su Ascensión.

Con la Ascensión, Jesús alcanza la meta final y es exaltado; se hace Señor y primogénito de sus hermanos. La plenitud sólo se alcanza al final y es un don de Dios. 

Jesús ha ascendido al Cielo y nos espera en la meta. Nosotros debemos trabajar para cumplir con nuestra misión en la tierra. Hay que vivir como Él, amar como Él, buscar el Reino de Dios. 

Debemos anunciar el Evangelio con la palabra y con la vida. 


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sábado, 31 de mayo de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS

MARÍA VISITA A SU PRIMA 
SANTA ISABEL


La fidelidad del salmista nace de la escucha de la Palabra, de custodiarla en lo más íntimo, meditándola y amándola, como María, que "custodiaba, meditándolas en su corazón" las palabras que le habían sido dirigidas y los sucesos maravillosos en los que Dios se revelaba, pidiendo su sí.

Y si nuestro salmo comienza con los primeros versos proclamando "beato" a "quien camina en la Ley del Señor" y a "quien custodia sus enseñanzas", es también la Virgen María la que lleva a cumplimiento la perfecta figura del creyente descrito por el salmista.

 Es Ella, de hecho, la verdadera "beata", proclamada como tal por Isabel por "haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor", y es de Ella y de su fe de quien el mismo Jesús da testimonio cuando, a la mujer que gritaba "Bendito el seno que te ha llevado", responde: "Felices más bien los que escuchan la Palabra de Dios y la practican".

Cierto, María es bendita porque en su seno llevó al Salvador, pero sobre todo porque acogió el anuncio de Dios, porque fue una guardiana atenta y amorosa de su Palabra. Benedicto XVI, 9 de noviembre de 2011..


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viernes, 30 de mayo de 2014

SENCILLAS VVENCIAS

VUESTRA TRISTEZA SE CONVERTIRÁ 
EN GOZO


Hoy comenzamos el Decenario del Espíritu Santo. Reviviendo el Cenáculo, vemos a la Madre de Jesús, Madre del Buen Consejo, conversando con los Apóstoles. ¡Qué conversación tan cordial y llena! El repaso de todas las alegrías que habían tenido al lado del Maestro. Los días pascuales, la Ascensión y las promesas de Jesús. Los sufrimientos de los días de la Pasión se han tornado alegrías. ¡Qué ambiente tan bonito en el Cenáculo! Y el que se está preparando, como Jesús les ha dicho.

Nosotros sabemos que María, Reina de los Apóstoles, Esposa del Espíritu Santo, Madre de la Iglesia naciente, nos guía para recibir los dones y los frutos del Espíritu Santo. Los dones son como la vela de una embarcación cuando está desplegada y el viento —que representa la gracia— le va a favor: ¡qué rapidez y facilidad en el camino!

El Señor nos promete también en nuestra ruta convertir las fatigas en alegría: «Vuestra alegría nadie os la podrá quitar» (Jn 16,23) y «vuestra alegría será completa» (Jn 16,24). Y en el Salmo 126,6: «Al ir, va llorando, llevando la semilla; al volver, vuelve cantando trayendo sus gavillas».

Durante toda esta semana, la Liturgia nos habla de rejuvenecer, de exultar (saltar de alegría), de la felicidad segura y eterna. Todo nos lleva a vivir de oración. Como nos dice san Josemaría: «Quiero que estés siempre contento, porque la alegría es parte integrante de tu camino. —Pide esa misma alegría sobrenatural para todos».

El ser humano necesita reír para la salud física y espiritual. El humor sano enseña a vivir. San Pablo nos dirá: «Sabemos que todas las cosas contribuyen al bien de los que aman a Dios» (Rom 8,28). ¡He aquí una buena jaculatoria!: «¡Todo es para bien!»; «Omnia in bonum!»
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PARA ESCUCHAR

jueves, 29 de mayo de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS

VUESTRA TRISTEZA SE CONVERTIRÁ 
EN ALEGRÍA


En algunos lugares, hoy se celebra la fiesta de la Ascensión. Jesús se va al Padre, pero antes se lo comunica a los suyos: “Dentro de poco ya no me veréis, pero poco después me volveréis a ver”.

Una vez más, los apóstoles no entienden lo que Jesús les dice: que es el camino, para llegar al Padre ”yo soy el camino la vedad y la vida, nadie va al Padre sino por mi. Camino único para llegar al Padre, Verdad: si me habéis conocido a mi conoceréis también al Padre. Vida: esta es la vida eterna, que te conozcan a ti único Dios verdadero y al que enviaste Jesucristo.

Nuestro peregrinar debe ser por el único camino: Cristo, él nos lleva al encuentro con el Padre. En estos días de Pascua nos hemos encontrado con Cristo resucitado y hemos escuchado su promesa: de que resucitaremos con Él.

Trabajemos incansablemente para llegar al encuentro definitivo, no nos distraigamos de nuestra meta y pidamos que Cristo sea reconocido por todos como el único Camino ,Verdad y Vida.y que nuestra tristeza se convierta en gozo.

miércoles, 28 de mayo de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS

ÉL OS GUIARÁ HASTA LA VERDAD COMPLETA


Hoy, Señor, una vez más, nos quieres abrir los ojos para que nos demos cuenta de que con demasiada frecuencia hacemos las cosas al revés. «El Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad completa» (Jn 16,13), aquello que el Padre ha dado a conocer al Hijo.

¡Es curioso!: más que dejarnos guiar por el Espíritu (¡qué gran desconocido en nuestras vidas!), lo que hacemos es, bien pasar de Él, bien “imponerle” las cosas una vez ya hemos tomado nuestras decisiones. Y lo que hoy se nos dice es más bien lo contrario: dejar que Él nos guíe.

Pienso, Señor, en voz alta... Vuelvo a leer el Evangelio de hoy y me vienen a la cabeza los chicos y chicas que recibirán la Confirmación este año. Veo los que me rodean y estoy tentado a pensar: —¡Qué verdes están! ¡A éstos, tu Espíritu no les va ni por delante ni por detrás; y más bien se dejan guiar por todo y por nada!

A quienes se nos considera adultos en la fe, haznos instrumentos eficaces de tu Espíritu para llegar a ser “contagiadores” de tu verdad; para intentar “guiar-acompañar”, ayudar a abrir los corazones y los oídos de quienes nos rodean.

«Mucho tengo todavía que deciros» (Jn 16,12). —¡No te retengas, Señor, en dirigirnos tu voz para revelarnos nuestras propias identidades! Que tu Espíritu de Verdad nos lleve a reconocer todo aquello de falso que pueda haber en nuestras vidas y nos haga valientes para enmendarlo. Que ponga luz en nuestros corazones para que reconozcamos, también, aquello que de auténtico hay dentro de nosotros y que ya participa de tu Verdad. Que reconociéndolo sepamos agradecerlo y vivirlo con alegría.

Espíritu de Verdad, abre nuestros corazones y nuestras vidas al Evangelio de Cristo: que sea ésta la luz que ilumine nuestra vida cotidiana. Espíritu Defensor, haznos fuertes para vivir la verdad de Cristo, dando testimonio a todos.

PARA ESCUCHAR


martes, 27 de mayo de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS

"CONVIENE QUE YO ME VAYA"


Hoy el Evangelio nos ofrece una comprensión más profunda de la realidad de la Ascensión del Señor. En la lectura del Evangelio de Juan del Domingo de Pascua, Jesús le dice a María Magdalena que no se aferre a Él porque «aún no he subido a mi Padre» (Jn 20,17). En el Evangelio de hoy Jesús se da cuenta de que «por haberos dicho esto, vuestros corazones se han llenado de tristeza» (Jn 16,6), por eso indica a sus discípulos que «os conviene que yo me vaya» (Jn 16,7). Jesús debe ascender al Padre. Sin embargo, todavía está entre nosotros.

¿Cómo puede irse y quedarse al mismo tiempo? Este misterio lo explicó el Papa Benedicto XVI: «Y, dado que Dios abraza y sostiene a todo el cosmos, la Ascensión del Señor significa que Cristo no se ha alejado de nosotros, sino que ahora, gracias al hecho de estar con el Padre, está cerca de cada uno de nosotros, para siempre».

Nuestra esperanza se halla en Jesucristo. Con su conquista sobre la muerte nos dio una vida que la muerte no podrá nunca destruir, su Vida. Su resurrección es la verificación de que lo espiritual es real. Nada puede separarnos del amor de Dios. Nada puede disminuir nuestra esperanza. Las negativas del mundo no pueden destruir lo positivo de Jesucristo.

El mundo imperfecto en el que vivimos, un mundo donde sufren los inocentes, puede conducirnos al pesimismo. Pero Jesucristo nos ha transformado en eternos optimistas. 

La presencia viva del Señor en nuestra comunidad, en nuestras familias, en aquellos aspectos de nuestra sociedad que, con todo derecho, pueden ser llamados “cristianos”, nos confieren una razón para la esperanza. La Presencia Viva del Señor en cada uno de nosotros nos ha proporcionado alegría. No importa cuán grande sea el aluvión de noticias negativas que los medios disfrutan presentándonos; lo positivo del mundo supera con mucho a lo negativo, pues Jesús ha ascendido.

Él, en efecto, ha ascendido, pero no nos ha abandonado.

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