martes, 10 de junio de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS



SAN MIGUEL DE ARALAR 
EN LA PARROQUIA 
DE SANTA TERESA DE JESUS



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1. ARCÁNGEL MIGUEL

MIGUEL, MIGUEL
ARCÁNGEL MIGUEL,
GUARDAD, GUARDAD
A ESTE PUEBLO FIEL
Por Pascua nos llega
el Ángel Miguel;
se alegra la tierra,
los hombres también.
Un fuego en la noche
la Pascua anunció,
y un Ángel anuncia:
“Ya resucitó”
La fe renovada
en tiempo pascual
nos hace testigos
de vida inmortal
Miguel nos enseña
de Cristo la Cruz;
el leño sagrado
será nuestra luz
Venció en la batalla
Miguel al dragón;
y en la Cruz de Cristo
la muerte murió
Hoy llega a nosotros
el Angel de paz
trayendo mensajes
de amor y unidad



Abuelos y nietos,
el hoy y el ayer
veneran gozosos
al mismo Miguel
La fe que nos guardas
desde Aralar
produzca en nosotros
frutos de verdad
Queremos pedirte,
Arcángel Miguel,
Que el pueblo navarro
Sea siempre fiel
El pueblo navarro
Quiere, en tu honor,
Tener como lema:
"Nadie como Dios"
Bendice a Navarra,
Arcángel Miguel,
Defiende a esta tierra,
Protege su fe
Pidamos al Angel
Miguel de Aralar
Que juntos vivamos
En la eternidad







2. MIKEL GUREA
MIKEL, MIKEL,
MIKEL GUREA,
GORDE, GORDE
EUSKAL HERRIA
Goazen, euskalduna,
Aralarrera
Mikel Aingerua
bisitatzera
Aralartik zatoz,
herririk herri,
sinismenez zahar
animaz berri.
Urtero zatozu
gure artera
Kristoren fedean
gu sendotzera.
Euskalen lurrean
ginen gu jaio,
gure sinismena
bizirik dago.
Ongi etorria
gaur denok zuri
zu zaitugulako
gure zaindari.
Euskaldun guztien
zaindari zara
orregatik gatoz
zu agurtzera.
Gurekin zaude hemen,
Aingeru Deuna
bizkor guregan
itxaropena
Denok pozik gaude,
zaindari umil,
aiton-amonak
eta neska mutil

Gure ama lurra
bedeinkatzera
zatozkigu lagun
gure elizara
Biziaren zainak
sendo itzazu,
fede argiz inor
ez dadin antzu.
Gogoz elkarturik
hainbeste jende
ez gaitezen eror
etsaien mende
Bizia dakardu
jaunak emana,
horregatik gatoz
gu zuregana.
“Jainko aina nor da?
eginez galde,
sasi-jauntxoei esan
zenien: “Alde!”
Zinezko kristauak
bedeinkatzera
urtero etorri
zaitez honera.
Herriko gaixoei
eman osasun.
horixe eskatzen
dizugu egun.
Jaunaren aingeru
leial ta zintzo,
bidez-bide eraman
gu zeruraino.
Nor Jainko aina
zeru-lurretan?
berari gorapen
gizaldietan!






3. ADIOS MIGUEL ARCÁNGEL

ADIOS, MIGUEL ARCÁNGEL
MINISTRO GENERAL,
SEA SIEMPRE TU TRONO
LA CUMBRE DE ARALAR
Escucha de esta tierra
la cálida oración,
concédenos la gracia
de ser fieles a Dios
Queremos ser testigos
del Reino de tu Amor:
una fe y un bautismo
y un solo corazón
Si nuestra vida siente
el peso del dolor,
despierta la esperanza,
danos tu protección.
Que nuestra fe esté cerca
del pobre en su aflicción,
y sean los cristianos
testigos de tu amor.



4. AGUR MIKEL AINGERU
AGUR , MIKEL AINGERU
AGINTARI AUNDIA,
IZAN BETI TRONUTZAT
ARALAR MENDIA
Bakarrikan nahi dugu
gure Jaungoikoa,
fede bat, bataio bat,
bihotz bat osoa
Goiaingeru ahaltsua,
jarrai gu laguntzen!
bazoaz baina gurekin
zu zara gelditzen.
Guregana etorri
zu zarenez gero,
zuregana igorik,
hor gaituzu gero!

PARA ESCUCHAR

Zeruetan betiko
elkartu gaitezen,
santutasun bidetik
jo dezagun hemen!
Buruzagi zoriontsu
Mikel Goiaingeru!
gutaz oroitu eta
gu beti babestu!
Bazoaz Aralarra
Aingeru Santua
zerua iristeko
ema















https://www.youtube.com/watch?v=3-27lBEntHg


lunes, 9 de junio de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS

SERMÓN DE LA MONTAÑA


Las Bienaventuranzas o beatitudes, expresan cómo debe ser la vida del cristiano, dónde está su verdadera realización y cómo logrará obtener no sólo la felicidad, sino la vida eterna. No en vano las bienaventuranzas han sido llamadas "El compendio del Plan de Dios para el Hombre".

"Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los mansos porque ellos poseern la tierra. Bienaventurados los hambrientos y sedientos de Santidad, porque ellos serán saciados.

 Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos conseguirán la misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos a causa de la santidad, porque de ellos es el reino de los cielos.

Bienaventurados ustedes cuando los maldijeren y persiguieren y dijeren, mintiendo, todo mal contra ustedes por mi causa. Alégrense, porque la recompensa de ustedes será grande en los cielos". (Mt 5,3-12).


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sábado, 7 de junio de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS

SI YO QUIERO QUE ÉSTE PERMANEZCA HASTA QUE YO VENGA, ¿A TI QUÉ? 
TÚ SÍGUEME



Este relato corresponde al ultimo capitulo del Evangelio según San Juan. Por la confrontación de textos se ve que el evangelista es el discípulo al que amaba Jesús, del mismo modo, es el mismo que en la cena descansó sobre el pecho del Señor.

Pedro y Juan aparecen frecuentemente en amistad, leemos en hechos 3:1 “Subían un día Pedro y Juan al templo”… Hechos 3:3-4; “Pues como este viese a Pedro y a Juan…Pedro entonces fijando con Juan la vista..” 3:11 “Teniendo, pues, él de la mano a Pedro y a
Juan.”

Por eso Pedro, que debió de comprender que Cristo aludía a su muerte, se interesó por la suerte de su amigo Juan con relación a su muerte. 

Pero Cristo le respondió: “Si Yo quisiera que éste permaneciese hasta que yo venga, ¿a ti qué (te importa)? Tú sígueme” Si la amistad llevaba a Pedro a querer saber esto, eran planes de Dios, en los que él no debía introducirse. Es la actitud de Cristo en los evangelios.

La pregunta que Pedro plantea, a continuación, a Jesús sobre la suerte del discípulo amado recibe de parte del Maestro una respuesta que no deja lugar a equívocos, en la que afirma la libertad soberana de Dios respecto a cada hombre.


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viernes, 6 de junio de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS

PEDRO, 
¿ME QUIERES? 
APACIENTA MIS OVEJAS


También en el ministerio de Pedro se manifiesta, por una parte, la debilidad propia del hombre, pero a la vez también la fuerza de Dios: el Señor manifiesta su fuerza precisamente en la debilidad de los hombres, demostrando que él es quien construye su Iglesia mediante hombres débiles. (...) La tercera referencia al Primado se encuentra en el evangelio de san Juan. El Señor ha resucitado y, como Resucitado, encomienda a Pedro su rebaño. También aquí se compenetran mutuamente la cruz y la resurrección. Jesús predice a Pedro que su camino se dirigirá hacia la cruz. En esta basílica, erigida sobre la tumba de Pedro, una tumba de pobres, vemos que el Señor precisamente así, a través de la cruz, vence siempre. No ejerce su poder como suele hacerse en este mundo. Es el poder del bien, de la verdad y del amor, que es más fuerte que la muerte. Sí, como vemos, su promesa es verdadera: los poderes de la muerte, las puertas del infierno no prevalecerán contra la Iglesia que él ha edificado sobre Pedro y que él, precisamente de este modo, sigue edificando personalmente. Benedicto XVI, 29 de junio de 2006. 


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jueves, 5 de junio de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS

PARA QUE EL MUNDO CREA 
QUE TÚ ME HAS ENVIADO


Hoy, encontramos en el Evangelio un sólido fundamento para la confianza: «Padre santo, no ruego sólo por éstos, sino también por aquellos que (...) creerán en mí» (Jn 17,20). Es el Corazón de Jesús que, en la intimidad con los suyos, les abre los tesoros inagotables de su Amor. Quiere afianzar sus corazones apesadumbrados por el aire de despedida que tienen las palabras y gestos del Maestro durante la Última Cena. Es la oración indefectible de Jesús que sube al Padre pidiendo por ellos. ¡Cuánta seguridad y fortaleza encontrarán después en esta oración a lo largo de su misión apostólica! En medio de todas las dificultades y peligros que tuvieron que afrontar, esa oración les acompañará y será la fuente en la que encontrarán la fuerza y arrojo para dar testimonio de su fe con la entrega de la propia vida.

La contemplación de esta realidad, de esa oración de Jesús por los suyos, tiene que llegar también a nuestras vidas: «No ruego sólo por éstos, sino también por aquellos que (...) creerán en mí». Esas palabras atraviesan los siglos y llegan, con la misma intensidad con que fueron pronunciadas, hasta el corazón de todos y cada uno de los creyentes.

En el recuerdo de la última visita de Juan Pablo II a España, encontramos en las palabras del Papa el eco de esa oración de Jesús por los suyos: «Con mis brazos abiertos os llevo a todos en mi corazón —dijo el Pontífice ante más de un millón de personas—. El recuerdo de estos días se hará oración pidiendo para vosotros la paz en fraterna convivencia, alentados por la esperanza cristiana que no defrauda». Y ya no tan cercano, otro Papa hacía una exhortación que nos llega al corazón después de muchos siglos: «No hay ningún enfermo a quien le sea negada la victoria de la cruz, ni hay nadie a quien no le ayude la oración de Cristo. Ya que si ésta fue de provecho para los que se ensañaron con Él, ¿cuánto más lo será para los que se convierten a Él?» (San León Magno).


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miércoles, 4 de junio de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS

TARSICIO DE AZCONA, 
PREMIO PRÍNCIPE DE VIANA



El sacerdote e historiador Jesús Morrás Santamaría (Tarsicio Azcona) ha recibido este mediodía, de manos de los príncipes de Asturias y Viana, el Premio Príncipe de Viana 2014, que concede el Gobierno de Navarra para reconocer la trayectoria de personas o entidades relevantes en el mundo de la cultura, tanto en los ámbitos de las artes plásticas o la literatura, como en los de la ciencia, la técnica o la investigación.

Tarsicio Azcona es el pseudónimo literario y nombre religioso de Jesús Morrás Santamaría, sacerdote e historiador de reconocido prestigio intelectual, especializado en historia de la iglesia española en tiempos de Enrique IV y de los Reyes Católicos, y en algunos personajes históricos. Es autor, entre otras, de una biografía numerosas veces reeditada y muy reconocida de la reina Isabel la Católica.

Estudió Humanidades en el seminario de Capuchinos de Alsasua, Filosofía en Estella y Teología en Pamplona. Fue ordenado sacerdote en 1946. Cursó estudios superiores de Historia de la Iglesia en Roma, donde obtuvo el título de doctor en Historia de la Iglesia junto con dos diplomas de Biblioteconomía y Archivística en la Escuela del Vaticano.

El Gobierno de Navarra había recibido en esta edición 8 candidaturas para optar a este galardón, las de José María Goicoechea Aizcorbe, Juan Cruz Labeaga Mendiola, Ramón Macías Mora, Ana Mari Marín, Francisco Javier Martínez Bernal, María Ángeles Mezquíriz Irujo, Santiago Montobbio y Jesús Morrás Santamaría.

El premio ha sido otorgado por el Gobierno foral a la vista de la propuesta realizada por el jurado, que está integrado por el Consejo
Integran además el Consejo Navarra de Cultura la presidenta de la Sociedad de Estudios Históricos de Navarra, Mercedes Galán; el deán y archivero-bibliotecario de la Catedral de Pamplona, Julio Gorricho; el abogado, profesor universitario y escritor Pedro Charro; el periodista e investigador, Gabriel Imbuluzqueta Alcasena; el historiador, Javier Itúrbide; la historiadora, Carmen Jusué; el cineasta, Koldo Lasa; el documentalista, Joaquím Llansó; el escenógrafo, Tomás Muñoz; el editor Ricardo Pita; el gerente del Orfeón Pamplonés, Joaquín Romero; la presidenta de la Sociedad de Conciertos Santa Cecilia y vicepresidencia de la Fundación Pablo Sarasate, María Jesús Artaiz y la gestora cultural, Nieves Beloqui.

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martes, 3 de junio de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS

Carlos Luanga y compañeros, Santos

Mártires en Uganda


Esa mañana, cuando el rey Mwanga reunió la corte, vibraba en el aire una espasmódica espera. En la sala se notaba la presencia insólita de algunos energúmenos, mientras el grupo de los pajes reales, espléndidos ejemplares de belleza negra, se agolpaban alrededor del trono. Mwanga les dio una orden extraña: “Todos los que no quieran rezar pueden quedarse aquí cerca del trono; en cambio, los que quieran rezar reúnanse allá contra la pared”. El jefe de los pajes, Carlos Lwanga, fue el primero en apartarse, y luego lo siguieron otros quince. “¿Pero ustedes rezan de verdad?”, preguntó el rey. “Sí, señor mío, nosotros rezamos de verdad” contestó Carlos en nombre de todos sus compañeros cristianos, que habían pasado toda la noche anterior rezando. “¿Y están resueltos a seguir rezando?” insistió el rey. “Sí, señor mío, siempre, hasta la muerte”. “Entonces, mátenlos” les dijo bruscamente el rey a los verdugos. En efecto, “rezar” equivalía a “ser cristianos” en ese reino de Mwanga, rey de Buganda, una región que actualmente pertenece a Uganda. Y en el reino de Mwanga rezar, es decir, ser cristianos, estaba absolutamente prohibido.

Los comienzos, en realidad, habían sido buenos. El rey Mutesa al principio había acogido bien, en 1879, a los Padres Blancos de Lavigérie, que después tuvieron que retirarse por las intrigas de algunos jefes. Después, en 1885, fueron llamados nuevamente por Mwanga, y encontraron cristianos comprometidos que ocupaban cargos de responsabilidad. El “katikiro”, una especie de canciller, había tramado una conjuración contra el rey, pero fue descubierto por los cristianos. Entonces este se alió con los notables y brujos, y esta alianza fue fatal para los cristianos. José Mukasa Balikuddembe, consejero del rey, fue decapitado el 15 de noviembre de 1885; en mayo de 1886 fueron muertos Dionisio Sbuggwawo, Ponciano Ngondwe, Andrés Kaggwa, Atanasio Bazzekuketta, Gonzaga Gonga, Matías Kalemba, Noé Mwaggali.

Después les tocó el turno a los pajes de los que hablábamos; pero tres se salvaron, según el uso, sacados a suerte. Entre los trece “mártires” se encontraba Mbaga Tuzinda, hijo del jefe de los verdugos. Naturalmente trató repetidamente de salvarlo, pero él no quiso separarse de sus compañeros. Entre ellos también había un niño de trece años, Kizito. Los veintidós mártires de Uganda fueron beatificados por Benedicto XV, y canonizados por Pablo VI el 18 de octubre de 1964, en presencia de los Padres del Concilio Vaticano II; y el mismo Pablo VI consagró en 1969 el altar del grandioso santuario construido en Namugongo, en donde los trece pajes, dirigidos por Carlos Lwanga, quisieron “rezar hasta la muerte”

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lunes, 2 de junio de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS

BUENAS NOTICIAS


Hoy podemos tener la sensación de que el mundo de la fe en Cristo se debilita. Hay muchas noticias que van en contra de la fortaleza que querríamos recibir de la vida fundamentada íntegramente en el Evangelio. Los valores del consumismo, del capitalismo, de la sensualidad y del materialismo están en boga y en contra de todo lo que suponga ponerse en sintonía con las exigencias evangélicas. No obstante, este conjunto de valores y de maneras de entender la vida no dan ni la plenitud personal ni la paz, sino que sólo traen más malestar e inquietud interior. ¿No será por esto que, hoy, las personas van por la calle enfurruñadas, cerradas y preocupadas por un futuro que no ven nada claro, precisamente porque se lo han hipotecado al precio de un coche, de un piso o de unas vacaciones que, de hecho, no se pueden permitir?

Las palabras de Jesús nos invitan a la confianza: «¡Ánimo!: yo he vencido al mundo» (Jn 16,33), es decir, por su Pasión, Muerte y Resurrección ha alcanzado la vida eterna, aquella que no tiene obstáculos, aquella que no tiene límite porque ha vencido todos los límites y ha superado todas las dificultades. 

Los de Cristo vencemos las dificultades tal y como Él las ha vencido, a pesar de que en nuestra vida también hayamos de pasar por sucesivas muertes y resurrecciones, nunca deseadas pero sí asumidas por el mismo Misterio Pascual de Cristo. ¿Acaso no son “muertes” la pérdida de un amigo, la separación de la persona amada, el fracaso de un proyecto o las limitaciones que experimentamos a causa de nuestra fragilidad humana?

Pero «sobre todas estas cosas triunfamos por Aquel que nos amó» (Rom 8,37). Seamos testigos del amor de Dios, porque Él en nosotros «ha hecho (...) cosas grandes» (Lc 1,49) y nos ha dado su ayuda para superar toda dificultad, incluso la muerte, porque Cristo nos comunica su Espíritu Santo.


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domingo, 1 de junio de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS

¿QUÉ NOS ENSEÑA LA ASCENSIÓN?
 

Debemos luchar por ser perfectos y buenos para poder ir al Cielo con Jesús. Él vivió como todos nosotros su proyecto y lo fue perfeccionando día a día. Su proyecto no terminó con la Muerte, sino que siguió con su Resurrección y su Ascensión.

Con la Ascensión, Jesús alcanza la meta final y es exaltado; se hace Señor y primogénito de sus hermanos. La plenitud sólo se alcanza al final y es un don de Dios. 

Jesús ha ascendido al Cielo y nos espera en la meta. Nosotros debemos trabajar para cumplir con nuestra misión en la tierra. Hay que vivir como Él, amar como Él, buscar el Reino de Dios. 

Debemos anunciar el Evangelio con la palabra y con la vida. 


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sábado, 31 de mayo de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS

MARÍA VISITA A SU PRIMA 
SANTA ISABEL


La fidelidad del salmista nace de la escucha de la Palabra, de custodiarla en lo más íntimo, meditándola y amándola, como María, que "custodiaba, meditándolas en su corazón" las palabras que le habían sido dirigidas y los sucesos maravillosos en los que Dios se revelaba, pidiendo su sí.

Y si nuestro salmo comienza con los primeros versos proclamando "beato" a "quien camina en la Ley del Señor" y a "quien custodia sus enseñanzas", es también la Virgen María la que lleva a cumplimiento la perfecta figura del creyente descrito por el salmista.

 Es Ella, de hecho, la verdadera "beata", proclamada como tal por Isabel por "haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor", y es de Ella y de su fe de quien el mismo Jesús da testimonio cuando, a la mujer que gritaba "Bendito el seno que te ha llevado", responde: "Felices más bien los que escuchan la Palabra de Dios y la practican".

Cierto, María es bendita porque en su seno llevó al Salvador, pero sobre todo porque acogió el anuncio de Dios, porque fue una guardiana atenta y amorosa de su Palabra. Benedicto XVI, 9 de noviembre de 2011..


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viernes, 30 de mayo de 2014

SENCILLAS VVENCIAS

VUESTRA TRISTEZA SE CONVERTIRÁ 
EN GOZO


Hoy comenzamos el Decenario del Espíritu Santo. Reviviendo el Cenáculo, vemos a la Madre de Jesús, Madre del Buen Consejo, conversando con los Apóstoles. ¡Qué conversación tan cordial y llena! El repaso de todas las alegrías que habían tenido al lado del Maestro. Los días pascuales, la Ascensión y las promesas de Jesús. Los sufrimientos de los días de la Pasión se han tornado alegrías. ¡Qué ambiente tan bonito en el Cenáculo! Y el que se está preparando, como Jesús les ha dicho.

Nosotros sabemos que María, Reina de los Apóstoles, Esposa del Espíritu Santo, Madre de la Iglesia naciente, nos guía para recibir los dones y los frutos del Espíritu Santo. Los dones son como la vela de una embarcación cuando está desplegada y el viento —que representa la gracia— le va a favor: ¡qué rapidez y facilidad en el camino!

El Señor nos promete también en nuestra ruta convertir las fatigas en alegría: «Vuestra alegría nadie os la podrá quitar» (Jn 16,23) y «vuestra alegría será completa» (Jn 16,24). Y en el Salmo 126,6: «Al ir, va llorando, llevando la semilla; al volver, vuelve cantando trayendo sus gavillas».

Durante toda esta semana, la Liturgia nos habla de rejuvenecer, de exultar (saltar de alegría), de la felicidad segura y eterna. Todo nos lleva a vivir de oración. Como nos dice san Josemaría: «Quiero que estés siempre contento, porque la alegría es parte integrante de tu camino. —Pide esa misma alegría sobrenatural para todos».

El ser humano necesita reír para la salud física y espiritual. El humor sano enseña a vivir. San Pablo nos dirá: «Sabemos que todas las cosas contribuyen al bien de los que aman a Dios» (Rom 8,28). ¡He aquí una buena jaculatoria!: «¡Todo es para bien!»; «Omnia in bonum!»
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jueves, 29 de mayo de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS

VUESTRA TRISTEZA SE CONVERTIRÁ 
EN ALEGRÍA


En algunos lugares, hoy se celebra la fiesta de la Ascensión. Jesús se va al Padre, pero antes se lo comunica a los suyos: “Dentro de poco ya no me veréis, pero poco después me volveréis a ver”.

Una vez más, los apóstoles no entienden lo que Jesús les dice: que es el camino, para llegar al Padre ”yo soy el camino la vedad y la vida, nadie va al Padre sino por mi. Camino único para llegar al Padre, Verdad: si me habéis conocido a mi conoceréis también al Padre. Vida: esta es la vida eterna, que te conozcan a ti único Dios verdadero y al que enviaste Jesucristo.

Nuestro peregrinar debe ser por el único camino: Cristo, él nos lleva al encuentro con el Padre. En estos días de Pascua nos hemos encontrado con Cristo resucitado y hemos escuchado su promesa: de que resucitaremos con Él.

Trabajemos incansablemente para llegar al encuentro definitivo, no nos distraigamos de nuestra meta y pidamos que Cristo sea reconocido por todos como el único Camino ,Verdad y Vida.y que nuestra tristeza se convierta en gozo.

miércoles, 28 de mayo de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS

ÉL OS GUIARÁ HASTA LA VERDAD COMPLETA


Hoy, Señor, una vez más, nos quieres abrir los ojos para que nos demos cuenta de que con demasiada frecuencia hacemos las cosas al revés. «El Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad completa» (Jn 16,13), aquello que el Padre ha dado a conocer al Hijo.

¡Es curioso!: más que dejarnos guiar por el Espíritu (¡qué gran desconocido en nuestras vidas!), lo que hacemos es, bien pasar de Él, bien “imponerle” las cosas una vez ya hemos tomado nuestras decisiones. Y lo que hoy se nos dice es más bien lo contrario: dejar que Él nos guíe.

Pienso, Señor, en voz alta... Vuelvo a leer el Evangelio de hoy y me vienen a la cabeza los chicos y chicas que recibirán la Confirmación este año. Veo los que me rodean y estoy tentado a pensar: —¡Qué verdes están! ¡A éstos, tu Espíritu no les va ni por delante ni por detrás; y más bien se dejan guiar por todo y por nada!

A quienes se nos considera adultos en la fe, haznos instrumentos eficaces de tu Espíritu para llegar a ser “contagiadores” de tu verdad; para intentar “guiar-acompañar”, ayudar a abrir los corazones y los oídos de quienes nos rodean.

«Mucho tengo todavía que deciros» (Jn 16,12). —¡No te retengas, Señor, en dirigirnos tu voz para revelarnos nuestras propias identidades! Que tu Espíritu de Verdad nos lleve a reconocer todo aquello de falso que pueda haber en nuestras vidas y nos haga valientes para enmendarlo. Que ponga luz en nuestros corazones para que reconozcamos, también, aquello que de auténtico hay dentro de nosotros y que ya participa de tu Verdad. Que reconociéndolo sepamos agradecerlo y vivirlo con alegría.

Espíritu de Verdad, abre nuestros corazones y nuestras vidas al Evangelio de Cristo: que sea ésta la luz que ilumine nuestra vida cotidiana. Espíritu Defensor, haznos fuertes para vivir la verdad de Cristo, dando testimonio a todos.

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martes, 27 de mayo de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS

"CONVIENE QUE YO ME VAYA"


Hoy el Evangelio nos ofrece una comprensión más profunda de la realidad de la Ascensión del Señor. En la lectura del Evangelio de Juan del Domingo de Pascua, Jesús le dice a María Magdalena que no se aferre a Él porque «aún no he subido a mi Padre» (Jn 20,17). En el Evangelio de hoy Jesús se da cuenta de que «por haberos dicho esto, vuestros corazones se han llenado de tristeza» (Jn 16,6), por eso indica a sus discípulos que «os conviene que yo me vaya» (Jn 16,7). Jesús debe ascender al Padre. Sin embargo, todavía está entre nosotros.

¿Cómo puede irse y quedarse al mismo tiempo? Este misterio lo explicó el Papa Benedicto XVI: «Y, dado que Dios abraza y sostiene a todo el cosmos, la Ascensión del Señor significa que Cristo no se ha alejado de nosotros, sino que ahora, gracias al hecho de estar con el Padre, está cerca de cada uno de nosotros, para siempre».

Nuestra esperanza se halla en Jesucristo. Con su conquista sobre la muerte nos dio una vida que la muerte no podrá nunca destruir, su Vida. Su resurrección es la verificación de que lo espiritual es real. Nada puede separarnos del amor de Dios. Nada puede disminuir nuestra esperanza. Las negativas del mundo no pueden destruir lo positivo de Jesucristo.

El mundo imperfecto en el que vivimos, un mundo donde sufren los inocentes, puede conducirnos al pesimismo. Pero Jesucristo nos ha transformado en eternos optimistas. 

La presencia viva del Señor en nuestra comunidad, en nuestras familias, en aquellos aspectos de nuestra sociedad que, con todo derecho, pueden ser llamados “cristianos”, nos confieren una razón para la esperanza. La Presencia Viva del Señor en cada uno de nosotros nos ha proporcionado alegría. No importa cuán grande sea el aluvión de noticias negativas que los medios disfrutan presentándonos; lo positivo del mundo supera con mucho a lo negativo, pues Jesús ha ascendido.

Él, en efecto, ha ascendido, pero no nos ha abandonado.

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lunes, 26 de mayo de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS

"TAMBIÉN VOSOTROS DARÉIS TESTIMONIO"


Hoy, en el evangelio Jesús anuncia y promete la venida del Espíritu Santo: «Cuando venga el Paráclito (…) que procede del Padre, Él dará testimonio de mí» (Jn 15,26). “Paráclito” literalmente significa “aquél que es llamado junto a uno”, y habitualmente es traducido como “Consolador”. De este modo, Jesús nos recuerda la bondad de Dios, pues siendo el Espíritu Santo el amor de Dios, Él infunde en nuestros corazones la paz, la serenidad en las adversidades y la alegría por las cosas de Dios. Él nos hace mirar hacia las cosas de arriba y unirnos a Dios.

Además Jesús dice a los Apóstoles: «También vosotros daréis testimonio» (Jn 15,27). Para dar testimonio es necesario:

1º Tener comunión e intimidad con Jesús. Ésta nace del trato cotidiano con Él: leer el Evangelio, escuchar sus palabras, conocer sus enseñanzas, frecuentar sus sacramentos, estar en comunión con su Iglesia, imitar su ejemplo, cumplir los mandamientos, verlo en los santos, reconocerlo en nuestros hermanos, tener su espíritu y amarlo. Se trata de tener una experiencia personal y viva de Jesús.

2º Nuestro testimonio es creíble si aparece en nuestras obras. Un testigo no es sólo una persona que sabe que algo es verdad, sino que también está dispuesta a decirlo y vivirlo. Lo que experimentamos y vivimos en nuestra alma debemos transmitirlo al exterior. Somos testigos de Jesús no sólo si conocemos sus enseñanzas, sino —y principalmente— cuando queremos y hacemos que otros lo conozcan y lo amen. Como dice el dicho: «Las palabras mueven, los ejemplos arrastran».


El Papa Francisco nos decía: «Agradezco el hermoso ejemplo que me dan tantos cristianos que ofrecen su vida y su tiempo con alegría. Ese testimonio me hace mucho bien y me sostiene en mi propio deseo de superar el egoísmo para entregarme más». Y añadía: «Quiero pediros especialmente un testimonio de comunión fraterna que se vuelva atractivo y resplandeciente». Eso es siempre una luz que atrae.

PARA ESCUCHAR
https://www.youtube.com/watch?v=BFUS9tMXJdE

domingo, 25 de mayo de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS

«No os dejaré huérfanos»
"Otro Pedro vendrá, con sus redes en la espalda, nuevo obispo de Roma y nuevo padre para la familia de los hijos de Dios. Y a Benedicto XVI, que pasa la barca de San Pedro a su sucesor, le decimos de todo corazón: ¡Gracias, santo padre, perdón por nuestras faltas de correspondencia a sus silbidos de buen pastor, y le rogamos que no cese de ayudar al pueblo de Dios con la fecundidad de su pensamiento y su oración!"
DEL PRELADO11 de Marzo de 2013

 “No os dejaré huérfanos” (Jn 14,18), dijo Cristo a los apóstoles: les prometió que les enviaría el Espíritu Santo, que a su vez les haría más plenamente hijos de Dios Padre. No os dejaré huérfanos: son estas las palabras que me vienen al alma mientras se acaba un pontificado. Benedicto XVI no nos deja huérfanos, porque sigue vivo su magisterio, porque nos acompañará con su oración y con su afecto paterno, porque cada día se hace más fuerte su figura de buen pastor y, finalmente, porque el Espíritu Santo seguirá guiando a su Iglesia con un nuevo romano pontífice.

El rico magisterio de Benedicto XVI manifiesta su extraordinaria capacidad de conjugar verdades profundas con palabras sencillas. Ha aprovechado el aparente “eclipse de Dios” para invitarnos a redescubrir el sentido de Dios, Creador y Redentor, que actúa siempre en nuestro mundo.

sábado, 24 de mayo de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS

SI A MI ME HAN PERSEGUIDO 
TAMBIÉN OS PERSEGUIRÁN A VOSOTROS


Hay una razón más para pensar que sea de nuevo el momento de abandonar con audacia lo que hay de mundano en la Iglesia. Lo que no quiere decir retirarse del mundo. 

Una Iglesia aligerada de los elementos mundanos es capaz de comunicar a los hombres -tanto a los que sufren como a los que los ayudan- precisamente en el ámbito social y caritativo, la fuerza vital especial de la fe cristiana. (...) Sólo la profunda relación con Dios hace posible una plena atención al hombre, del mismo modo que sin una atención al prójimo se empobrece la relación con Dios. 

Estar abiertos a las vicisitudes del mundo significa por tanto para la Iglesia "desmundanizada" testimoniar, según el Evangelio, con palabras y obras, aquí y ahora, la señoría del amor de Dios. Esta tarea, además, nos remite más allá del mundo presente: la vida presente, en efecto, incluye la relación con la vida eterna. Vivamos como individuos y como comunidad de la Iglesia la sencillez de un gran amor que, en el mundo, es al mismo tiempo lo más fácil y lo más difícil, porque exige nada más y nada menos que el darse a sí mismo. Benedicto XVI, 25 de septiembre de 2011.


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viernes, 23 de mayo de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS

AMAOS LOS UNOS A LOS OTROS
 COMO YO OS HE AMADO



El encuentro y la acogida de todos, la solidaridad, es una palabra que la están escondiendo en esta cultura, casi una mala palabra, la solidaridad y la fraternidad, son elementos que hacen nuestra civilización verdaderamente humana.

Ser servidores de la comunión y de la cultura del encuentro. Los quisiera casi obsesionados en este sentido. Y hacerlo sin ser presuntuosos, imponiendo "nuestra verdad", más bien guiados por la certeza humilde y feliz de quien ha sido encontrado, alcanzado y transformado por la Verdad que es Cristo, y no puede dejar de proclamarla.


Queridos hermanos y hermanas, estamos llamados por Dios, con nombre y apellido, cada uno de nosotros, llamados a anunciar el Evangelio y a promover con alegría la cultura del encuentro. La Virgen María es nuestro modelo. En su vida ha dado el "ejemplo de aquel amor de madre que debe animar a todos los que colaboran en la misión apostólica de la Iglesia para engendrar a los hombres a una vida nueva" (SS Francisco, 27 de julio de 2013).

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https://www.youtube.com/watch?v=7oqQNvGZhIg

jueves, 22 de mayo de 2014

SENCILLAS VIVENCIAS

PERMANECED EN MI AMOR


Permaneced en mi amor significa, pues, una invitación a permanecer en esa privilegiada dicha del que se siente amado, para enseñarnos a no apoyar nuestra vida espiritual sobre la base deleznable del amor que pretendemos tenerle a Él (véase como ejemplo 13, 36 - 38), sino sobre la roca eterna de ese amor con que somos amados por Él. Cf. I Juan 4, 16 y nota: "En cuanto a nosotros, hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en ese amor. Dios es amor; y el que permanece en el amor, en Dios permanece y Dios permanece en él". Permanecer en el amor no significa (como muchos pensarán), permanecer amando, sino sintiéndose amado, según vemos al principio de este v.: hemos creído en ese amor. S. Juan que acaba de revelarnos que Dios nos amó primero (v. 10), nos confirma ahora esa verdad con las propias palabras de Jesús que el mismo Juan nos conservó en su Evangelio. "Permaneced en mi amor" (Juan 15, 9). 

También allí nos muestra el Salvador este sentido inequívoco de su palabras, admitido por todos los intérpretes: no quiere El decir: permaneced amándome, sino que dice: Yo os amo como Mi Padre me ama a Mí; permaneced en mi amor, es decir, en este amor que os tengo y que ahora os declaro. Lo que aquí descubrimos es, sin duda alguna, la más grande y eficaz de todas las luces que puede tener un hombre para la vida espiritual, como lo expresa muy bien S. Tomás diciendo: "Nada es más adecuado para mover al amor, que la conciencia que se tiene de ser amado" (cf. Os. 2, 23 y nota). No se me pide, pues, que yo ame directamente, sino que yo crea que soy amado. ¿Y qué puede haber más agradable que ser amado? ¿No es eso lo que más busca y necesita el corazón del hombre? Lo asombroso es que el creer, el creerse que Dios nos ama, no sea una insolencia, un audacia pecaminosa y soberbia, sino que Dios nos pida esa creencia tan audaz, y aun nos la indique como la más alta virtud. Feliz el que recoja esta incomparable perla espiritual que el divino Espíritu nos ofrece por boca del discípulo amado; donde hay alguien que secree amado por Dios, El, pues que El es ese mismo amor. La liturgia del Jueves Santo (lavatorio de los pies) aplica acertadamente este concepto a la caridad fraterna, diciendo: "Donde hay caridad y amor, allí está Dios", lo cual también es exacto porque ambos amores son inseparables (v. 23), y Jesús dijo también que El está en medio de los que se reúnen en su Nombre (Mat. 18, 20). 

Fácil es por lo demás explicarse la indivisibilidad de ambos amores si se piensa que yo no puedo dejar de tener sentimientos de caridad y misericordia en mi corazón mientras estoy creyendo que Dios me ama hasta perdonarme toda mi vida y dar por mí su Hijo para que yo pueda ser tan glorioso como El. Por eso es que no podría decirse "peca fuerte y cree más fuerte", según la célebre fórmula, pues cuando pecamos lo primero que falla es la fe (cf. 5, 4; I Pedro 5, 9). 11. Porque no puede existir para el hombre mayor gozo que el de saberse amado así. En 16, 24; 17, 13; I Juan 1, 4, etc., vemos que todo el Evangelio es un mensaje de gozo fundado en el amor.

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