viernes, 16 de septiembre de 2011

DÍA 16 DE SEPTIEMBRE DE 2011



"DE CIEN ALMAS, NOS INTERESAN LAS CIEN"

Me gusta, en estos breves escritos que voy presentando en el blog, “Desde mi ventana”, fijarme en hechos o dichos en su mayoría insignificantes, pero de los que se puede extraer alguna enseñanza práctica para la vida.


Hoy voy a comentar una frase que oí pronunciar hace unos días, en el despacho, donde habitualmente paso unas horas todos las jornadas.

El hecho es muy sencillo: un técnico de Movistar, llamado por mí, llegó a mi lugar de trabajo, a solventar una avería, referida a la falta de servicio de Internet, en mi ordenador.

Apenas había pasado el umbral de la puerta, le llamaron por teléfono móvil. Por lo que pude oír, le consultaban algún problema de su especialidad; quizás se trataba de asunto complicado, porque en un momento dado, el técnico de MoviStar profirió, con cierta fuerza, la siguiente frase: “Cuidado, puedes armar la de Dios es Cristo”.

Terminada la conversación, que no fue larga, y dirigiéndose a mi, me dijo: “Perdón, por la blasfemia, pero ya me confesaré”. Y le salieron, sin más, los colores a la cara.

Esta frase –traté de explicarle-, en si misma no es una blasfemia, aunque dicha con mala intención y con desprecio, puediera ser ofensiva; de lo contrario, es seguir la costumbre de usar expresiones populares del refranero.

El chico se quedó tranquilo, seguimos en la búsqueda de la avería, que después de unas horas quedó solventada. Y además, todo esto, sirvió para hacernos amigos. Una vez más me vino a la memoria aquella frase de San Josemaría: "de cien almas nos interesan las cien".

Después, para mayor ilustración y explicación de dicha frase, ha acudido al libro “El porqué de los dichos” de José María Iribarren. Allí he encontrado lo siguiente:

La frase “armar la de Dios es Cristo”, “se aplica a las pendencias en donde todos gritan y ninguno se entiende. Y a las tremolinas y reyertas muy grandes y ruidosas”.

“Según los más, proviene esta expresión de las controversias que se armaron en el Concilio de Nicea al discutirse la doble naturaleza, humana y divina de Jesucristo”.

Según Starbi, refiriéndose a la perturbación ocurrida en el Calvario cuando los judíos deicidas se convencieron de que el Crucificado era verdaderamente el Hijo de Dios por el temblor de tierra y los fenómenos que acompañaron a su muerte”.

Bastús dice que alude a las tempestuosa disputas teológicas que hubo en ciertas escuelas y en algunos concilios para hacer ver y demostrar a los disidentes o herejes la sinrazón con que sostenían sus erróneos principios, acerca de la divinidad de Jesús, Hijo de Dios”.

San Josemaría, “siendo muy joven en Logroño en pleno y terrible invierno vio sobre la nieve las huellas de unos pies de un religioso capuchino, que por amor de Dios y por salvar almas andaba descalzo sobre ese hielo tan temible. Y se preguntó: "Todo esto hacen los demás, y yo ¿qué voy a hacer por Cristo y por las almas?". Desde entonces se propuso gastarse y desgastarse por hacer amar más a Dios y por conseguir salvar almas”.

PINCHA AQUÍ
http://www.opusdei.org.mx/art.php?p=39765

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas gracias por enseñarnos cada día algo nuevo. A mi me ha clarificado mucho la explicación de esta expresión. De ahora en adelante sabré explicarlo a los demás y no juzgaré sin sentido.
Gracias

Mercedes dijo...

ESTO ES CADA DIA MAS EMOCION
COMO ME HA GUSTADO EL COMENTARIO DE LA POFRESORA ES ESCALOFIANTE
CUNTO BIEN SE PUEDE HACER EN SILENCIO Y CON CARIÑO TENGO AMIGAS QUE LES COMENTARE ESTAS COSAS
DE LOS CIEN ME INTERESA LOS CIEN
SU FELIGRESA MEME