DÍA 3 DE SEPTIEMBRE DE 2011
MUCHAS FELICIDADES MARTINA, DESDE PAMPLONA
Entre las múltiples utilidades que ofrecen las agendas electrónicas, está la de disponer de un calendario, en el que introducir las fechas de cumpleaños de familiares, amigos y conocidos. Una sencilla programación de datos, una orden de aviso con alarma incluida y esperar que lleguen el día y la hora señalados. Y además, estas fechas pueden programarse para años sucesivos, si así se establece.
Me ocurrió ayer. A las diez de la mañana, sonó la alarma de mi agenda. Abrí la tapa de cuero falso que la protege y vi en la pantalla el aviso del cumpleaños de un feligrés; hombre de Parroquia, colaborador asiduo, buena persona.
Cogí el teléfono fijo y llamé a su casa. Se puso su mujer. Pregunté por su marido. Y, en broma, le dije si le pasaba algo. Me dijo, que no. Yo insistí: ¿pero no cumple hoy los años? Me dijo que sí, pero que no podía ponerse al teléfono porque acaba de bajar a recoger el pan y el periódico. ¡Qué pena! Pero ya le diré que le ha llamado usted. Me despedí. Colgué el teléfono mientras les encomendaba interiormente.
Hora y media después, no más, estaba yo pasando unos datos al libro de Bautismos, cuando se asomó a mi despacho el “cumpleañero”, para -según me dijo-, agradecerme el detalle que había tenido con él. Volví a felicitarle y a desearle muchos años de vida. Cumplido que me agradeció.
Despues, durante un rato, hablamos de otras cosas. Cuando se iba a marchar, me volvió agradecer el detalle, a la vez que ponderaba mi buena memoria, capaz de acordarse de tantas y tantas efemérides.
¡No sabía lo de la agenda! Yo tampoco le dije nada. Aproveché para darle gracias a Dios por disponer de un instrumento que me permite cumplir con esta amorosa costumbre de felicitar a los amigos.
Y aunque es verdad, que la genda es una ayuda, también es verdad que hay que preocuparse de ello. Y esto, quieras o no, conlleva cierta mortificación: introducir datos, programarlos adecuadamente, estar al quite. Pero, ya se sabe, en estas pequeñas moritificaciones, que no dañan a los demás, se encierra el amor.
Casi sin quererlo, me vinieron a la cabeza las palabras de la homilía de San Josemaría, pronunciada el 2-XII-1951, primer domingo de Adviento, titulada “Vocación Cristiana”, y recogida más tarde en el libro “Es Cristo que pasa”-
“Mortificaciones que no mortifiquen a los demás, que nos vuelvan más delicados, más comprensivos, más abiertos a todos. Tú no serás mortificado si eres susceptible, si estás pendiente sólo de tus egoísmos, si avasallas a los otros, si no sabes privarte de lo superfluo y, a veces, de lo necesario; si te entristeces, cuando las cosas no salen según las habías previsto. En cambio, eres mortificado si sabes hacerte todo para todos, para ganar a todos”.
Con agenda o sin agenda, muchas felicidades a todos los que hoy cumplen años, en especial para tí, Martina.
2 comentarios:
Me uno a la felicitación para Martina. Muchas felicidades.
"... eres mortificado si sabes hacerte todo para todos, para ganar a todos”...
Hace días le pedi ayuda para tener mortificaciones en la mente. Gracias por todo, pero sobre todo por su último párrafo.
Me quedo sin palabras
que bonita felicitacion a Martina
Yo tambien le filicito Martina muchas felicidades
su feligresa Meme
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