jueves, 6 de octubre de 2011

DÍA 6 DE OCTUBRE DE 2011


DISTINGUIR LA VOZ DE DIOS

En mi parroquia hay dos timbres. Uno en la puerta del despacho parroquial, y el otro, en la zona de la sacristía nueva. Los dos, aunque son de tamaño y colorido distintos, suenan casi igual. Por eso, a veces es difícil saber donde llaman.


En más de una ocasión me ha ocurrido, y no sólo a mí, sino también a otras personas, que oyes el timbre, te levantas, y raudo y veloz, sales a atender al que reclama tus servicios, y cuando abres la puerta, compruebas que allí no hay nadie. Tienes que volver sobre tus pasos y acudir a la otra puerta, haber si llegas a tiempo a abrir al que llama.

Unas veces, el “llamador” impaciente, se ha ido, quizás refunfuñando y protestando por no haber sido atendido. Otras veces, se llega. Y entonces, te disculpas, le explicas el asunto, él te escucha, lo comprende y a continuación se entra en conversación.

Aunque esto no es lo peor. Lo que más molesta es cuando oyendo el timbre y no sabiendo a que puerta a acudir, llegas a una de las puertas y no encuentras a nadie. No porque se haya ido el “llamador de turno”, sino porque el que ha llamado ha sido un niño travieso y trasto, que tan pronto ha llamado, echa a correr como alma que lleva el diablo. O se esconde entre el seto y repite la jugada de nuevo. ¡Cosas de chiquillos!.

Pero bien, aunque todo esto, te hace perder el tiempo, te sabe mal, te sientes burlado, juguete, también te enseña a distinguir los sonidos, a separar las voces, a aclarar las llamadas y a calibrar las cosas.

En la vida espiritual pasa lo mismo. Decía San Josemaría: que “a veces el Señor sugiere su querer como en voz baja, allá en el fondo de la conciencia: y es necesario escuchar atentos, para distinguir esa voz y serle fieles”.

“En muchas ocasiones, nos habla a través de otros hombres, y puede ocurrir que la vista de los defectos de esas personas, o el pensamiento de si están bien informados, de si han entendido todos los datos del problema, se nos presente como una invitación a no obedecer”. ¡Conviene distinguir las llamadas!

Leí esta advertencia de Chiara Lubich, sobre la llamada divina: Dios llama, pero “muchas veces esa voz se distingue con dificultad en medio de muchas otras voces que resuenan en nuestro interior, pero no tenemos nunca que olvidar que la realidad está en nuestro interior. Tenemos que descubrir la voz de Dios. Es necesario extraer esa voz como se quita un diamante del barro: limpiarla, evidenciarla y dejarnos guiar por ella”.

En mi parroquia hay dos timbres. Ayer cambiaron uno que se había estropeado. Ahora suenan los dos. Pero hay que "distinguir" por que puerta te llaman.

PINCHA AQUÍ

http://www.youtube.com/watch?v=byFhjzM2BNs

2 comentarios:

mercedes dijo...

D José María gracias lo primero que quiero darle
Preguntara por que yo le contesto por el blog de ayer me puse a contestarle y con la mala suerte que después de cinco veces me rechazaba
Total, que me quedé con pena
Hoy le puedo decir que agradecida estoy por traerme la comunión con que cariño me la trae y respeto
Aquí es donde yo emocionare siento en mi esos años que usted con tanto cariño se la traía también a nuestros Gades
Que recuerdos siento yo en esos momentos ya que les acompañaba yo muchas veces Gracias por su entrega de sacerdote a las almas
Quiero contestarle lo de hoy lo de las llamadas o llamada
Puedo decirle muy orgullosa que siempre he escuchado a Dios en mi vida unas veces mas que otras
Pero hoy hace nueve años tuve la suerte de tener una llamada especial en Roma el DIA de la Canonización de S JOSEMARIA
Amigo lector yo allí sentí la llamada al Opus Dei y estoy muy contenta de serlo
Por eso amiga y amigo que puedas leer esto no te descuides nunca de escuchar la LLALADA de Dios en donde Dios te de la luz delante del Sagrario es un sitio muy silencioso y con mucha paz para escuchar a Dios
Espero que Tú quien seas puedas comentar también tu testimonio
Su feligresa meme

Anónimo dijo...

A ti , a mi, a todos, Dios nos llama a la santidad en medio del mundo.Ojalá sepamos escuchar su llamada.