DÍA 21 DE NOVIEMBRE DE 2011

"UNA PERSONA, UN VOTO"

Ayer, una vez más, después de cuatro años cortos, volvimos a ejercer el derecho al voto.

El cielo desde las primeras horas de la mañana, amaneció cubierto de nubes. Nubes altas, entre claros y momentos de sol. Muchas hojas caídas de los árboles rodando por el suelo. Las ramas de los árboles desposeídas de su belleza primaveral, los troncos secos por fuera y llenos de savia almacenada a través de sus raíces. Un día auténticamente otoñal.

Finalizada la Misa de diez, ayer celebrábamos la solemnidad de Cristo Rey, acompañado de una de mis hermanas -la otra había acudido antes-, me dirigí al Colegio Público Doña Mayor de Navarra, Calle Canal, lugar designado para la votación: Distrito 06, Sección 015, Mesa A.

Gente que iba y venía. Gente mayor en su mayor parte, jóvenes también. Todos con la misma pregunta: ¿Qué pasará?

Llegamos. En la mesa, estaban dos hermanas, hijas e Bernardo y Tere, directora y secretaria. Y un joven con sus brazos llenos de tatuajes.

Como siempre, presenté el carnet de identidad, la presidenta leyó en alta voz el nombre, el chico lo comprobó en un listado que tenía sobre la mesa, la secretaria copió nombre y apellidos en una nueva lista y el número de votación. Entre bromas, comenté ¡qué bonita era la letra de la amanuense.

A continuación, la directora, me invitó a votar. Primero, con el sobre color sepia, después, con el blanco. Me devolvió el carnet, y dijo: cumplido el deber de votar.

Me despedí de los componentes de las mesa y me volví sobre mis pasos por la galería del Colegio. Mientras llegaba mi hermana, detuve en observar varias pinturas realizadas por los niños de la escuela –me parecieron futuros "picasos"- eran cuadros que colgaban de las paredes de pasillo. Saludos, atenciones a gentes conocidas.

Al poco rato, en compañía de mi hermana volví a casa. Por el camino nos tropezamos con caras conocidas. Se notaba en las personas ganas de cambio. No sé lo que pasará. Cuando leas estas letras ya se conocerán los resultados, ahora, cuando las escribo, es una incógnita. Me atrevo a adivinar mayoría absoluta para el PP.

Mañana contaré los resultados. Hoy, por ayer, celebramos la solemnidad de Cristo Rey. Le he pedido que reine en nuestras familias, en nuestra parroquia, en nuestro barrio, en nuestra ciudad, en nuestra nación, en nuestras almas.

«Reinaré en España, y con más veneración que en otras muchas partes».

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