UN AMIGO Y SU BOINA
Me encontré con un amigo. Llevaba cubierta la
cabeza con una hermosa boina. Yo iba bien abrigado con una bufanda
negra. Mi amigo comenzó a cantar las grandezas de la boina y a meterse contra
mi bufanda. Me dijo que en su pueblo se dice: “Este es tan tonto que no
sabe ni llevar la boina”. Y al que lleva la bufanda como yo la llevaba también le
dice cosas raras. Como yo no tenía ganas de discutir, aguanté sin más a sus
palabras. Luego he ido a informarme un poco sobre la boina y para ti he sacado algunos datos:
"La boina es una prenda que sirve para cubrir la parte alta de
la cabeza. Su tamaño es reducido, cubre
exclusivamente el cuero cabelludo,
dejando muy poco espacio, no más de dos centímetros, entre su
superficie interior y el cuero cabelludo. No cubre las orejas ni la nuca".
"En el País Vasco y Navarra se
utiliza como distinción de campeón en competiciones y eventos deportivos y
culturales recibiendo el nombre solo en este caso de "txapela" (del euskera txapeldun,
"campeón")".
En Europa aparece
históricamente documentada tanto en miniaturas de la Baja Edad Media como en figuras que adornan
construcciones góticas. Tenía entonces
un tamaño de hasta dos veces el diámetro de la cabeza que la sustentaba. Rembrandt era
muy aficionado a usar esta prenda, siendo numerosos los autorretratos,
especialmente en sus grabados de punta seca, en los que aparece tocado con una
gran boina.
Estando
tan extendido el uso en los Países Bajos, algunos
historiadores se han preguntado, aunque nunca afirmado, si esta prenda pudo
llegar a España con
motivo de la unión de la casa de Castilla-Aragón con la austriaca.
Como
indumentaria militar fue adoptada por los ejércitos imperiales y conocida como Parlota aunque aun entonces su cinta o lazo se
llevaba por fuera y dejaba orla de visera toda alrededor que después
desapareceria invirtiendose.
Sin
embargo, es durante la Revolución
francesa cuando, del
mismo modo que llega La Marsellesa a París, llega también la boina hasta allí desde
los valles pirenaicosseptentrionales vasco franceses, donde su uso aun se había mantenido
desde tiempo inmemorial.
El
intercambio comercial entre ambos lados de los Pirineos se hace muy activo tras
el Tratado
de Valençay y así
pasan a utilizar también la boina los vascos, que la compran en Francia, ya que hasta mediados del siglo XIX no se conoce la existencia de fábricas
de boinas en el País Vasco.
Joseph
Goebbels, que siendo bajo y cojo representaba el polo opuesto de lo
que los nazis consideraban
ideales racistas y sufría el complejo ante las gorras de alto vuelo de los
jerarcas de su partido, quedó prendado con Serrano Suñer cuando lo conoció
tocado con su boina. Para Goebbels el uso de la boina reducía en apariencia la
estatura por un lado, y por otro, se adaptaba muy bien a su cabeza, ocultando
buena parte de sus deficientes rasgos ideales nazis. Pero Martin Bormann se opuso con vehemencia ante Hitler, argumentando que la
"Sturmmütze" empleada por los matones nazis que habían allanado a
golpes el camino de Hitler al poder no podía ser sustituida por aquella “gorra
andaluza”, según sus palabras. También se opuso a su utilización Heinrich Himmler, que
con su sórdido humor recordó que los uniformes de las personas que tenía en sus
campos de concentración estaban provistos de una gorra que se asemejaba mucho a
la boina.
Durante
la Segunda
Guerra Mundial, el primer ejército que utilizó la boina fue el
alemán, pero únicamente en el cuerpo acorazado sustituyendo la calurosa caperuza de
cuero de los tanquistas por una boina. Pero fue el ejército
inglés que combatía en el norte de África el
que dio a la boina el definitivo uso marcial a esta prenda. Aquellos soldados,
que ante el caluroso clima habían comenzado por cortar las perneras de sus
uniformes para tener calzones cortos, desecharon el sombrero de alas anchas
modelo sudafricano-australiano, que, aunque protegía muy bien del sol, debido a
sus anchas alas proyectaba demasiada sombra sobre los hombros del soldado,
facilitando la puntería de los tiradores alemanes, por lo que lo cambiaron por
boinas. Bernard
Law Montgomery, muy aficionado a ser fotografiado, también adoptó
inmediatamente la boina (ante la desesperación del protocolario Churchill),
puesto que acentuaba sus rasgos aguileños: con su extensamente difundida imagen
tocado con boina pretendía simbolizar que ahora extendía sus alas sobre el
zorro alemán Rommel un
ave de presa británica en el desierto africano.
El
ejército estadounidense conoció la boina cuando invadió Italia en
1943. Sus soldados, que cambiaban boinas por tabaco para llevarlas a casa como souvenir, acabaron poniéndoselas, al comprobar
su comodidad. Pero su uso prontamente fue prohibido por el mando debido a la epidemia de piojos que
se desarrolló en las cabezas de los soldados.
Al
finalizar la guerra en Europa, la penuria hizo renacer el uso de la
boina, especialmente en las mujeres, que tras largos años de no poder cubrirse
más que con un mísero pañuelo, encontraron en la boina una prenda altamente
favorecedora para sus demacrados rostros.
Pocos
años después, con el renacer de la economía europea, la boina perdió nuevamente
campo a favor del sombrero americano, que con tanto entusiasmo fue
aceptado a ambos lados del Atlántico. Quedan como
testimonio las películas de hasta los años sesenta, en las que se ve a los
galanes de Hollywood comiendo
en los mejores restaurantes con el sombrero calado en la nuca, acompañando a
las más distinguidas señoras.
Pero
la boina encuentra definitivamente acomodo en los ejércitos. Es como si
los altos mandos militares hubieran reencontrado la lógica de Zumalacárregui:
es la prenda más práctica y cómoda para el soldado en campaña. Es tan aceptada
esta prenda, que incluso es incorporada al uniforme de etiqueta de
alguno de los ejércitos con más alto presupuesto militar. No es, por lo tanto,
sólo su módico precio ni su cómodo uso lo que es apreciado por los militares,
sino la elegancia de la prenda.
La boina civil mantiene su lucha con muchos competidores de tocado
de cabeza, tanto los tradicionales y los nuevos, desde los usuales sombreros de
ala ancha, a los gorros de lana tipo modelos para hacer esquí, las gorras con
visera incorporada, más los diferentes gorros de ala corta (tipo Bob), etc. Aún
y todo, por la sencillez del artículo, su facilidad para llevarlo (se enrolla
sin arrugarse) y por sus características (lana transpirable, cálida en invierno
y protección frente al sol en verano), se sigue utilizando entre la población
rural y en menor proporción la población urbana. En consecuencia, la mayoría de
los diseñadores de grandes firmas mantiene el artículo vigente y cada año
siempre muestran modelos más enfocados al mundo femenino portando el artículo.
Tradicionalmente, la boina se usa en todo el mundo rural del norte
de España, siendo más habitual en Navarra, País Vasco, Cantabria, Asturias, Galicia, norte de Castilla y León yAragón. También en Francia, especialmente en
el País
Vasco francés, y en la región canadiense de Quebec por sus orígenes franceses. En menor
medida se puede ver en otros países de Europa, América e
incluso África y Asia.
Debido a su gran versatilidad, utilidad y
practicidad, actualmente se sigue utilizando la boina civil en prácticamente
todos los continentes. En Europa hay algunas empresas fabricantes (España, Francia, Italia, República Checa, Rumanía) con sus
procesos integrados, concretamente en España y Francia, que son los países que
con propiedad pueden decir que se confecciona la boina vasca. Una de estas
empresas centenaria es Boinas Elósegui S.A. [1] en Tolosa (Guipúzcoa) que lleva
funcionando desde 1858 y es la única actualmente en España con la mayoría de
los procesos de fabricación integrados: tejeduría, remallado, teñido/batanado,
apresto, tundido y confección. Su mercado se halla fundamentalmente en Europa y
América, en el resto de continentes la competencia asiática de bajos precios ha
disminuido en gran cantidad su cuota de mercado. A pesar de todo continúa en la
brecha manteniendo unas ventas anuales entre 150.000/200.000 artículos[cita requerida] repartidos entre el territorio
español, Europa y América (EE. UU., Argentina, Chile, Uruguay, etc.).
En
Oloron-Sainte-Marie se encuentra también la mayor y más antigua fábrica de
boinas en territorio francés. Esta ciudad se encuentra en el Béarn, junto al
País Vasco, y de hecho, los bearneses reivindican ser usuarios de boinas
incluso antes que los vascos, aportando para ello tanto documentación gráfica
como escrita.
Aunque al observar el artículo parece sencillo, su confección
requiere cierta complejidad en una serie de procesos de carácter secuencial. La
boina se confecciona en una sola pieza sin costura, en forma de casquete
esférico y tejido con hilo de lana al 100 % natural.
El
proceso de fabricación es “grosso modo” como el que sigue:
Selección de puncha
carbonizada y barba peinada de la mejor calidad para la fabricación del hilo
con un título concreto ( diámetro ,torsión , calidad en micras de la lana , etc
) .
Tejido: en telares
rectilíneos o circulares donde se realiza el casquete partiendo del carrete de
hilo.
Remallado: operación de
solape de costuras laterales conformando la forma del casquete esférico.
Posteriormente comprobación e inspección del casco .
Revisado: Cerrado en el
centro y cosido del rabillo, ya se trate de bona civil o no si es boina
militar.
Batanado: Operación de
infiltración y coloración (según gama de colores) de la lana mediante batanes o
lavadoras específicas de última generación previamente adaptadas, favoreciendo
el efecto mecánico de fricción. Además en esta fase se añaden componentes
químicos no tóxicos, como impermeabilizantes y antiinsectos para mejorar las
prestaciones de la prenda.
Secado, moldeado y
desmoldeado: Eliminación por temperatura de las humedades y homogeneización y
adaptación del cuerpo de la boina a las tallas correspondientes.
Apresto: Levantamiento
del pelo , mediante cardas, en preparación par el corte de las partes exterior
e interior de la boina.
Tundido: Corte del pelo
sobrante extraído en la operación anterior.
Pinchar y repasar: Corte
del rabillo, ajustándolo, a una longitud concreta y repaso de imperfecciones y
defectos.
Operaciones de acabado:
confección final de boina, planchado, cosido de forros, colocación de badana,
pegado de etiquetas, etc.
Como
se puede apreciar, la boina es totalmente reciclable, ya que sus desechos y
residuos de lana pueden ser totalmente reutilizables para confeccionar nuevo
hilo y volver a repetir el ciclo.
En la mayoría de los idiomas podemos observar como boina se dice
baret (afrikaans, checo, eslovaco…), beret (azerbaijani, inglés, danés,
irlandés…), beretka (croata), beretë (albanés) o bere (criollo haitiano) entre
otros. Sin embargo, en otros idiomas el origen de la boina queda claro, como en
sueco, basker; finlandés, baskeri; o en alemán, Baskenmütze.
PARA ESCUCHAR
https://www.youtube.com/watch?v=u080_dGIJuQ
1 comentario:
Muy gracioso el comentario
ya me visto chapelas de campeones de mis sobrinos
muy ganadores de los campeonatos
su feligresa
Meme
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