¿Cuántas
veces nos hemos preguntado las razones de que nuestra vida sea tal como
es? Muchas veces nos preguntamos por qué los problemas y las pruebas nos
acucian y otras por qué no podemos ser iguales a otras personas. Nadie
tiene respuesta para estas preguntas y es vano que hagamos consideraciones que
intenten “medir” a Dios y sus planes.
Es
interesante lo que San Gregorio nos indica: “entender a Dios es difícil, pero
expresarlo es imposible” ¿Cómo podemos hablar de Dios? ¿Qué podemos decir de
Él? ¿Podemos conocer su Voluntad completamente?
El Papa
Francisco, en una de sus homilías en la residencia de Santa Marta, contó lo que
le sucedió después de confesar a una religiosa ya anciana:
“Al final
de la confesión viendo que era una verdadera mujer de Dios, le dije: oiga, como
penitencia, rece por mí, porque necesito una gracia, ¿eh? Si usted se la pide
al Señor, seguro que me la dará. Se detuvo un momento, como si rezara, y luego
me dijo:"Claro que el Señor le dará la gracia, pero no se engañe: se la
dará a su manera divina”. Esto me hizo muy bien. Sentir que el Señor siempre
nos da lo que pedimos, pero a su manera divina. Y el modo divino es esto hasta
el final. La forma divina consiste en la Cruz, no por masoquismo: no, no! Por
amor. Por amor hasta el extremo”
Es curioso
fijarnos como nos pasamos la vida comparando lo que nos sucede, con lo que le
acontece a otras personas. Parece que la envidia nos llevase a “medir” a Dios
en cada una de sus acciones, con el objetivo de reclamarle que nos trate de
igual forma que a los demás. Incluso nos atrevemos a medir el propio Amor
de Dios, lo que significa medir a Dios mismo.
Dios no es
comprensible. Dios actúa de forma divina, particular, misteriosa, a largo
plazo, … Lo que Dios obra en nosotros puede conllevar regocijo, iluminación,
dolor y sufrimiento. Incluso puede ser que su acción nos lleve a “perder”
ciertas cosas o proyectos para que su Voluntad prevalezca. ¿Duele? Pues la
forma de actuar de Dios a veces nos lleva a sufrir para que el dolor lo hagamos
sacrificio y el sacrificio nos libere. La Cruz nunca es masoquismo, sino
trascendencia y Amor, como bien indica el Papa Francisco.
La
experiencia que tenemos de Dios nos permite hablar de El, pero no es fácil que
nos entiendan, ya que la experiencia de Dios supera el conocimiento y las
razones humanas. De todas formas, el testimonio es imprescindible para el
cristiano y lo que podamos decir, es una semilla que busca germinar en el
corazón de quien nos escucha. Esto fue lo que la religiosa anciana comunicó al
futuro Papa Francisco: “Claro que el Señor le dará la gracia, pero no se
engañe: se la dará a su manera divina”. Esta sencilla frase no es sencilla de
entender y seguramente necesitó de bastante reflexión para compartir la
comprensión de Dios que tiene dentro. Seguro, estimado lector, que nos vendrá
bien reflexionar sobre esta frase.
PARA ESCUCHAR
https://www.youtube.com/watch?v=vzXy-YDeQok&list=PLelSUvJgD67XR24pWide1dOvkCQvYpAqj
PARA ESCUCHAR
https://www.youtube.com/watch?v=vzXy-YDeQok&list=PLelSUvJgD67XR24pWide1dOvkCQvYpAqj
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