CATEQUESIS DOMINICALES
PARA NIÑOS
Unas de las
tareas que primero nos encomendó Don Manuel a los coadjutores, fue la atención
de niños de catequesis. Había, entonces, en Barruelo muchos niños. Los niños
acudían al Colegio de los Hermanos Maristas; las niñas lo hacían al Colegio que
llevaban las Hermanas de la Caridad; un tercer grupo, niños y niñas, acudían a
las Escuelas públicas.
Además de
la formación religiosa que estos niños recibían en sus respectivos Colegios,
acudían a la Catequesis que organizaba la Parroquia de Santo Tomás, Apóstol.
Don Manuel
el Párroco, aunque gozaba ya de cierta edad, o al menos a mi me lo parecía, tenía
“buena maña” para hacerse escuchar por la chiquillería.
Los
Domingo, antes de la Misa Mayor, reunía en el templo a buen número de
chiquillos. Estos, colocados en los primeros bancos de la Iglesia, escuchaban
la sesión catequética que daba Don Manuel.
Era una
catequesis sencilla: un cántico de entrada, luego una explicación breve del
Evangelio de ese día, para terminar en grupos memorizando algunas preguntas del
Catecismo.
A Don
Manuel le encantaba dar la explicación del Evangelio. Con su lengua de trapo,
graciosa, encandilaba a los críos. La parte de aprendizaje y de memorización
nos la dejaba a los coadjutores y a los catequistas.
Al final,
todos juntos, se repartían vales o se rifaba algún pequeño obsequio. Y con
el mejor orden posible, los niños salían a la calle, daban cuatro brincos y
cuatro gritos, para acudir, poco después, a la Santa Misa.
Gota
a gota, domingo tras domingo, iban cayendo sobre las almas de aquellos niños, breves explicaciones evangélicas, semillas, que más tarde, fructificarían en cosecha abundante.
1 comentario:
MUY INTERESANTE TEMA
COMO ME RECUERDA NUESTROS ANOS DE PEQUENOS
PARROQUIA CATEQUESIS Y TODO LO DEMAS
COMENTARE A MI AMIGO ANONIMO SI TAMBIEN SE ACUERDA DE ESOS AÑOS
SU FELIGRESA
MEME
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