Y ME HABLÓ LA MADERA
https://www.youtube.com/watch?v=C_1-JSQIUyo
Aprovechando
este momento, tan lleno de emoción y de misterio, salí del templo y me fui a
pasear un poco por las afueras del barrio. La tarde estaba templada. Una suave
brisa procedente del sur movía las ramas más delgadas de los árboles. Algunos
niños jugaban entre un montón de cartones. La circulación en aquellas horas era
escasa y por el aire cruzaba un avión a mis ojos diminuto. Junto a mi cruzó un
perro negro y peludo. Detrás casi rozándome pasó un chico montado en su bicicleta
negra.
Aquel
paseo pacificó mi alma. A la vez, aproveché para poner en orden las cosas que
había oído no mucho antes, procedentes de la voz que venía escuchando en el
templo intermitentemente. Y sobre todo, aproveché esos momentos de paz y de
tranquilidad, para comprometerme a seguir la huella de aquella historia. Por
eso deseaba tener más noticias sobre el tema.
Aquella
noche soñé con árboles tiernos y con troncos robustos, con imágenes en potencia
y santos venerados, con alegrías de gargantas débiles y ruegos de gentes
arremolinadas.
PARA ESCUCHARhttps://www.youtube.com/watch?v=C_1-JSQIUyo
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