jueves, 29 de septiembre de 2011


DÍA 29 DE SEPTIEMBRE DE 2011


SALUDAR POR LA CALLE

Es difícil saludar a todos los que te encuentras por la calle. Pero hay que intentarlo. No hacerlo, a veces, puede acarrearnos ciertos disgustos y algunas complicaciones. Esto referido a todos. Pero la cosa es más grave, cuando los que transitamos por la calle, por nuestra condición o cargo, somos más conocidos. Es el caso del sacerdote.

Los sacerdotes en nuestras parroquias, aunque sean parroquias grandes de ciudad, de varios miles de habitantes, somo conocidos. Y más, si como es mi caso, vestimos de “cura”; se nos conoce a la legua.

Yo tengo la costumbre de no negar el saludo a nadie. Y las gentes, si les saludas, te corresponden. Lo he experimentado muchas veces. Esta misma mañana me ha ocurrido un caso que paso a describir.

Iba de mi casa a la Iglesia. Serían las once de la mañana. De repente una señora, de mediana edad, se detiene y me saluda con un “buenos días”. Saludo que correspondo, como es normal, con otro “buenos días”. Hasta aquí normal.

Pero enseguida me dice la señora, como usted me ha respondido al saludo, me atrevo a hacerle una pregunta. Diga usted, le dije. Mi pregunta es una petición: Podría usted proporcionarme alguna cosa para el domingo, es que voy a recibir la Unción de enfermos, en la Parroquia de mi pueblo, y quería ir bien preparada.

Le dije que me parecía joven para recibir este sacramento. La señora volvió a preguntarme: ¿Entonces cuando se puede recibir este sacramento? En breves palabras le expliqué lo que dice el Catecismo de la Iglesia Católica.

Esto dice el Catecismo: "La unción de los enfermos "no es un sacramento sólo para aquellos que están a punto de morir. Por eso, se considera tiempo oportuno para recibirlo cuando el fiel empieza a estar en peligro de muerte por enfermedad o vejez". "Si un enfermo que recibió la unción recupera la salud, puede, en caso de nueva enfermedad grave, recibir de nuevo este sacramento. En el curso de la misma enfermedad, el sacramento puede ser reiterado si la enfermedad se agrava. Es apropiado recibir la Unción de los enfermos antes de una operación importante. Y esto mismo puede aplicarse a las personas de edad edad avanzada cuyas fuerzas se debilitan".

"Solo los sacerdotes (obispos y presbíteros) son ministros de la unción de los enfermos. Es deber de los pastores instruir a los fieles sobre los beneficios de este sacramento. Los fieles deben animar a los enfermos a llamar al sacerdote para recibir este sacramento. Y que los enfermos se preparen para recibirlo en buenas disposiciones, con la ayuda de su pastor y de toda la comunidad eclesial a la cual se invita a acompañar muy especialmente a los enfermos con sus oraciones y sus atenciones fraternas".

Todo esto, esta pequeña catequesis, por un saludo. Vale la pena esforzarse en saludar.


PINCHA AQUÍ
http://www.youtube.com/watch?v=6hIgPxVkI44

1 comentario:

Mercedes dijo...

Que bonito y que alegria me ha dado en mi corazon leer este testimonio tan bonito y entrañable Me pongo en el lugar de la señora y me doy cuenta que se ha tenodo que quedar muy agradecida y bien informada Cuanto se necesita leer el catecismo de la iglesia catolica Muy bien me ha parecido todo
su feligresa meme