DÍA 5 DE SEPTIEMBRE DE 2011
Ayer volví a ver, lo que durante años, había contemplado muchas veces: a una persona, relativamente joven, que mientras caminaba, iba leyendo su periódico. Se nota que lo ha hecho muchas veces, porque con facilidad, salva obstáculos que encuentra a su paso, cruza con soltura entre los coches aparcados, sube casi sin mirar los bordillos de la aceras; en una palabra: una persona que camina y lee, que lee y camina, sin importarle nada.
A veces, pienso que esta costumbre puede deberse a una sencilla manía –todos arrastramos alguna manía-, que a fuerza de repetir y repetir una y otra vez, se ha convertido en costumbre habitual; también puede deberse, a un admirable afán de aprovechar el tiempo, “esas colillas del tiempo que tantas veces tiramos”, pequeños residuos que sumados, pueden llegar a construir un hermoso ramo de virtud; o quizás, pueda deberse a una simple naturalidad.
De este caso concreto, no conozco la causa, ni me importa. Pero si me ha hecho recordar aquella costumbre mía ¡ han pasado tantos años!, de ir rezando el Breviario y leyendo el periódico, cuando cada día me desplazaba de mi casa al Colegio Irabia del que a la sazón, era Capellán .
¡Qué tiempos aquellos! En los que los sacerdotes vestían sotana, en los que los niños se acercaban hasta ellos para saludarlos y versarles la mano; y en los que se podía caminar por la calle rezando Salmos y alabando al Creador o informándose de las noticias aparecidas en la prensa. ¡Era una costumbre bonita!
Aunque, a decir verdad, esta costumbre de rezar o leer mientras se caminaba por la calle, también encerraba y encierra sus riesgos. Por ejemplo: dar un pequeño traspiés retorcerte el tobillo; meter los zapatos en un charco; y lo que es peor, atropellar a alguien o chocarte contra algo.
De esta última posibilidad, aunque parezca una ocurrencia literaria, doy fe de haber ocurrido. Lo he contado muchas veces: Iba yo por la acera izquierda de la Calle San Crisóbal. En aquella ocasión iba leyendo un libro, y tan metido debía ir en la lectura que me tropecé con algo. Lo primero que pensé fue que me había chocado contra una persona. Y educado que quería ser, dije: "Perdón, señora., perdón" Alcé los ojos y observé que no era ninguna persona, sino una estática farola fija al suelo. ¡Quedé avergonzado, pero no perdí la costumbre de leer por la calle!
Dejando de lado el suceso del lector de periódicos arriba citado y el sucedido del choque contra la farola, me quedo con lo positivo de esta costumbre, costumbre que algunos tienen o tenemos: sirve para aprovechar el tiempo, para vivir la naturalidad y para huir de respetos humanos. Para ilustrar este sucedido añado este texto:
"No nos debe sobrar el tiempo, ni un segundo: y no exagero. Trabajo hay; el mundo es grande y son millones las almas que no han oído aún con claridad la doctrina de Cristo. Me dirijo a cada uno de vosotros. Si te sobra tiempo, recapacita un poco: es muy posible que vivas metido en la tibieza; o que, sobrenaturalmente hablando, seas un tullido. No te mueves, estás parado, estéril, sin desarrollar todo el bien que deberías comunicar a los que se encuentran a tu lado, en tu ambiente, en tu trabajo, en tu familia" ( Amigos de Dios, 42).
"No nos debe sobrar el tiempo, ni un segundo: y no exagero. Trabajo hay; el mundo es grande y son millones las almas que no han oído aún con claridad la doctrina de Cristo. Me dirijo a cada uno de vosotros. Si te sobra tiempo, recapacita un poco: es muy posible que vivas metido en la tibieza; o que, sobrenaturalmente hablando, seas un tullido. No te mueves, estás parado, estéril, sin desarrollar todo el bien que deberías comunicar a los que se encuentran a tu lado, en tu ambiente, en tu trabajo, en tu familia" ( Amigos de Dios, 42).
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4 comentarios:
Dificil lo tengo en estos momentos. Me refiero a el aprovechar el tiempo. Hay que darle mucho a la cabeza para sin trabajo ocupar todo el tiempo del mundo.
Tendré que leer el periódico, el libro señalado, y me quedará mucho, mucho tiempo...
Me gustaría no tener tanto tiempo libre ¿Qué hacer?
Bonita anécdota y mucha enseñanza.
Me he reido y he pensado
Gracias por las dos cosas
Muy interesante sus comentaris
yo soy tambien muy amiga de leer por la calle y en la villabesa me encanta leer
Yo le puedo comentar que yo me pasaba de parada
Le doy las gracias por sus testimonios
Yluego los comentarios de San Josemaria
gracias
su feligresa meme
Suy un chico que me estoy aficionando a sus mensajes
Lo de hoy me encanta contenido total
Me doy cuenta que si esto muchos jovenes lo vieran podrian aprender mucho
Yo dire a mis amigo
Muy interesane lo de la farola
gracias D Josemaria
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