jueves, 22 de diciembre de 2011


DÍA 22 DE DICIEMBRE DE 2011

"UNA MAÑANA DE GESTIONES"

Acabo de llegar a casa. He bajado andando desde Pamplona. Había subido, con Merce, hace tres horas a hacer algunas gestiones. Primero en Caja España y después en la Comunidad Foral de Navarra.

La subida a Pamplona, en el Autobús Urbano, fue lenta y premiosa. Mucha circulación y muchos viajeros. Ocupamos los asientos traseros, desde donde divisábamos el panorama con perspectiva nueva.

Al fin llegamos a la Plaza de Merindades. Caja España, ahora Banco, está a un paso. El encargado de atenderos nos recibió con gran amabilidad y nos atendió con esmero. Da gusto así, te vas satisfecho y con la sensación de haber reforzado los lazos de amistad.

Salimos. Enseguida el autobús. Y desde allí, hasta el Hotel de los Tres Reyes. Al llegar, me bajé y me dirigí a la Comunidad Foral de Navarra. Tenía que recargar en la actual tarjeta, la cantidad que tenía en la antigua tarjeta, que me habían robado y finalmente había aparecido.

Gestión sencilla. Atención también excelente. Cuando salí, pensé: “aún quedan buenas personas, delicadas y serviciales”. Y poco a poco me dirigí hasta la II Agrupación de Orvina, C/ Villafranca, donde tengo mi casa.

Durante el trayecto, además de desgranar breves oraciones y pensar en mis cosas, fui observando lo que me iba encontrando por el camino.

Me fijé en los belenes colocados en los comercios por donde pasé. Y aproveché para repetir una vez mas: “Ven, ven, Señor, no tardes, ven, ven, que te esperamos, ven, pronto, Señor”.

También llamó mi atención, el agua del río, fuerte y espeso, color pardo y triste. Y las hojas muertas, acurrucadas en los extremos de las aceras. Y las gentes que iban y venían. Y de modo especial me llamó la atención, los niños y niñas que salían o venían de los Colegios vestidos con trajes regionales o navideños.

A mitad de camino, un coche se paró junto a mí que caminaba por la acera. Me preguntaron si iban bien hacia Villava, amablemente les dije que sí. Y estuve tentando de pedir que me llevasen en su coche hasta mi destino. Pero no lo hice. Y ahora lo agradezco. Y termino. Es la una menos cuarto y tengo que ir a comer.

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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que grandes hazañas podemos hacer de la suma de pequeñas acciones.
Muchas veces no sé mirar con esa visión de eternidad.
Ven, Señor Jesús.

mercedes dijo...

Bien es asi el comentario
siempre se tiene cosas que hacer
tengo la suerte que cuando tengo problemas o cosas que hacer mi hermano me acompaña
todo trascurrio bien
gracias por todo
su feligresa
meme