MAÑANAS DE INVIERNO
Hoy día 29 de enero, me gustaría escribir de
luz y de sol, de alegría y de gozo, de sucesos bonitos y de historias hermosas.
Pero no puedo. Salgo a la calle, intento buscar alguna sencilla vivencia, bonita, alegre, que me hable de estas cosas, pero no la encuentro.
Apenas me asomo a la puerta, tengo que
embozarme, porque un frío cortante siega mis carnes. Doy dos pasos más, y me
encuentro con un amigo aterido de frío y protegiéndose con su poca ropa.
Entro en los locales de Caritas y las buenas
mujeres, voluntarias de la caridad, están ateridas de frío, mientras se mueven
de un lugar para otro para espantar el frío que reina en los locales. Trato de encender
la calefacción, pero aún tardará unas horas en subir la temperatura.
Ya en el coche, siento la frescura del
volante, el remusgo que se cuela por las ventanas. Y para remate de esta
situación, allí en la esquina de la Iglesia del Huerto, una joven gitanilla,
acurrucada, aterida de frío, envuelta en una vieja manta, pide limosna a los transeúntes
que pasan indiferentes a su lado.
Un corto paseo y llego a la Clínica. Mucha
gente. Personas escondidas en mismas, dialogando a través del móvil o la tablet con no sé qué seres fríos, invisibles.
Y a esperar, a esperar. Mañanas de invierno.
PARA ESCUCHAR.
1 comentario:
FRIO MUCHO FRIO SON COSAS DEL TIEMPO EL INVIERNO FRIO Y MAS FRIO YO TAMBIEN VI A ESA POBRE PIDIENDO LIMOSNA ACURUCADA
COMO SE SUFRE VER CIERTOS DOLORES DE DIFERENCIA DE LA VIDA
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