“ALSERDELAPALABRA” presenta a sus seguidores, breves reflexiones nacidas de la experiencia de la vida ordinaria. Las escribiré con la frescura de lo sencillo y con la esperanza de lo sublime. Espero que mi pluma sea dócil y vuestra aceptación generosa.
jueves, 12 de febrero de 2015
miércoles, 11 de febrero de 2015
martes, 10 de febrero de 2015
lunes, 9 de febrero de 2015
domingo, 8 de febrero de 2015
VIEJOS ESCRITOS
Y ME HABLÓ LA MADERA
Al
llegar aquí, no sé si porque la voz dejo de hablar o porque el ruido de un
taladro en el exterior del templo era tan fuerte, el caso es que dejé de oír,
de momento, el relato.
https://www.youtube.com/watch?v=sGZLWYKrRAs
Entonces aproveché para despedirme del Señor presente en
el Sagrario y me dirigí hacia mi casa. Se había hecho de noche y había que ir a
reponer fuerzas.
Aquella noche, después de cenar, procuré recabar datos sobre
la fundación del convento carmelitano en Pamplona.
Y encontré algunas cosas.
PARA ESCUCHARhttps://www.youtube.com/watch?v=sGZLWYKrRAs
sábado, 7 de febrero de 2015
VIEJOS ESCRITOS
Y ME HABLÓ LA MADERA
https://www.youtube.com/watch?v=rWwuKM89oug
Esta
sencilla noticia volvió a refrescar en mi deseo de ser importante, de ser
elegido para representar a algunas de los recientes santos de Dios. ¡cómo me
gustaría ser imagen del sencillo labrador madrileño!, ¡cómo me gustaría a mi,
tronco yerto y seco, hecho al frío y al calor, a las nieblas y a los vientos,
ser imagen de Francisco de Javier, volcán de amor, hombre fogoso y fuerte! o al
correoso y terco Ignacio de Loyola, fundador y maestro de santos! ¡ o tal vez,
serlo de Felipe Neri o de la monja castellana!
Aquel
día me enteré también -se lo oí a los que junto a mi hablaban- que muy cerca de
donde yo estaba, se había fundado un convento de carmelitas. Uno de los palomarcicos
que la santa de Avila había ido fundando por España, tales como San José de
Avila, San José de Palencia..., etc.
Y me
enteré además que dicha fundación había tenido lugar al año siguiente de la
muerte de la monja andariga, Y que lo había fundado la Madre Catalina de
Cristo discípula de Teresa de Ahumada.
PARA ESCUCHARhttps://www.youtube.com/watch?v=rWwuKM89oug
viernes, 6 de febrero de 2015
VIEJOS ESCRITOS
Y ME HABLÓ LA MADERA
Aquel
invierno fue muy lluvioso. Lo notaba porque siempre que llovía se acercaban
hasta mí aquellos trabajadores que lo hicieran días atrás.
https://www.youtube.com/watch?v=l1EPqKRFZj4
Aquella tarde volvieron
otra vez a mi lado. Y otra vez comenzaron a hablar de sus cosas. Como siempre, presté atención por si conseguía hacerme con nuevos datos.
EL más anciano
rompió el silencio y dijo: dicen, y debe ser verdad, que la santa carmelita
murió el año 1582. Y teniendo en cuenta que estamos en el año 1622, si echamos
cuentas, han pasado desde la muerte hasta su canonización cuarenta años; muy
poco tiempo, sobre todo si lo comparamos con el tiempo transcurrido desde el nacimiento
de San Isidro, 1250 y su canonización.
PARA ESCUCHAR https://www.youtube.com/watch?v=l1EPqKRFZj4
jueves, 5 de febrero de 2015
VIEJOS ESCRITOS
Y ME HABLÓ LA MADERA
https://www.youtube.com/watch?v=WSoKwWAYtGE
Al
llegar a, pero…, me llamaron desde la puerta de la sacristía. Había
llegado un compañero sacerdote que requería mi presencia. Me dirigí hasta la
sacristía y, en efecto, allí se encontraba un buen amigo mío: Jesús Mari.
Poco nos
costó entrar en conversación. Entre otras cosas me contó que le habían regalado
una reliquia de Santa Teresa y su relicario. Me lo enseñó de inmediato. El
relicario era de plata, sencillo, pero digno. En su interior recogía una
reliquia de la Santa castellana. Le di la enhorabuena y me llené de
satisfacción y de alegría, porque hacía años que estaba esperando esta noticia.
Volví al
templo. Y de nuevo llegó a mis oíos la voz que venía oyendo desde hacía unos
días. Y como si la información no hubiera hecho más que pararse unos instantes,
oí: “pero rechacé aquellos pensamientos, no sé si como sublimes o como
inútiles. Y volví a dormir la quietud de la madera. De vez en
cuando volvían a mi cabeza las biografías de aquellos personajes. Y daba
vueltas a las cosas, a los datos, a las fechas, pero no acababa de aclararme.
El tiempo para mí, desde que me cortaron las raíces, había dejado de ser algo
importante.
PARA ESCUCHARhttps://www.youtube.com/watch?v=WSoKwWAYtGE
miércoles, 4 de febrero de 2015
VIEJOS ESCRITOS
Y ME HABLÓ LA MADERA
No pocos
días después -otra tarde de recias lluvias- los dos hombres volvieron a
sentarse junto a mí. Les noté contentos, alegres, felices.
https://www.youtube.com/watch?v=PwAe8gXJU68
Al poco rato de llegar,
el que era más viejo preguntó: ¿Puedes decirme algo más sobre los cuatro españoles
recién canonizados? Entonces el más joven dijo: el uno. .....(breve biografía
de cada uno).
Yo
estuve perfectamente atenta aquella mañana. Cuando marcharon los hombres, repetí
tanto aquellos datos que me aprendí de memoria aquellos relatos. No sé por qué,
aunque todas las biografías me conmovieron, me quedé como más impresionado con
la vida de la Santa de Ávila. Me pareció tan importante su obra, su labor, su vida,
pero...
PARA ESCUCHARhttps://www.youtube.com/watch?v=PwAe8gXJU68
martes, 3 de febrero de 2015
VIEJOS ESCRITOS
Y ME HABLÓ LA MADERA
Había
llovido mucho aquella mañana y en el exterior de la serrería apenas se podía
estar. Quizás por eso, dos obreros, veteranos ellos y curtidos en el trabajo,
se acercaron al montón de troncos donde yo estaba y se sentaron apoyando sus
espaldas junto a mí.
El latir de sus corazones llegó hasta el mío. Luego escuché que uno de ellos decía: “el día 12 de marzo de este año de gracia de 1622 han sido canonizados por el Papa Gregorio XV cuatro españoles y un italiano. ¡Qué alegría! Cinco testimonios de heroicidad -¿Y quienes son los cuatro españoles?, preguntó el más viejo. -Te diré: uno Isidro Labrador, otro Ignacio de Loyola, y los otros dos,Francisco Javier
y Teresa de Ávila. El italiano se llama Felipe Neri.
https://www.youtube.com/watch?v=r7fhf_Nmfpc
El latir de sus corazones llegó hasta el mío. Luego escuché que uno de ellos decía: “el día 12 de marzo de este año de gracia de 1622 han sido canonizados por el Papa Gregorio XV cuatro españoles y un italiano. ¡Qué alegría! Cinco testimonios de heroicidad -¿Y quienes son los cuatro españoles?, preguntó el más viejo. -Te diré: uno Isidro Labrador, otro Ignacio de Loyola, y los otros dos,
-Me
gustaría saber más cosas sobre ellos. -Procuraré documentarme y te tendré al
corriente. Y así siguieron en una conversación entretenida y esperanzadora.
A mí a
pesar de ser tronco seco, inerte y duro, me llegó al alma aquella agradable noticia.
Tanto me agradó que di por buenos todos los malos ratos pasados en el bosque,
el dolor del tajo, el día que me contaron, y hasta el aburrimiento de permanecer
inmóvil aquí tanto tiempo.
Y a lo largo de muchos días no se me iba de la cabeza la noticia escuchada. Y deseaba conocer más detalles de aquellos cuatro españoles que habían llegado a los altares.
PARA ESCUCHARY a lo largo de muchos días no se me iba de la cabeza la noticia escuchada. Y deseaba conocer más detalles de aquellos cuatro españoles que habían llegado a los altares.
https://www.youtube.com/watch?v=r7fhf_Nmfpc
lunes, 2 de febrero de 2015
VIEJOS ESCRITOS
Y ME HABLÓ LA MADERA
https://www.youtube.com/watch?v=jD0GTyBQMM4
¡Me supo a gloria aquel rezo
y recé también por todos, por la parroquia, por aquella feligresa que musitaba
avemarías mientras pasaba las cuentas del Rosario con parsimonia.
Al terminar
los laudes y cerrar el breviario, volví a oír la voz que proseguía su relato:
“Allí, encima de otros
troncos como yo, pasé varios meses. Casi me estaba cansando de mi quietud,
cuando una tarde llegó un joven que me dio un pequeño empujón, justo para que
me diera cuenta que aún contaban conmigo.
La verdad es que durante aquellos meses
que transcurrieron de aquella forma, tuve la ocasión de oír y contemplar muchas
cosas. Algunas desagradables que prefiero olvidar; otras intrascendentes pero
que quizás algún día merezca la pena recordar. Pero si quería contarte la
conversación que escuché un día y que me llegó al alma.
PARA ESCUCHARhttps://www.youtube.com/watch?v=jD0GTyBQMM4
domingo, 1 de febrero de 2015
VIEJOS ESCRITOS
Y ME HABLÓ LA MADERA
Con
atención escuchaba este relato, cuando sentí que golpeaban en la puerta de
entrada. Me levanté con rapidez y me dirigí al lugar donde sonaban los golpes.
Enseguida advertí que la puerta estaba cerrada y era ya la hora de abrir el templo
al culto.
A
veces, pienso que esta buena mujer está perdiendo el tiempo, pero no; estoy
seguro que su comportamiento es de singular importancia para la vida de la
parroquia y en concreto para mi vida. En el reiterado “ruega por nosotros” dirigido
a la Virgen me veo en ellos.
PARA ESCUCHAR
https://www.youtube.com/watch?v=l7qyBuUjDdA
Saqué mi manojo de llaves y di con la que necesitaba, a la primera. Abrí la
puerta y me encontré con una buena mujer que como cada día llegaba a rezar. La
gustaba madrugar. Se coloca en el último banco y comienza a rezar rosarios hasta
que comienza la Misa.
Como otras veces, le saludé. Ella me respondió,
pero sin perdida de tiempo comenzó sus rezos. Yo me volví al banco y comencé a
rezar el Breviario. Aquel día, por providencia, que no por casualidad, me tocó
rezar el Salmo 5 que empieza así:
Señor, escucha mis palabras,
atiende a mis gemidos,
haz caso de mis gritos de auxilio,
Rey mío y Dios mío.
A ti te suplico, Señor;
por la mañana escucharás mi voz,
por la mañana te expongo mi causa,
y me quedo aguardando.
https://www.youtube.com/watch?v=l7qyBuUjDdA
sábado, 31 de enero de 2015
VIEJOS ESCRITOS
Y ME HABLÓ LA MADERA
Las
pisadas de los bueyes dejaban sobre el suelo de tierra las señales de las
herraduras que llevaban en sus pezuñas. Las ruedas de este carruaje, más
silenciosas que las de la carreta, ofrecían ánimos a los transportistas.
https://www.youtube.com/watch?v=9tUZA56_CzI
Yo a la
vez que me iba fijando en todo, no dejaba de acordarme de la conversación que
sobre la imagen de la Virgen del Río habían mantenido mis dueños.
Así,
pensando, creo que me dormí, porque cuando abrí los ojos estaba encima de otros
troncos similares al mío, dentro de un almacén de madera.
Lo primero que advertí
fue el olor a cerrado, a serrín, a virutas. Ver, no ví nada. Todo estaba oscuro.
Decidí seguir durmiendo, pero no pude, porque en aquel mismo momento un ruido espantoso,
largo y chirriante llegó hasta mis oídos. Luego me enteré que era el ruido de
una sierra.
PARA LEER Y MEDITARhttps://www.youtube.com/watch?v=9tUZA56_CzI
viernes, 30 de enero de 2015
VIEJOS ESCRITOS
Y ME HABLÓ LA MADERA
Comentaron
también que aunque en algunas iglesias se estaban quitando las imágenes, quizás
por influencia protestante, el negocio de imágenes estaba en alza y las cosas
marchaban bien.
También oí decir a los más jóvenes que les hubiera gustado conocer a maestros imagineros como Berrugüete, Hernández, Alejo de Vahía y otros. Yo como nunca había oído hablar de aquellos artistas me pareció una conversación inútil.
http://www.stj500.com/cantata-en-alba-de-tormes-en-homenaje-a-santa-teresa-de-jesus-en-su-v-centenario/
También oí decir a los más jóvenes que les hubiera gustado conocer a maestros imagineros como Berrugüete, Hernández, Alejo de Vahía y otros. Yo como nunca había oído hablar de aquellos artistas me pareció una conversación inútil.
Entendí
mejor a uno de los hombres mayores que aseveró con gran rotundidad que había
que seguir el camino para llegar cuanto antes a la meta. Se ve que los demás
también lo oyeron porque al instante todos se pusieron de pie y los bueyes,
rehechos, comenzaron a caminar.
Aunque
el sol caía sobre los bueyes con fuerza y ganas, estos iniciaron el paso, un poco lento
pero firme, como siempre. Una abubilla cruzó por encima de mi cabeza. A su paso
dejó un olor fuerte y recio. El perro ladró sin demasiada fuerza y el hombre
más viejo tosió dos veces seguidas.
PARA SABERhttp://www.stj500.com/cantata-en-alba-de-tormes-en-homenaje-a-santa-teresa-de-jesus-en-su-v-centenario/
jueves, 29 de enero de 2015
VIEJOS ESCRITOS
Y ME HABLÓ LA MADERA
Al
terminar, volví a escuchar a la Santa que hablaba de nuevo en mi interior,
decía: “A las afueras del pueblo se alzaba una pequeña ermita. Era toda ella de
piedra labrada. Según me enteré después había sido construida con limosnas de
las gentes del lugar. Estaba dedicada a la Virgen, bajo la advocación de
Nuestra Señora del Río. A su alrededor crecían recios árboles que además de
ofrecer sombra a los romeros que allí acudían, adornaban el contorno de la
ermita y la protegían de los vientos y de los rayos directos del sol. Entre los
árboles brotaba una fuente cuyas aguas corrían por una regata hasta el final
del prado.
http://www.rtve.es/alacarta/videos/uned/uned-v-centenario-santa-teresa-jesus-14-11-14/2859274/
Allí
paramos un rato. Los hombres comentaron que la Virgen de aquella ermita la
habían hecho ellos. Que había salido de un tronco e madera parecido a este -y
con el dedo me señalaban a mi-. Entonces, por primera vez en todo el camino,
pensé que merecía la pena dar la vida para ser imagen de una persona tan
singular. Aunque enseguida sentí vergüenza y creo me puse sonrojada por el
atrevimiento a pensar tal situación.
PARA ESCUCHARhttp://www.rtve.es/alacarta/videos/uned/uned-v-centenario-santa-teresa-jesus-14-11-14/2859274/
miércoles, 28 de enero de 2015
VIEJOS ESCRITOS
Y ME HABLÓ LA MADERA
PARA ESCUCHAR
https://www.youtube.com/watch?v=AgcPzd8UeRY
Me
agradaba escuchar a la Santa, pero había que seguir el ritmo de los actos
litúrgicos de la
parroquia. Por eso, me levanté del banco donde estaba sentado
y me dirigí a la
sacristía. Allí me revestí y al poco rato salí al altar a celebrar
la Santa Misa.
Es
para mi este momento, el rato mejor del día. Es para mi la Santa Misa el centro y
raíz de mi vida interior. Por eso, procuro celebrarla con piedad, atención y
sosiego. También con esfuerzo y trabajo. Y en la Misa rezo por la Iglesia, por
el mundo, por la parroquia, por la familia. Y también por mis pequeñas cosas y
sencillos problemas.
A veces,
mis ojos se distraen con el colorido vario pinto de las vidrieras que contemplo
allá al fondo de la iglesia; otras veces, el ruido de una tos, el lloriqueo de
un niño, me hacen distraerme, pero siempre vuelvo mi atención al sacrificio del
altar.
Y a mi alrededor
contemplo a María y a los ángeles y a la Iglesia entera y junto con toda la
Iglesia le doy gracias a Dios por la ayuda, le adoro y pido perdón.
Poco
después, despojado de las vestiduras sagradas me entretengo un buen rato dando
gracias a Dios a quien he recibido sacramentalmente.
PARA ESCUCHAR
https://www.youtube.com/watch?v=AgcPzd8UeRY
martes, 27 de enero de 2015
VIEJOS ESCRITOS
Y ME HABLÓ LA MADERA
Algunas
veces, pensé que llegaría a ser la más importante de entre todas mis
compañeras. Lo que nunca pensé fue que un día me iban a cortar a ras de tierra,
que iban a dejar enterradas en el suelo mis raíces y que iban a cortar mis
cabelleras y mis extremidades.
Lo que
nunca pensé es que tendría que pasar una noche sola, en un camino, llena de
sueño pero imposible de pegar ojo.
En estas estaba entretenida, cuando advertí
las primeras claridades de la aurora, y escuché que los hombres mayores
bostezaban tras despertar de un sueño profundo. Luego oí las primeras voces de
los jóvenes y sentí el vaho caliente y el respirar profundo de los bueyes que a
ráfagas llegaba gasta mi rostro.
Un
pajarillo cruzó por encima de mi. Y por encima de mi también corría enloquecida una fila de hormigas. Poco después llegaron gentes del pueblo. Venían con otro
carruaje, en el que pide observar a una persona conocida. Era aquel hombre que
llegó a mi vera en el bosque y marcó mi piel con una cruz. Parecía que era el
que mandaba la comitiva pues a una insinuación todos los demás comenzaron a
actuar con diligencia.
Cuando
quise darme cuenta me estaban trasladando desde la vieja carreta al nuevo
carruaje. Como eran varios los hombres y todos fuertes lo hicieron con cierta
rapidez. Sujeta con cuerdas y trabas de madera quedé en una posición inmóvil.
El que llevaba las riendas dio órdenes de iniciar el camino.
lunes, 26 de enero de 2015
VIEJOS ESCRITOS
Y ME HABLÓ LA MADERA

Todo indicaba que la llegada al destino iba a ser más tardía de lo previsto. Yo aproveché para rememorar tiempos pasados, pero pronto se hizo de noche y todo quedó en silencio y penumbra.
Aquella
noche no pude pegar ojo. Los ronquidos de los hombres mayores, el fuerte
respirar de los bueyes y, sobre todo, el monótono “buar” de un mochuelo cercano,
no me dejaron reconciliar el sueño.
Aproveché el tiempo para recordar los días pasados a la intemperie bajo el brillo de las estrellas; las mañanas serenas y el dulce roce del sol que me acariciaba generoso. También vinieron a mi memoria el lento crecimiento de mi tronco y de mis ramas. Aquellos años -¡cuántos han pasado ya! en que iba notando que cada vera era más alta, más fuerte, más robusta.
Aproveché el tiempo para recordar los días pasados a la intemperie bajo el brillo de las estrellas; las mañanas serenas y el dulce roce del sol que me acariciaba generoso. También vinieron a mi memoria el lento crecimiento de mi tronco y de mis ramas. Aquellos años -¡cuántos han pasado ya! en que iba notando que cada vera era más alta, más fuerte, más robusta.
PARA VER Y ESCUCHAR
domingo, 25 de enero de 2015
VIEJOS ESCRITOS
Y ME HABLÓ LA MADERA
Al día siguiente al entrar en la Iglesia volví
a escuchar de nuevo a la Santa. Le pedí disculpas y le informé que antes iba a
hacer la visita al Santísimo: tenía costumbre de hacerla todos los días. Me
parecía una muestra de gratitud devolver la visita de quien en la Misa de la mañana
se me había dado en comunión. Terminada la visita comencé un rato de oración.
Me puse en la presencia de Dios y pedí ayudas divinas para hacer la oración y
poder terminarla. Al concluir la oración -se me había hecho corta- seguí el relato
de la santa:
“Después de un breve descanso de los animales,
personas, los cuatro hombres y sus bueyes y carreta siguieron camino adelante.
A uno y a otro lado del camino crecían hierbajos y malezas de distintas clases.
El perro que corría hacia adelante y hacia atrás sacó de entre las malezas una
liebre que persiguieron durante un rato sin lograr darle alcance. Unas águilas
reales cruzaron los aires. A cierta altura. Y no muy lejos se oía cantar a un labrador
que cultivaba sus piezas.
Los bueyes llevaban un paso rítmico, lento
pero seguro. Las ruedas de la carreta chirriaban de vez en cuando. Y en su
interior iba pensando en mi destino y, sobre todo, en mi futuro inmediato.
Los hombres mayores hablaron
entre ellos en voz baja, algo que no pude comprender. Parecían iban preocupados.
Al fin entendí el motivo. Uno de los ejes de las ruedas de la carreta amenazaba
romperse.PARA ESCUCHAR
https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=5507821314345123232#allposts
sábado, 24 de enero de 2015
VIEJOS ESCRITOS
Y ME HABLÓ LA MADERA
La santa
se calló. En esto sonó el timbre del despacho. Me levanté para atender la llamada. Cuando
abrí la puerta, me encontré con un joven con pintas de extranjero que me pidió
una limosna. Traté de convencerle que acudiera a Caritas, para poder así
aclarar su situación. No me entendió o no quiso entenderme. Lo cierto es que se
fue mascullando unas palabras en voz baja cuyo significado no pude percibir.
PARA ESCUCHAR
https://www.youtube.com/watch?v=0n_IFMwHo2I

Luego
traté de terminar un trabajo pendiente. En el despacho tenía buena temperatura
en esos momentos. Como casi siempre, dirigí mi mirada a la imagen de la Virgen
que colgaba en una pared. Le dirigí una mirada, a la vez que le
pedía su protección para mi y para cuantos de mi dependían. Cuando miré el
reloj era la hora de cerrar el despacho. Eso hice y me dirigí í a casa.
https://www.youtube.com/watch?v=0n_IFMwHo2I
viernes, 23 de enero de 2015
VIEJOS ESCRITOS
Y ME HABLÓ LA MADERA
Poco después vi cruzar un jabalí cerca de
nosotros. Se trataba de una cría por lo asustado que cruzó y por el tamaño. Los
jóvenes quisieron seguirlo pero desistieron de ello, al perder de inmediato la pista. Ni siquiera el
perro que nos acompañaba se dignó ladrarle.
Estos imprevistos -que se fueron repitiendo
varias veces- ayudaba a mis compañeros a descansar y a tomar de nuevo fuerzas,
para seguir el trayecto.
Así las cosas, casi sin darnos cuenta nos
encontramos en el claro del camino. Atrás habían quedado las dificultades
mayores y los imprevistos. Ahora bastaba seguir la ruta trazada. El camino era
de tierra con algunos tramos cubiertos de hierba, lo que hacía que el pisar de
los bueyes fuera más suave.
Hasta llegar a la meta restaban cuatro o
cinco quilómetros. Como la primera etapa había sido dura, decidieron dar suelta
a los animales. Para ello aprovecharon un lugar rodeado de árboles y de hierba.
Desengancharon los bueyes que de inmediato comenzaron a pastar. Mientras, los cuatro hombres repusieron también sus desgatadas fuerzas de toda aquella jornada, dando buen recado a unos trozos de lomo curado que llevaban en viejas fiambreras de latón. Y como el vino se les iba acabando, decidieron que los tragos fueran más cortos y menos frecuentes. Tras la comida, echaron, a turnos, una soñada que nos le vino nada mal”.
Desengancharon los bueyes que de inmediato comenzaron a pastar. Mientras, los cuatro hombres repusieron también sus desgatadas fuerzas de toda aquella jornada, dando buen recado a unos trozos de lomo curado que llevaban en viejas fiambreras de latón. Y como el vino se les iba acabando, decidieron que los tragos fueran más cortos y menos frecuentes. Tras la comida, echaron, a turnos, una soñada que nos le vino nada mal”.
PARA ESCUCHAR
jueves, 22 de enero de 2015
VIEJOS ESCRITOS
Y ME HABLÓ LA MADERA
Esto
fue, más o menos, lo que le dije: Querida Santa Teresa, ya sé que a ti te
importan más los hombres y las mujeres, los niños y las niñas, los jóvenes y los ancianos, que vienen a la iglesia, que el adorno de tu hornacina.
Pero déjame que te diga dos palabras sobre ese fondo: “Está formado por seis tablas de roble de iguales dimensiones. Están unidas entre sí, aunque el tiempo, el calor o la humedad, han hecho que en algunos puntos aparezcan levemente desunidas. Sobre estas tablas, una mano primorosa de artista y pintor, fue dejando en calles paralelas rosas de formas un tanto rebuscadas pero iguales, rosas que aún pintadas de varios colores, ha conseguido un fondo de una elegancia exquisita, semejante a una tela de rico damasco, o un tapiz de finos contrastes”.
http://www.nazaret.tv/video/16/pope-francis-general-audience-20150121

Pero déjame que te diga dos palabras sobre ese fondo: “Está formado por seis tablas de roble de iguales dimensiones. Están unidas entre sí, aunque el tiempo, el calor o la humedad, han hecho que en algunos puntos aparezcan levemente desunidas. Sobre estas tablas, una mano primorosa de artista y pintor, fue dejando en calles paralelas rosas de formas un tanto rebuscadas pero iguales, rosas que aún pintadas de varios colores, ha conseguido un fondo de una elegancia exquisita, semejante a una tela de rico damasco, o un tapiz de finos contrastes”.
A la
mañana siguiente, volví a escuchar a Santa Teresa que me decía: “El trayecto fue largo. Lo más costoso fue
salir del centro del bosque y llegar al camino limpio y andadero. Una y otra
vez tuvieron que parar la carreta para separar troncos y ramas que dificultaban
el paso. Algunas de estas paradas eran aprovechadas para refrescar un poco sus
secas gargantas con cortos tragos de vino. Los hombres mayores también para
liar sus gordos cigarros que fumaban con pausa mientras seguían a los bueyes monte
abajo. Los jóvenes a ratos hablaban de sus cosas, en otros momentos cantaban
conocidas canciones populares.
PARA ESCUCHARhttp://www.nazaret.tv/video/16/pope-francis-general-audience-20150121
miércoles, 21 de enero de 2015
VIEJOS ESCRITOS
Y ME HABLÓ LA MADERA
Aunque
la intervención de la Santa había sido larga, no me cansé al escucharla. Tenía
ganas de saber a donde había ido a parar aquel tronco recio y fuerte. Pero
había que hacer otras cosas. Por eso, me levanté y me dirigí al confesionario a
esperar que llegase algún penitente. Y pensé: entiendo que a la gente le cueste
pedir perdón de sus pecados -a mí también me cuesta- pero no entiendo que la
gente no se acerque al confesionario. En la oración de aquella mañana había
leído este punto: “¡Mira qué entrañas de
misericordia tiene la justicia de Dios! -Por que en los juicios humanos, se
castiga al que confiesa su culpa; y, en el divino, se perdona. ¡Bendito sea el
santo Sacramento de la Penitencia!” (Camino, n. 309)
PARA ESCUCHAR
https://www.youtube.com/watch?v=Nkayrg55Mss

Y en el
confesionario seguí pensando en estas cosas. Y rezando para que la gente se
acerque a la confesión, al sacramento del perdón y de la misericordia.
Mientras
pensaba en esta cosas, mis ojos se dirigían al centro del retablo, donde
majestuosa y sublime se yergue la imagen de Santa Teresa. Y aunque estaba un poco
lejos de ella le informé del fondo de su estancia. Sabía que Santa Teresa no
había podido contemplar esas hermosas tablas que están a su espalda. Y no había
podido contemplar esas tablas, porque mientras estuvieron los carpinteros de
Tafalla colocando el altar, ella estaba de lado, inmóvil, tersa. y luego cuando
la colocaron donde ahora descansa, lo hicieron de espaldas, lo que no le permitió
advertir el trazado de las flores, el colorido de cada una y el tramado que
resulta de su conjunto.PARA ESCUCHAR
https://www.youtube.com/watch?v=Nkayrg55Mss
martes, 20 de enero de 2015
VIEJOS ESCRITOS
Y ME HABLÓ LA MADERA
A continuación, uno de los mayores se puso
delante de la carroza y con una vara delgada que terminaba en punta golpeaba el
morro de los bueyes que, “tisando” hacia atrás, sin dificultad ninguna
colocaron la carreta junto a mi cuerpo. El otro mayor y uno de los jóvenes
subieron a la carreta con gran agilidad. Los de abajo les lanzaron las puntas
de las maromas con las que yo estaba atada. Y con precisión y maestría comenzaron
a tirar fuerte. Mientras, los de abajo colocaban pequeños troncos en el suelo
formando con ellos una especie de rodillo, por el que con cierta facilidad y
arte me fueron subiendo hasta el interior de la carreta. Ya arriba, me
volvieron atar con más fuerza que antes, de suerte que casi ni podía moverme. O
por mejor decir, ni tan casi, no podía moverme en absoluto. Era imposible girar
mi talle a ningún lado.
https://www.youtube.com/watch?v=VTge3xXr8YY
Realizada esta sencilla operación, los
cuatro hombres se felicitaron entre sí. Y para celebrar la labor realizada
sacaron una vieja bota de vino de la que echaron a sendos tragos acompañados de
sonoras risas y muecas extrañas. Poco después, el que llevaba en la mano la vara
que terminaba en punta pinchó en la parte trasera de uno de los bueyes y estos
comenzaron a tirar con fuerza y aplomo.
Al principio les costó un poco salir de
aquel lugar lleno de forrajes y de malezas. Poco después metidos ya en el camino
normal, la carroza avanzaba con un ritmo más acompasado y seguro. Los dos
hombres mayores caminaban delante de los bueyes. Los jóvenes detrás de la carreta. Los mayores
hablaban de robles y de hayas, de encinas y de avellanos. Los de atrás de las
próximas fiestas, ya cercanas, del pueblo vecino y del partido de fútbol del domingo”.
PARA ESCUCHARhttps://www.youtube.com/watch?v=VTge3xXr8YY
lunes, 19 de enero de 2015
VIEJOS ESCRITOS
Y ME HABLÓ LA MADERA
PARA ESCUCHAR
https://www.youtube.com/watch?v=merNu7LS-vA
Al contrario que en otras ocasiones, esta
vez, los que llegaron hasta mi presencia, venían delante de una carreta tirada
por dos forzudos bueyes. La carreta era de madera tosca y estaba notablemente
sucia. Del piso de la carreta subían dos idénticas taleras y por delante se
extendía una larga viga a la que estaban uncidos dos excelentes bueyes. Las
ruedas también eran de madera. Estaban formadas por recios cambones y una maza
en el medio. Los bueyes eran de color tierra. Gozaban de gruesos cuernos y
orejas chicas. El pelo de su piel era lustroso y brillante. Por sus narices
respiraban con fuerza y con ritmo. Estaban bien uncidos al yugo del carro con
fuertes correas de cuero que se entremezclaban por encima de pequeños trozos de
pellejo.
Esta vez, los hombres que llegaron eran cuatro.
Dos de ellos eran de edad madura. Vestían recias ropas y sus frentes estaban
surcadas por visibles arrugas. Morenos de rostro y un tanto sonrojados de
pómulos y de nariz. Parece que estos dos hombres eran los que llevaban las
riendas del carro y de los bueyes y también de lo que se iba a realizar. Los
otros dos eran jóvenes. Vestían ropas parecidas a los mayores, pero sus caras
eran más lustrosas; también sus ojos, los movimientos de sus manos y de todo su
cuerpo.
Pude observar que los dos jóvenes iban
provistos de una especie de guantes o manoplas de lana. Y uno de ellos, además
portaba algunos guantes más que pronto entregó a los dos hombres mayores. Por
lo que dijo el joven a entregárselos, aprecié que uno era su padre y el otro su
tío. Luego los jóvenes sacaron de la carreta unas gruesas maromas que lanzaron
al suelo sin ningún miramiento. Después de un rato, me ví envuelta por aquellas
maromas que sin apretarme demasiado me causaban una sensación de estar aprisionada.
PARA ESCUCHAR
https://www.youtube.com/watch?v=merNu7LS-vA
domingo, 18 de enero de 2015
VIEJOS ESCRITOS
Y ME HABLO LA MADERA
Al
entrar hoy en el templo, he notado un olor fuerte a barniz. Era el último toque
que acababan de dar al retablo. Y aunque habían estado las ventanas abiertas
toda la noche, el olor a barniz seguía presente en el ambiente.
Como
todos los días inicié mi oración de la mañana. Traté de recoger mi espíritu y me
atención, pero una vez más volví a oír en mi interior la voz de Santa Teresa
que me hablaba. Abrí los ojos. Y como en otras ocasiones, presté atención a sus
palabras. Dijo:
“A los pocos días de la escena que te
contaba el día pasado llegaron para trasladarme de aquel lugar donde había nacido,
vivido tantos años y descansado la última etapa de mi vida, a otro lugar
desconocido, inseguro, lejano, ¡quién sabe dónde!.
PARA ESCUCHAR
sábado, 17 de enero de 2015
VIEJOS ESCRITOS
Y ME HABLÓ LA MADERA
Después
de escuchar con atención e interés el último relato de la Santa, aproveché para
ponerme de rodillas un rato y adorar al Señor oculto en el Sagrario.
El Sagrario de este templo es dorado por dentro y plateado por fuera. Tiene forma rectangular. Una sencilla cruz en la parte izquierda y la ranura de la llave en el centro.
https://www.youtube.com/watch?v=-XelO1S4qGQ

El Sagrario de este templo es dorado por dentro y plateado por fuera. Tiene forma rectangular. Una sencilla cruz en la parte izquierda y la ranura de la llave en el centro.
¡Cuántas
veces mis ojos han buscado el Sagrario! ¿Cuántos ratos he pasado a los pies de
Jesús oculto en el Sagrario! Esta tarde lo recordaba y le daba gracias a Dios
por esta suerte.
Así, se
fue pasando el rato. Era de noche. Una luz alumbraba el recinto. Me costaba
arrancarme de allí. Al fin hice una comunión espiritual: “Yo quisiera, Señor, recibiros
con aquella pureza, humildad y devoción con la que os recibió vuestra Santísima
Madre, con el espíritu y fervor de los santos”.
Me levanté. Miré de nuevo al Sagrario. Eché una ojeada a la Virgen y otra a Santa Teresa. Y me fui a descansar.
PARA ESCUCHARMe levanté. Miré de nuevo al Sagrario. Eché una ojeada a la Virgen y otra a Santa Teresa. Y me fui a descansar.
https://www.youtube.com/watch?v=-XelO1S4qGQ
viernes, 16 de enero de 2015
VIEJOS ESCRITOS
Y ME HABLÓ LA MADERA
Al
llegar aquí hice una pausa para coger aire. Descanso que aprovechó la Santa
para decirme: “Ya conozco al nuevo
párroco. Va siempre muy ligero. Canta bien. Le veo rezar y muchas horas en el
Confesionario. Pero algunas de las cosas que me has contado no las sabía. Ya
tendremos ocasión de hablar del nuevo párroco y algo también de ti, que te veo
mucho más tiempo por el templo. Pero ahora, permíteme que siga con lo que te
estaba contando. Tu, más adelante, ya me contarás más cosas”.
PARA ESCUCHAR
https://www.youtube.com/watch?v=VTge3xXr8YY
INCREIBLE
https://www.facebook.com/ramongarciacope

Yo, como
siempre, obedecí. Y siguió la Santa:
“Otro día llegaron hasta el lugar donde yo
descansaba dos jóvenes. Montaban sendos caballos. Uno era de color rojo con
crines grises. El otro era negro con crines blancas. Como los hombres que me
habían visitado días atrás, estos traían en un serón grande una sierra y dos
hachas. La sierra parecía nueva y las hachas recién afiladas. Bajaron de sus
cabalgaduras con enorme agilidad y con rapidez comenzaron sus trabajos.
Lo primero que hicieron fue cortar con las
hachas nuevas, todas y cada una de las ramas que tiempo atrás habían brotado de
mi tronco. No tardaron en dejarme pelada. Después recogieron las ramas cortadas
y con ellas hicieron un gran montón no muy lejos de allí.
Durante la corta de mis extremidades y la
recogida de lo cortado, no dejaron de hablar. Al principio no entendía nada de
lo que conversaban aquellos jóvenes. Al final, algo advertí. Hablaban de un
proyecto que tenían conmigo. Que si me iban a llevar de allí, que si iban a venderme
a un artesano, que si de mi rudo tronco informe y basto podía salir una imagen
hermosa y bella de algún santo. ¿Qué significaba todo aquello?”
PARA ESCUCHAR
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jueves, 15 de enero de 2015
VIEJOS ESCRITOS
Y ME HABLÓ LA MADERA
Alcé los
ojos y noté que la Santa estaba un tanto agitada. Entonces pensé que convenía
que la Santa descansara. Sin hacer demasiado ruido, me levanté del banco donde
estaba sentado. Con suavidad me acerqué hasta donde estaba colocado el armonio
y con suavidad giré una manivela y abrí una ventana. El ruido que produje al
abrir la ventana hizo que la Santa callara. Aproveché entonces para dirigirme a
la Santa y contarle yo también alguna cosa. Para empezar hice un pequeño ruido con
los dedos. Rompí el silencio y comencé:
“Santa Teresa, perdón, aunque sé que eres
Doctora de la Iglesia y que sabes muchas cosas, permíteme que te cuente los
últimos cambios ocurridos aquí en esta Parroquia y sobre todo en el templo. Te
diré que todo comenzó con el cambio de párroco. Al jubilarse Don Ángel Gogorza,
el Sr. Obispo -a la
sazón Don Fernando Sebastián- nombró a Don Jesús María Arbuniés
nuevo párroco de esta feligresía. Don Jesús Mari Arbuniés es un
sacerdote joven. Los primeros que cumpla serán cuarenta y uno. Nació en
Venezuela pero de pocos meses le trajeron a Pamplona. Y aquí ha tenido su
residencia siempre. Durante algunos años estudió en el Seminario de Toledo. Luego
en el de Pamplona, donde terminó su carrera y fue ordenado sacerdote.
Ejerció su labor pastoral en Roncal, entre
montañas, nieves y buenas gentes. Después trabajó como coadjutor en la Parroquia
de San Francisco Javier
(Pamplona) y los seis últimos años en la Parroquia de San Miguel, también de
coadjutor. Ahora lleno de fuerza y juventud, ha llegado aquí, a nuestra
parroquia, con ganas de hacer cosas. Y ha empezado -como suele decir él- por lo
más fácil”.
PARA ESCUCHAR
miércoles, 14 de enero de 2015
VIEJOS ESCRITOS
Y ME HABLÓ LA MADERA

Dejando a parte estos pensamientos, seguí recitando mis oraciones.
Al terminar, ya va siendo habitual, de nuevo oí en mi interior las voces de Santa Teresa que me decía: “Así permanecí varios días. Acaso meses. Las lluvias resbalaban por mis espaldas suavemente. Alguna ardilla quiso hacer casa en mi interior, pero no lo consiguió. Estaba yo demasiado dura para aquellas finas uñas pudieran perforar mi naturaleza. Alguna vez también sentí el golpe de alguna piedra que quizá algún pastor lanzó a su perro. Unas y otras cosas fueron sobrellevando con paciencia.
Lo que más molestó fue el calor. Al no
tener raíces por donde adquirir vida, mis extremidades se fueron resecando. Las
altas temperaturas abrasaba la poca sangre que quedaba en mis venas. Y fui
perdiendo la esbeltez, la galanura que tuve a gala en otros tiempos. Y me fui
quedando sin vida en las ramas, las hojas se volvieron mustias y me sentía sin
fuerzas”.
PARA VER Y ESCUCHAR
https://www.youtube.com/watch?v=j_5oGASRjXs
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